Hemos recopilado las mejores rutas campestres para realizar durante los meses de otoño. Acompáñanos a visitar parajes únicos en los que su belleza te cautivará. Un turismo diferente alejado del sol y de la playa, pero igualmente interesante para quienes busquen el entorno incomparable que es el campo y la montaña.
Valle del Baztán, en Navarra
Esta ruta campestre recorre algunos de los bosques más bonitos de España. El Norte de Navarra se caracteriza por la frondosidad de su vegetación y su buen estado de conservación. En poca distancia podremos encontrar parajes únicos como Parque Natural de las Peñas de Aya o el Parque Natural Señorío de Bertiz. Tampoco nos olvidemos de la Selva de Irati, que cuenta con la segunda mayor concentración de hayas y abetos de Europa. Aunque la naturaleza es la principal protagonista de la zona, también hay localidades como Gorráiz con un gran encanto e interesantes monumentos.
Senderos de la Sierra de Aracena, en Huelva
www.turismosierradearacena.com
Esta ruta campestre nos permitirá caminar entre encinas y alcornoques centenarios. Situado en el Parque Natural Sierra de Aracena, podremos contemplar otras especies vegetales como los quejigos y los castaños. Existen vías con todo tipo de dificultad, adaptadas al perfil del caminante. Si quieres un paseo en familia que no requiera esfuerzos puedes optar por seguir la rivera del río Hinojales, mientras si lo que buscas es exprimirte al máximo para terminar disfrutando de unas vistas únicas, atrévete con la subida al Cerro San Cristóbal. Un auténtico lugar idílico que merece la pena visitar.
Ruta del Cares, en León
Esta impresionante ruta comunica León con Asturias a través de un camino que se adentra en una profunda garganta escavada por el río a lo largo de miles de años. Ubicada en el Parque Nacional de los Picos de Europa puede iniciarse desde Caín (en León) o desde Poncebos (en Asturias). Durante sus 11 kilómetros disfrutarás de unas vistas únicas. Las escarpadas paredes de roca que hay a ambos lados del sendero son realmente impresionantes y fascinarán a los caminantes. Otoño es una gran época para recorrerla porque aún hace buen tiempo, pero no está tan masificada como en verano.
Ruta de la Garganta de los Infiernos, en Cáceres
Pese a su agresivo nombre, esta ruta campestre discurre por los incomparables parajes del famoso Valle del Jerte. Destaca especialmente por estar plagada de frondosos bosques y de saltos de aguas. Además de otoño, la otra estación en la que merece la pena visitar este lugar es en primavera, pues es en este periodo de tiempo es cuando los castaños maduran.
Cascada del Asón, en Cantabria
Otoño es el momento adecuado para realizar esta ruta campestre, pues es cuando el río Asón recupera su caudal y precipita sus aguas en una imponente cascada de más de 600 metros de alto. Se trata de un espectáculo realmente asombroso que incrementa su belleza debido al verde entorno que le rodea. Las escarpadas paredes de roca y la frondosidad del terreno son otras de las claves que hacen que merezca la pena acercarse al Parque de los Collados del Asón.
Cañón del Ebro, en Burgos
El río Ebro en su paso por Valdelateja realiza unas sinuosas curvas que forman unas marcadas hoces sobre la roca caliza. El terreno es de una dificultad baja-media, por lo que alguien al que le guste hacer senderismo disfrutará recorriendo los kilómetros en los que el río ha escarbado la piedra para lograr un espectacular cañón. Además del impresionante entorno natural, esta ruta campestre ofrece la oportunidad de acercarse al abandonado pueblo de Cortiguera, con sus señoriales casas.
Bosque de Oma, en Bizkaia
Puede que te sientas observado durante tu ruta campestre por el Bosque de Oma (o, como se le conoce en euskera, el Omako Basoa) pues muchos de los troncos del paraje han sido pintados por Agustín Ibarrola con ojos y formas geométricas de vivos colores, demostrando que no hace falta acudir siempre a un museo para disfrutar de la cultura. Se trata de una unión de arte y naturaleza que impresionará al turista tanto como el tono marrón que toman las copas de los árboles en otoño. La Cueva de Santimamiñe también está a escasos kilómetros, siendo una oportunidad única para disfrutar de asombrosas formaciones calcáreas y de pinturas prehistóricas.
La distancia que separa a las bellas rutas campestres que te hemos mostrado hace idóneo que nos traslademos de una a otra en un vehículo personal. No te olvides de contratar tu Seguro de Coche MAPFRE para estar protegido y que solamente tengas que centrarte en disfrutar de la hermosura del campo.
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