Las luces delanteras de tu vehículo son un elemento esencial de seguridad, ya que además de permitirte ver a la hora de conducir por la noche, también permiten que otros te vean cuando estás circulando. El reglaje de los faros del coche es esencial, ya que, si estos se encuentran en mala posición, pueden provocar que no veas correctamente la carretera o provocar accidentes en otros usuarios de la vía debido a deslumbramientos.
Cómo reglar las luces del coche
Es importante que los faros estén correctamente alineados para que puedas circular con seguridad por cualquier vía y a la vez no pongas en peligro la vida de otras personas que comparten la calzada contigo. A pesar de que pienses que tus faros se encuentran correctamente alineados, es conveniente que los revises con cierta frecuencia ya que algunos factores pueden hacer que se desestabilicen.
Factores que hacen que los faros se desalineen
Por lo general, los faros de los coches se encuentran bien calibrados, pero existen motivos que pueden llevar que estos se desestabilicen:
- Mucho peso: si llevas el coche muy cargado, sobre todo en la zona trasera, provocará que la parte delantera del coche se eleve, y con ella las luces de tu vehículo. Esto provocará que no alumbren las zonas que deben y que proyecten la luz hacia arriba provocando molestias y daños en otros conductores.
- Mala sustitución de los focos: en el caso de que, al cambiar tus faros delanteros estos hayan sido colocados de forma incorrecta o exista algún problema con los tornillos que los sujetan, la alineación de tus focos puede verse afectada.
- Golpes en la parte delantera: si tu coche tiene algún golpe en la parte delantera, éste ha podido causar que los focos se hayan movido de su posición y que por tanto no estén correctamente calibrados.
La importancia de que los faros estén correctamente calibrados
Los faros delanteros son una medida de seguridad en todos los coches. Tanto si conduces por la noche como por el día, las luces son esenciales para ver correctamente la calzada y para que otros conductores puedan visualizarte mientras circulas. Si las luces no están correctamente calibradas, estas pueden suponer un peligro para ti mismo y para otros usuarios. Las luces mal regladas, pueden provocar:
- Luces muy bajas: hacen que la visibilidad se reduzca al reducirse la incidencia del foco sobre la carretera, es decir, la zona que alumbran los faros es mucho menor.
- Luces muy altas: que las luces se encuentren demasiado altas, hará que se puedan producir deslumbramientos en el resto de conductores al reflejarse sobre sus espejos e incidir directamente en sus ojos si circulas frente a ellos.
Debido a los motivos que te hemos indicado, siempre es conveniente que compruebes que tus faros se encuentran correctamente alineados. Si estos no lo están, será necesario que los regules y los sitúes en su altura correcta para evitar problemas de seguridad vial.
Comprobar si están calibrados
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Para comprobar que tus faros están bien calibrados, deberás realizar una serie de acciones:
- Coloca el coche en una superficie plana y frente a una pared blanca: comprueba además que la presión de los neumáticos es la correcta. Una vez aparcado el coche, colócate a unos 30 centímetros de la pared y enciende las luces del coche.
- Haz una marca con forma de T en la pared: para ello puedes usar cinta aislante. Esta marca debe situarse en la zona más iluminada por los focos de tu coche.
- Separa el coche: aleja el coche unos 10 metros y comprueba que la marca que has hecho sigue en el centro de la zona más iluminada de los focos. La desviación no se ha podido dar en forma vertical.
- Descenso de la marca horizontal: la marca horizontal, al alejar tu coche unos metros se verá modificada. En unos faros bien alineados, esta desviación debe ser de unos 5 centímetros con respecto a la primera medición.
Calibrar los faros
En el caso de que al realizar las pruebas anteriores hayas comprobado que los dos faros, o que uno de ellos no se encuentra en la posición correcta, deberás alinearlos. Para ello deberás usar las marcas que realizaste en la pared como guía.
A continuación debes buscar los tornillos de regulación de tus faros. Si no sabes dónde se encuentran exactamente, es conveniente que revises tu manual de instrucciones. Una vez localizados verás que existen dos tornillos cuya misión es la de ajustar vertical y horizontalmente tus luces delanteras. Gira los tornillos hasta que las luces se nivelen y se ajusten a las marcas.
Con estos sencillos consejos podrás tener siempre a punto las luces de tu vehículo. Los faros delanteros de tu coche deben estar bien reglados ya que esto ayudará a evitar accidentes innecesarios.
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