Las motos, al igual que cualquier otro vehículo, sufren desgaste por el uso, el paso del tiempo o por un mantenimiento defectuoso. No obstante, hay ciertas piezas que nunca querrás que se estropeen ya que su arreglo es mucho más costoso. A continuación, te mostramos cuáles son las reparaciones de moto más costosas.
Reparaciones y precios en motos
Por suerte o por desgracia, las reparaciones más caras en moto responden a algunas de las averías más habituales. En muchos casos, el tipo de moto y el buen mantenimiento son la clave para alargar su vida útil, pero en otras, su deterioro es inevitable.
El alternador
El alternador es, junto con la centralita electrónica, una de las averías más caras, más frecuentes y más difíciles de prevenir. Este elemento se encarga de alimentar todo el sistema electrónico y mantener cargada la batería. Si falla puede hacer que incluso la moto no arranque.
Su reparación puede llegar a alcanzar los 600 euros.
La centralita electrónica
La centralita electrónica de gestión del motor es el cerebro de la moto. Es un pequeño ordenador que recoge la señal captada por los sensores y genera cálculos matemáticos con el fin de regular todo lo referente al funcionamiento del motor: su comportamiento, su gestión de la potencia, el encendido, etc.
Un fallo en este componente puede alterar el consumo de combustible o el ralentí del propulsor, e incluso afectar a la puesta en marcha de la moto.
Su reparación es una de las más caras, pudiendo llegar a los 800 euros.
El embrague
El embrague en la moto es uno de los elementos más importantes, ya que se encarga de acoplar y desacoplar el motor a la caja de cambios.
Conviene prestar atención a su mantenimiento. No obstante, el paso del tiempo puede hacer que aparezcan signos de desgaste en los discos, que los muelles pierdan elasticidad, o que el cable pierda tensión.
Si se avería, el coste de la reparación puede ascender a los 300 euros, en función del tipo de moto.
La bomba de combustible
Otro elemento esencial para el buen funcionamiento del motor es la bomba de combustible, cuya tarea es la de hacer que el sistema de inyección reciba constantemente el combustible a través de los rieles de los inyectores que extraen el líquido del tanque.
Pueden producirse fallos en la propia bomba, o que las juntas de estanqueidad y los conductos de los sistemas hidráulicos sufran roturas o desperfectos. La reparación en uno u otro caso tiene un coste diferente: mientras que el precio de las juntas y los conductos supone una media de 180 euros, las averías de la bomba pueden llegar a los 500 euros.
Para retrasar su deterioro, evita circular en reserva y, si es posible, realiza periódicamente una inspección y limpieza de los componentes.
Escape de líquidos
Si la moto pierde líquidos no es una buena señal, ya sea aceite, anticongelante, líquidos de frenos o carburante. Además, estos líquidos pueden perder propiedades con el trascurso del tiempo e incluso provocar averías.
Debes averiguar el origen de dicha pérdida lo antes posible para evitar males mayores, y por supuesto, llevar la moto al taller. Si hay roturas, deberás pagar unos 200 euros, según el tipo de fuga.
Batería
La batería (el acumulador de energía capaz de poner en marcha el motor) es uno de los elementos que más sufre cuando la moto está parada por un tiempo prolongado, llegando a quedar inservible si pasa mucho tiempo.
Si esto ocurre, cambiarla por una nueva puede suponer unos 150 euros.
¿Tu moto presenta alguna de estas averías? Si es así, ve preparando el bolsillo. No obstante, si no quieres que tu economía se resienta, puedes consultar las opciones que ofrece MAPFRE en la cobertura de crédito para reparación de motos.
Comentarios (0)