Comprar una moto de segunda mano muy barata

Comprar una moto de segunda mano muy barata
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Si te has decidido a comprar una moto de segunda mano barata, no te pierdas estos consejos. Descubre qué debes tener en cuenta y qué tienes que comprobar para hacer que la compra sea un éxito, y que lo que parecía barato no acabe siendo una inversión cara.

Resumen del contenido

  1. Deja a un lado las emociones
  2. ¿Comprar a un particular o a un establecimiento autorizado?
  3. Huye de las motos que llevan un tiempo paradas
  4. Pruébala
  5. Revisa la documentación
  6. Garantía
  7. Cosas que debes mirar en la moto
    1. Posibles golpes
    2. Kilometraje
    3. Carrocería
    4. Ruidos
    5. Amortiguación
    6. Neumáticos
    7. Frenos
  8. Pago
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La industria de la moto sigue disfrutando de una buena salud en España. En 2018 se matricularon 173.545 unidades, lo que representa un incremento del 8,9 por ciento con respecto a las cifras de 2017. Sin embargo, del total de ventas, tan solo el 30 por ciento hace referencia a motos nuevas: por cada nueva matriculación, se venden 2,3 motos usadas. Por tanto, si quieres comprar motos de segunda mano baratas, tienes un amplio mercado donde elegir.

Sin embargo, estos datos tienen otra lectura, y es que tenemos el parque motociclista más viejo de Europa, con una media de 15,6 años (según la Dirección General de Tráfico). Así pues, debes buscar tu moto con gran meticulosidad para que no te vendan gato por liebre. A continuación, te contamos todo lo que debes tener en cuenta y lo que debes revisar en la moto para acertar con tu compra.

El éxito a la hora de comprar una moto de segunda mano barata no se reduce únicamente al precio. En el mercado hay auténticas gangas que terminan siendo un quebradero de cabeza para sus nuevos dueños, bien por todas las reparaciones que tienen que realizar, bien por los papeleos o los impuestos que tienen que poner al día. Por eso, lo mejor es buscar una de dos ruedas con una buena relación calidad/precio, y para ello, hay que tener en cuenta los siguientes aspectos:

Deja a un lado las emociones

No te dejes llevar por el precio, por la promesa de unas excelentes prestaciones o por las ganas de echar a rodar cuanto antes. En el mercado de segunda mano los chollos no existen, y una compra impulsiva puede terminar saliendo cara.

El componente pasional, que en algunos casos es positivo, en este es mejor dejarlo a un lado y guiarse por la razón. Antes de dejarte llevar por esa moto que entra muy bien por los ojos, debes hacerte algunas preguntas: ¿para qué voy a usar la moto? ¿voy a rodar por ciudad o por campo? ¿voy a viajar solo o acompañado? ¿qué carné de conducir tengo? ¿cuál es mi presupuesto, incluyendo revisiones, impuestos y averías?

¿Comprar a un particular o a un establecimiento autorizado?

Cuando tengas en mente el tipo de moto que quieres comprar, llega el momento de tomar otra decisión: ¿particular o establecimiento autorizado?

Si lo que buscas es una moto de segunda mano lo más barata posible, lo mejor es hacerlo con un particular con el que será más fácil negociar un precio. Lo establecimientos, por el contrario, no dejan de ser negocios que viven de los márgenes.

No obstante, comprar en un establecimiento autorizado te ofrece, como mínimo, un año de garantía, y una probabilidad más alta de que la moto esté más presentable.

Huye de las motos que llevan un tiempo paradas

Que la moto lleve parada mucho tiempo puede traducirse en unos neumáticos deformados y cristalizados, baterías que pierden su carga, gomas agrietadas, manguitos defectuosos, etc. Y es que el tiempo en inactividad es el peor enemigo para cualquier vehículo. Si decides comprar una moto así, tendrás que volver a ponerlo todo en funcionamiento, lo que implica dedicación y dinero.

Pruébala

Comprar una moto de segunda mano sin haberla probado es uno de los errores más garrafales, sin embargo, es un asunto controvertido, ya que en muchos casos el vendedor tiene miedo de que su posible comprador salga huyendo con la moto.

Si este es el caso de tu vendedor, proponle hacer la prueba en un entorno acotado, o ir de “paquete” con el dueño.

Lo importante es ver cómo se desenvuelve en el asfalto, si tiene ruidos y holguras, etc. Frena repetidas veces para evaluar cómo trabajan los frenos y las amortiguaciones, haz cambios de dirección, reduce la velocidad y acelera…

Si la prueba física te ha convencido, el siguiente paso es pedir consejo a un mecánico de confianza. Normalmente el vendedor no suele poner impedimentos a que lleves la moto a un determinado taller, a no ser que esconda algo que no quiera que sepas. Esto es importante a la hora de descartar problemas que solo se ven con la experiencia, y que a la larga pueden convertir una moto barata en una inversión muy cara.

Revisa la documentación

Que la documentación de la moto esté en regla es fundamental, ya que hacer los papeles a un vehículo conlleva perder tiempo y dinero en muchos trámites. Observa que no haya problemas con la titularidad, y que los datos, la matrícula y el número de chasis concuerden. Además, debes revisar la siguiente documentación:

  • La ITV: la ley no te permitirá hacer el cambio de titularidad a tu nombre si la Inspección Técnica del Vehículo no está en vigor. Además, que la moto haya pasado la ITV con éxito es una garantía -no definitiva, eso sí- de que funciona correctamente.
  • El permiso de circulación: debe estar al día.
  • El seguro de moto. Recuerda que, aunque la moto esté ya asegurada, debes poner una póliza a tu nombre lo antes posible.
  • Informe del historial del vehículo, que puedes solicitar en Tráfico, y que te ofrece información extra muy valiosa, como si tiene algún impuesto pendiente de pago o si la moto está embargada, por ejemplo.

Garantía

Si has decidido comprar tu moto en un establecimiento autorizado, la ley le obliga a ofrecer un año de garantía.

Si acudes a un particular, debes saber que también tienen la obligación de responder ante determinados fallos, tal y como establece el Código Civil y la normativa sobre vicios ocultos. Según esta, durante los seis meses siguientes a la fecha de compra, el vendedor está obligado a indemnizar o reparar los defectos que tuviera el vehículo en el momento de la compra y que no quedaran reflejados en el contrato, aunque los desconociera.

Cosas que debes mirar en la moto

https://bit.ly/2VI6eam

Para nadie es un secreto que, en un anuncio, lo que trata de poner el vendedor es la mejor imagen de su moto. Por eso es tan necesario ver la moto en vivo y comprobar de primera mano cuál es su estado general, y si la realidad se ajusta a lo que promete el vendedor y al precio.

Entre otros aspectos, estos son los elementos que debes mirar con lupa:

Posibles golpes

Hay algunos elementos que ponen de manifiesto si la moto ha sufrido golpes o caídas. Observa los retrovisores, el manillar, las manetas, los estribos y palanca de cambios, los intermitentes y las partes expuestas al carenado, ya que son los primeros elementos que entran en contacto con el suelo ante una caída.

Para saber si el golpe ha sido fuerte, revisa la horquilla, el chasis, las llantas o el basculante en busca de marcas que delaten un accidente. Si es así, ten en cuenta que, por ejemplo, algunas piezas del carenado son bastante caras de reemplazar, y eso sin contar que las caídas desajustan componentes importantes de la moto.

Lo mejor es descartar motos sospechosas de haber sufrido accidentes, ya que muchas veces es imposible recuperarlas por completo. No obstante, si los golpes han sido pequeños, puede servirte para negociar un precio más ventajoso para ti.

Kilometraje

Aunque el kilometraje elevado es un parámetro a tener en cuenta, pues revela qué uso se le ha dado a la moto, no siempre es un problema. Hay motos de gran calidad con motores fabricados para ser eternos que, si se han cuidado bien, pueden durar lo que uno quiera.

No obstante, hay que tener en cuenta que los cuentakilómetros pueden ser manipulados, por eso no está de más ver en qué estado se encuentran otros elementos, como el asiento, el bastidor, las piezas de goma, el escape, la pérdida de color de los faros, etc., y ver si su desgaste guarda coherencia con los kilómetros marcados. Además, hay que revisar siempre si coinciden con los kilómetros que aparecen en la ficha técnica de la última ITV, si la tiene.

Carrocería

Los arañazos no son un problema, más allá de la cuestión estética, pero sí lo es que los anclajes de los plásticos estén en mal estado, ya que suelen generar ruidos y roturas y su reparación tiene un coste elevado.

Además, debe huir de las motos que presenten óxidos, ya que, como te contamos en este artículo, pueden darte más de un quebradero de cabeza.

Ruidos

Busca un espacio en el que no haya exceso de ruido y arranca la moto en frío. Cualquier sonido extraño que oigas en el motor, desde el mismo momento que realizas el arranque, es un motivo más que justificado para descartar comprar esa moto de segunda mano, por muy barata que sea.

Amortiguación

Cuando realices la prueba de la moto, frena con el freno delantero y hunde la horquilla varias veces. Si funciona correctamente, verás que ésta se recupera rápidamente y que no se vuelve a hundir. Haz lo mismo con el freno trasero. Pide a alguien que te ayude a sujetar la moto y mientras hunde la zaga repetidas veces ejerciendo presión en el asiento.

La reparación de la horquilla no es elevada, pero unos amortiguadores en mal estado no se pueden reparar, y su precio de reposición ronda los 600 euros.

Observa si hay fugas en los frenos, en las barras de horquilla y el amortiguador y en la refrigeración.

Neumáticos

Los neumáticos son un elemento clave en la seguridad de una moto, por lo que hay que prestarles mucha atención. Además, pueden revelar muchas cosas sobre la moto. Por ejemplo, en las motos que se han usado en circuito los flancos suelen estar más desgastados que el centro; pero las que han rodado más en líneas rectas que por curvas, muestran el desgaste inverso.

Por otra parte, unos neumáticos en mal estado o de mala calidad revelan cierta dejadez de su anterior dueño. En este caso, habrá que cambiarlos, lo que puede ser un motivo más para conseguir un precio más ajustado en la negociación.

Frenos

Pasa el dedo por los discos de freno para detectar irregularidades. Si encuentras surcos o notas que están alabeados, es porque su anterior dueño hizo un uso agresivo de los mismos. Asimismo, un líquido de frenos oscuro revela que ha llegado el momento de cambiarlo o que lleva tiempo sin usarse.

Pago

Una vez localizada y probada tu moto de segunda mano barata, llega el momento de cerrar el acuerdo con el vendedor. Lo más rápido y fácil es hacer el pago a través de una gestoría, pero también es más caro. Si quieres ahorrarte esa parte, puedes hacer la transferencia por ti mismo. Eso sí, hazlo solo cuando la moto esté ya a tu nombre.

Después, tendrás que ir a Hacienda para abonar el Impuesto de Transmisiones, y a la Jefatura Provincial de Tráfico (con cita previa) para finalizar el proceso.

Por último, lleva tu moto recién comprada a un taller para hacerle una revisión rutinaria y no llevarte sorpresas desagradables cuando estés circulando con ella. Y sobre  todo, no olvides contratar el Seguro de Moto MAPFRE

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