Aunque posiblemente no se sepa, en la mayor parte de las operaciones de compraventa de coches que se realizan a plazos, se incluye casi de forma automática una reserva de dominio. Esta cláusula suele estar presente en los contratos que se firman con el banco o con la empresa que realiza la financiación.
Pero, ¿qué significa exactamente la reserva de dominio de un coche? En términos sencillos podemos decir que con esta condición, la persona que adquiere el vehículo no será propietario como tal hasta que no haya terminado de pagarlo. De esta forma, la entidad financiera se reserva los plenos derechos sobre el coche vendido hasta que el cliente no haya abonado el último plazo.
Al contrario de lo que se suele pensar, con la reserva de dominio, la persona que adquiere un coche a plazos no se convertirá en propietario como tal hasta que no haya conseguido pagar todo el importe. Sin embargo, el comprador sí que posee el vehículo y puede usarlo, aunque no tenga plenos derechos sobre él.
Condicionantes de la reserva de dominio
Sabiendo lo que significa este concepto, es recomendable anular la reserva de dominio justo cuando se termine de pagar el importe que se haya financiado. De esta forma evitaremos problemas futuros en caso de que queramos vender, ceder o dar de baja el coche.
Recuerda que mientras esta cláusula esté vigente, no podrás dar de baja el coche ni cambiar la titularidad en Tráfico. Si deseas realizar alguna de estas gestiones, será necesario cancelar la reserva de demonio previamente.
Sabiendo qué es la reserva de dominio de un coche, si recientemente has comprado uno recurriendo a la financiación, debes tener en cuenta que si todavía no has saldado tus deudas con la empresa financiera, no eres el propietario al 100% del vehículo. En cualquier caso, debido a que sí que puedes disfrutar de tu nueva adquisición, no olvides contratar un Seguro de Coche MAPFRE que te ofrece todas las coberturas necesarias para que tus viajes estén protegidos al máximo.
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