El TT de la Isla de Man es considerada como una de las carreras más peligrosas del mundo. Esta fama hace que cada año se convierta en el reto que todo piloto de motociclismo quiere conseguir. En cada entrega, los participantes de esta competición tienen altas probabilidades de llegar a sufrir un accidente grave e incluso perder la vida.
El TT de la Isla de Man
Correr en el TT de la Isla de Man no es apto para todos los pilotos, ya que es considerada como una de las carreras más peligrosas que se celebran en la actualidad. Cada año, muchos de los pilotos sufren accidentes que pueden retirarles de la competición e incluso causarles la muerte.
La competición es tan peligrosa que no todos consiguen acabarla, muchos de ellos debido al riesgo elevado de perder su integridad física, deciden abandonarla antes de que esto ocurra.
Pero ¿qué es lo que hace que la TT de la Isla de Man sea una de las carreras más temidas y a la vez más deseadas por los pilotos de motociclismo? Nada más y nada menos que las condiciones climáticas propias de este lugar del planeta.
Los pilotos no pueden estar seguros en ningún momento del tiempo que hará ya que éste puede cambiar de forma radical en tan solo unos minutos. De pronto el corredor puede adentrarse en una zona con mucho calor y un sol radiante y, de repente, verse envuelto en una niebla densa o bajo una lluvia torrencial.
A todo ello, hay que sumarle que se trata de un circuito urbano con multitud de cambios de rasante donde el suelo se encuentra repleto de baches, algo que hace que la estabilidad sobre las dos ruedas sea muy baja.
En ella han participado algunos grandes nombres del motociclismo de todo el mundo como Ángel Nieto, Joey Dunlop y John McGuinness. Joey Dunlop logró 26 victorias en esta carrera y John McGuinness se alzó 23 veces como campeón de la competición más peligrosa del mundo.
Fuera de las competiciones oficiales
A pesar de que la carrera se englobaba dentro de las competiciones oficiales del Mundial de Motociclismo hasta los años 70, las Federaciones nacionales decidieron que sus pilotos no participasen en ella debido a que en cada una de las ediciones había accidentes muy graves. Las muertes de algunos de los pilotos más míticos como Giacomo Agostini o Mike Hailwood hicieron que definitivamente, la carrera fuese olvidada por los organismos oficiales.
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En España, las licencias para correr en esta competición dejaron de emitirse en el año 70, cuando fallecía Santi Herrero que era uno de los pilotos más importantes y queridos en aquella época. Su muerte se produjo por un accidente en el que el piloto británico Stanley Wood se cruzó en su camino haciendo que el español saltase de su moto y se estrellase en un muro.
A pesar de no fallecer en el acto, la gravedad del impacto hizo que falleciese dos días después en el hospital. Por su parte, el otro piloto consiguió salir con lesiones en dos vértebras y un tobillo. La muerte de Santi Herrero, además de vivirse como un duelo nacional, hizo que la marca Ossa (motocicleta que conducía Herrero), se retirase para siempre de esta competición.
Por el momento y pese a la pérdida de apoyos, la carrera se sigue celebrando y también sigue siendo la competición en la que se registran más accidentes mortales. Sin ir más lejos, en la última edición del 2019, el piloto británico Daley Mathison fallecía en un accidente en medio del trazado.
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