Probamos la nueva BMW G 310 R

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La BMW G 310 R es manejable tanto en ciudad como también en carretera, gracias a su comedido peso y altura. Su motor de 34 caballos de potencia, probada por Motor Mundial, permite experimentar unas buenas sensaciones, ofreciendo además la oportunidad de saborear, en todo su esplendor, los detalles de diseño, técnicos y mecánicos que han elevado a la marca bávara casi hasta el “Olimpo” del sector de las dos ruedas. No exageramos.

Las características que la hacen única

Las características de comportamiento más destacables de la moto “naked” deportiva BMW G 310 R son su manejabilidad, la baja altura del asiento (785 mm) y su bajo centro de gravedad, con una distancia entre ejes de 1,37 m, con un peso de 158 kg y solo 11 litros de capacidad de combustible en su depósito.

Su motor monocilíndrico de 4 tiempos y 313 cc de cilindrada, tiene una potencia de 34 CV a 9.500 rpm, con inyección electrónica y refrigeración por líquido, una caja de cambios con 6 relaciones y una velocidad máxima de 160 km/h.

En la nueva G 310 R, BMW no ha escatimado dotarla con elementos de sus modelos de mayor tamaño y precio. La ha dotado con un cuadro de instrumentos digital que ofrece una completa información, con indicador de la marcha insertada, un detalle que para los no “iniciados” ayuda y mucho.

Carrocería limpia y chasis a la vista, una auténtica naked

Su estilo, su carrocería casi exenta de plásticos, la coloca como una auténtica y estilosa naked, cumpliendo así con las tendencias actuales: motos casi desprovistas de carenado, limpias y con el chasis a la vista.

Redondeando este estilo con un manillar alto y ancho que facilita y mucho los giros, o maniobras, en recorridos urbanos, y que además se muestra muy efectivo, por su comodidad, en rutas por carretera.

Con una estética muy atractiva, la altura del asiento también forma parte de este alto nivel de manejabilidad; una altura que permite hacer pie sin problemas sea cual sea la altura de su piloto.

Para terminar con los aspectos de diseño, la estética de la pequeña G310 R, se inspira en algunas de sus hermanas mayores. Tanto el depósito como las tapas laterales, guardabarros delantero y protecciones de la horquilla, muestra un diseño moderno, por no decir vanguardista.

Nada de guiños clásicos o vintage, no. Su diseño es sencillamente: moderno y quizá incluso futurista, sello inequívoco de BMW en las motos que componen su actual gama, quizá exceptuando, ocasionalmente a la familia RNineT, pero estas ya son otra cosa.

Su bajo centro de gravedad, la posición del piloto y la forma del asiento nos facilita movernos como si de una mega-scooter se tratara.

Sencilla, robusta y fiable

Su motor, monocilíndrico, empuja con agilidad pero sin sobresaltos, lo que un no experimentado en motos grandes, agradecerá. Este motor dispone de un buen par para ciudad, que se estira cuando nos metemos en una carretera y queremos emular, si se estima oportuno, una conducción del tipo “R” (R de Racing, claro). Es ahí donde su chasis asistido por una generosa horquilla delantera y un mono-amortiguador trasero, nos convencen de que el conjunto se mueve con absoluta brillantez.

Dispone en el apartado frenos de un efectivo ABS que actúa sin vacilación y con mucha prontitud. Cabe decir que el freno delantero requiere de decisión a la hora de presionar su maneta, pero esto también forma parte de las especiales sensaciones que aporta esta moto.

Una moto emocionante y accesible, pero de alta calidad, que a la marca bávara le está viniendo muy bien para ofrecer un producto de calidad en la zona baja de su oferta.

En suma, la nueva R310R de BMW tiene todo lo que una moto debe tener.

Fabricada en la India es una moto muy competitiva, ahí están los poco más de 5.000 euros, que es su precio en nuestro país.

El precio puede ser la guinda que convencerá a quien quiera iniciarse sin problemas de carné, en el siempre tentador ámbito de las motos grandes, y además qué mejor que si hay que debutar, hacerlo en el club de las BMW.