La BMW F 800 GT es una moto que, pese a su voluminoso cuerpo, no incomoda en un uso por ciudad. Si a ello le unimos que su motor de dos cilindros en línea es relajado a la hora de arrancar en un semáforo, eso, a la larga es una ventaja para quien se mueve en los caóticos entornos urbanos.
Además, no es pesada, aunque pueda parecerlo, por lo que te mueves con agilidad entre el tráfico, tan solo hay que tener en cuenta que, como buena GT, le habremos colocado dos maletas laterales (opcionales) y hay que ir con cierto cuidado a la hora de moverte entre los automóviles.
Las mismas ventajas de una Gran Turismo clásica
En esta inmejorable sensación de manejabilidad, también colabora y mucho la posición al manillar y, en particular, la altura del asiento a 800 mm. En resumen, esta nueva oferta de BMW aporta las ventajas de una Gran Turismo clásica, pero sin los inconvenientes o limitaciones de su mayor peso y la torpeza de motores de más de un litro de cilindrada en marchas lentas. Tiene un depósito de combustible de 15 litros.
En carretera la cosa cambia. La F 800 GT, se muestra como lo que es: una infatigable viajera con la que se puede afrontar cualquier recorrido o viaje, por largo que este sea. Su relación de cambios es perfecta para mantener una velocidad rutera, cómoda y turística, pero también tiene ese punto deportivo, por cierto, habitual en cualquier producto de la gama BMW Motorrad.
Ágil y divertida en curvas
Fuente: Motor Mundial
Aunque no se trata de una versión RS, equipa detalles, como el amortiguador de dirección, que hace que el eje delantero se comporte en cualquier situación de riesgo no deseado. En trazados virados, esta nueva GT, es divertida y una vez más, se muestra ágil en curvas, lo que no ocurre con otras GT de mayor peso.
Su suspensión electrónica es regulable y en modo “confort” la moto se mueve tan bien en ciudad como en carretera, aunque en este último caso siempre podremos acudir al modo “normal” o incluso al “sport” para gozar de sus aptitudes deportivas.
Su motor bicilíndrico en paralelo dispone de 90 caballos de potencia a 8.000 rpm y es relajado, quizá jugando con el embrague se consigue cierto nervio, pero esto es innecesario: se trata de una moto GT, no una RS y hay que adecuarse a ella en todos sus aspectos.
Cómoda y segura en carretera
Su relación de cambio permite moverse, con solo una punta de gas, en quinta velocidad y si lo necesitamos, con solo abrir un poco más el puño del acelerador, el motor empuja sin titubeos y dado que utiliza correa dentada de transmisión y no cadena clásica, la potencia se traslada sin sobresaltos ni alarmantes ruidos.
Los dos discos alojados en el tren delantero y el de la rueda trasera, ambos asistidos por ABS, funcionan a la perfección. Dispone opcionalmente, de sistema de estabilidad ASC (recomendable) una opción que, aunque no utilicemos habitualmente, en caso de lluvia o humedades, agradeceremos tenerlo montado en nuestra F 800 GT.
Circulando por autopista a velocidad constante, el nuevo carenado es más que suficiente para derivar el siempre desagradable y, en ocasiones, agotador flujo de aire. Una particularidad que siempre se agradece.
En suma, la nueva BMW F 800 GT (antes ST) es una gran turismo ligera de 213 kg de peso, a la que el tubo de escape la aporta de un estilo deportivo, a la vez que realza su línea, ágil en ciudad y en carretera; cómoda y, por tanto, una gran viajera; agradable de pilotar y con un mantenimiento muy bajo; características que para los que gustan hacer kilómetros son los mejores argumentos para decir su compra por 10.950 euros.
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