Por eso, hay que contar con ello y estar muy atentos en todo momento a cualquier señal luminosa o sonora que nos indique que se aproxima una patrulla de policía, una ambulancia o un camión de bomberos en situación de emergencia. De esta manera, nos libraremos de sufrir ciertos accidentes que se podrían haber evitado simplemente prestando un poco más de atención. El artículo 69 de Reglamento General de Circulación establece que “tan pronto perciban las señales especiales que anuncien la proximidad de un vehículo prioritario, los demás conductores adoptarán las medidas adecuadas, según las circunstancias del momento y lugar, para facilitarles el paso, apartándose normalmente a su derecha o deteniéndose si fuera preciso”.
En el caso de los coches de policía, el Reglamento indica que cuando se sitúen detrás de nuestro vehículo y activen la luz roja o amarilla de forma intermitente, tendremos que parar en el lado derecho, delante del vehículo policial, y sin salir de nuestro coche.
Pero, ¿Qué ocurre si chocamos con la policía? ¿Tenemos derecho a alguna indemnización? ¿Seremos nosotros los culpables en cualquier situación? Lo que está claro es que la multa, si procede, nos la llevamos seguro: 600 euros y dos meses sin carné.
Si chocamos contra el coche de policía
En caso de que el culpable sea el policía, tendremos que conseguir testigos que corroboren los hechos. En cambio, si el choque se debe a nuestra imprudencia, debido al seguro de autos, será nuestra aseguradora la que se haga cargo de los daños materiales y personales, del mismo modo que se haría en un accidente donde los vehículos implicados no fueran de tipo prioritarios.
Si es el vehículo policial el que choca con nosotros
En este punto, cabe recordar que cuando los vehículos prioritarios van a una emergencia, deben activar las luces y la sirena para avisar a todos los conductores de que se encuentran en servicio de urgencia. Así mismo, el resto de los conductores está en la obligación de cederles el paso y, de no hacerlo, recibirán una sanción económica.
Así pues, si el coche de policía va con los dispositivos de emergencia activados y nosotros nos chocamos con ellos, la culpa será nuestra por no haberle cedido el paso. En cambio, si el policía no iba en servicio de emergencia, entonces será su aseguradora la que corra con los gastos derivados del accidente.
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