Aprilia nació justo después de la Segunda Guerra Mundial como fabricante de bicicletas. Ante el éxito de su rival, Vespa, comenzaron a motorizar sus chasis y en los años setenta se lanzaron de lleno a la competición. Enfrentarse a marcas que llevaban mucha más trayectoria en los circuitos supuso un reto considerable que sólo podía afrontarse con una respuesta: la velocidad de un buque insignia como ha sido la Aprilia RS 125.
Con casi cincuenta títulos a su nombre, la marca italiana ha cumplido de sobra, demostrando que no es necesario el pedigrí de años consecutivos, sino el buen trabajo de sus ingenieros para ganar carreras y hacerse un nombre en el mercado. De hecho, pilotos famosos como Jorge Lorenzo, Valentino Rossi o Max Biaggi han conseguido ganar todos títulos sobre Aprilia, especialmente en las cilindradas menores.
La Aprilia RS 125 original
Fue, precisamente, esta experiencia en competición la que hizo que sus modelos deportivos fuesen más deseados. En 1992 lanzaron al mercado la RS, un calco de su moto de circuito con un potente motor de dos tiempos. En el mercado se ofrecían modelos que variaban de los 50 hasta los 250 cc y que se hicieron muy populares entre los jóvenes que deseaban una moto pequeña, pero potente.
De hecho, fue este modelo el que hizo que muchos se iniciaran en el mundo de la modificación de motos, ya que era fácil encontrar kits que aumentaban el tamaño del pistón que iba en el motor, ganando mucha potencia gracias a su ciclo de dos tiempos. Sus formas redondeadas son inmediatamente reconocibles para cualquiera que fuese un aficionado a las motos en los años noventa.
La serie RS siempre se caracterizó por tener materiales y prestaciones superiores a sus rivales. Mientras, el resto de marcas tomaba las 125 como una versión menor, casi residual, de sus gamas más elevadas, Aprilia hizo el esfuerzo y equipó su RS en 1992 con un chasis de aluminio, frenos con discos flotantes y horquillas invertidas, elementos que eran casi impensables en una moto comercial en los años noventa y mucho menos en una 125.
Sin embargo, la normativa de emisiones entró en vigor tras 20 años de producción muy exitosos y la marca italiana tuvo que deshacerse de los poderosos motores de dos tiempos, para introducir los de cuatro tiempos, más silenciosos y menos potentes.
Aprilia RS4 de 125, siglo XXI
La homologación a la normativa Euro3 obligó a Aprilia a que pasara a la propulsión de cuatro tiempos, momento que aprovechó para cambiar las líneas redondeadas que tenía su moto por unas más rectas y agresivas, marcando el diseño que llevarían los modelos más modernos. Muchos puristas se opusieron a este cambio de diseño, pero era la mejor manera de atender a las tendencias del mercado y de competir en un segmento que se había vuelto más interesante para las marcas rivales, el de deportivas de 125.
La cuarta versión de la Aprilia RS 125 fue lanzada en 2005 y contaba con todos los avances que la marca italiana había ido desarrollando para circuito: horquilla trasera de aluminio con brazos asimétricos, chasis directamente derivado de las motos de competición o frenos delanteros con cuatro pistones contrapuestos.
Después de esa cuarta generación, Aprilia la sustituyó definitivamente por la RS4, nombre que ha llevado el modelo hasta este año, en el que pierde el 4 para volver a la nomenclatura original: RS. Esto se debe a que el modelo de más cilindrada y prestaciones de la marca italiana es un motor de cuatro cilindros en V, llamado RSV4. Para evitar confusiones, Aprilia se ha deshecho del número, y ahora no tiene mucho sentido, ya que todas las motos producidas para las calles europeas tienen que ser de cuatro tiempos.
Aprilia RS 125, perfecta para ciudad
Lo que más ha cambiado para la Aprilia RS 125 es la renovación del monocilíndrico de cuatro tiempos que usaba la RS4 anterior. Sigue contando con una culata de cuatro válvulas, doble árbol de levas en cabeza e inyección electrónica. La potencia que ofrece son 15 caballos justos, el límite máximo permitido para una moto de 125 cc en Europa.
Además, este propulsor viene equipado de serie para que se pueda acoplar el quickshift de la fábrica, un complemento que hace el cambio de marchas más dinámico y aumenta la sensación de deportividad que ofrece la moto. Su sistema de ABS es de Bosch, actúa únicamente en la rueda delantera, pero tiene la capacidad de detectar un caballito y regular la potencia de la trasera para evitarlo.
Por supuesto, la parte ciclo ha seguido manteniendo el estándar muy alto para Aprilia, sin duda, miman a su éxito de ventas. Cuenta con el ya conocido chasis de aluminio, las horquillas invertidas, un basculante asimétrico o un monoamortiguador trasero sin bieletas.
Todos estos factores hacen que la RS 125 sea una de las motos con comportamiento más “de circuito” disponibles en el mercado. Sin duda, es uno de los modelos más rápidos que se pueden conseguir en este segmento, pero no hay que olvidar de que se sigue tratando de un octavo de litro con sólo 15 caballos.
Su velocidad punta está en los 130 km/h (140 con suerte y cuesta abajo), lo que la hace la moto perfecta para moverse por una ciudad, aunque no sea tan práctica como un scooter. En la RS hay poco espacio para la carga y para el pasajero: el colín trasero para el acompañante es, prácticamente, inexistente. Además, el precio está en la parte más elevada del mercado, no estará entre las motos más baratas (enlace a artículo de motos baratas): se puede adquirir por algo más de 4.500 euros.
Eso sí, sin duda se trata de una de las mejores opciones para comenzar a montar en moto, tanto si quieres hacerte con el carnet A2, simplemente, se usa el de coche homologado (con tres años de antigüedad). Para asegurarla y saber que estarás cubierto ante cualquier imprevisto, consulta la oferta de los Seguros de Moto MAPFRE, se adaptarán a todas tus necesidades.
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