Este es un ejemplo de un típico accidente o choque en cadena:
Coche 3 > Coche 2 > Coche 1
Por la razón que sea, el Coche 1 se ve obligado a frenar. El Coche número 2, que es el que le sigue, lo hace muy de cerca y sin respetar la distancia de seguridad, por lo que no puede evitar colisionar al Coche 1 por detrás. Lo mismo ocurre con el Coche 3. Además, otra posible reacción es que de la colisión entre el Coche 2 y el Coche 1, este último salga disparado hacia delante y acabe alcanzando, incluso, a otro vehículo delante provocando un accidente en cadena o múltiple.
La reclamación de un choque en cadena
Todos estos ejemplos desembocan en una colisión en cadena que afecta a varios vehículos y, consecuentemente, implica a varios conductores en el accidente; probablemente, y debido a su participación en el accidente, todos ellos estuvieran actuando de forma incorrecta, al menos, hasta cierto punto. Es por esto que puede llegar a ser algo engorroso el presentar una reclamación de daños a nuestra compañía aseguradora, ya que no siempre está claro quién tiene la culpa y quién paga en un choque en cadena.
Las reglas habituales determinan que todos los usuarios de la vía deben dejar una distancia de seguridad entre su propio vehículo y el que les precede, para que puedan parar a tiempo y evitar peligros o situaciones inesperadas en la carretera. Si esta distancia de seguridad no es la adecuada y no se ha guardado como se debe, es más que probable que ese conductor acabe alcanzando al de delante, y, si esto ocurre varias veces, acabará provocando un choque en cadena.
La distancia de seguridad es esencial
Como la distancia de seguridad es algo obligatorio, el conductor que no la respete y así alcance la parte trasera del coche de delante, será considerado “negligente”. Siempre que alguien golpee nuestro coche por detrás, será virtualmente su culpa. Desde la aseguradora, podrán comprobar esto por el tipo de golpe que hemos dado o recibido, y gracias a una investigación, podrán concluir de quién fue verdaderamente la responsabilidad.
Entonces, se puede establecer que como norma general, cuando un coche golpea a otro que le precede, es el que es considerado responsable. Sin embargo, hay algunas excepciones, sobre todo en los accidentes múltiples. Por ejemplo, ¿qué pasaría si golpean nuestro coche por detrás, provocando entonces que nosotros choquemos con el que tenemos delante?
En el escenario de los 3 coches que hemos planteado, si el conductor del Coche 3 alcanza al Coche 2, provocando que este (el Coche 2) choque con el Coche 1, el Coche 3 sería, con toda probabilidad, el responsable del accidente múltiple, y por tanto, tendría que responder ante los daños sufridos por los conductores 1 y 2.
Si el Coche 2 alcanza al Coche 1, y el Coche 3, incapaz de detenerse a tiempo (debido a no respetar la distancia de seguridad), acaba chocando con el Coche 2, el Coche 1 recibiría más de un impacto, por lo que los responsables serían entonces los Coches 2 y 3 y tendrían que responder ante el Coche 1 por los daños: es decir, el conductor del Coche 1 podría demandar a los otros dos conductores, y dejar que la responsabilidad verdadera por el accidente se resuelva entre los dos.
La investigación en un accidente múltiple o en cadena
Además, cuando una reacción en cadena tiene lugar, hay una serie de factores determinantes que podrán ayudarnos a establecer el orden de los impactos y a saber quién tiene la culpa y, por lo tanto, quién es el conductor negligente, como, por ejemplo:
- La versión de los testigos del accidente en cadena, incluyendo la nuestra propia, la de los pasajeros de cada coche, viandantes y otros conductores.
- Los informes policiales del accidente.
- El propio daño de cada vehículo.
- El rastro dejado en la escena del accidente, como marcas de frenado y restos de los vehículos.
En cualquiera de los casos, la tenencia de los papeles del coche en regla es obligatoria, y de no ser así, puede convertirse en un disgusto añadido al del propio accidente. Para evitar que aumenten las preocupaciones, los Seguros de Coche MAPFRE son una opción óptima para estar protegidos ante cualquier adversidad que podamos encontrar en la carretera.
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