La personalidad es algo que nos define y determina en todos los aspectos de nuestra vida, también en cómo conducimos nuestro vehículo. Al menos eso es lo que revela el estudio llevado a cabo por la Fundación MAPFRE en el que se muestra cómo la actitud del conductor puede provocar accidentes de tráfico. La investigación ha tomado como muestra a 500 personas elegidas al azar en todas las Comunidades Autónomas.
Se ha realizado una entrevista personal de cada individuo con un cuestionario cerrado y se han tenido en cuenta factores de edad, sexo y tiempo de obtención del permiso de conducir. Con esta investigación se pretende conocer la actitud de los españoles al volante y las situaciones que les provocaban más estrés, así como la percepción que estos tenían de ellos mismos y del resto de conductores.
¿Somos tranquilos al volante?
Cabe destacar que la mayoría de los encuestados en este estudio se consideran como personas tranquilas al volante y piensan que así les ven el resto de conductores a su alrededor. Un 52% se consideran afables. Por su parte, tan solo un 2% de las personas preguntadas admiten que tienen una actitud agresiva o violenta en el coche y un 23% reconoce que es ansioso ante la conducción.
Pero ¿estos conductores perciben igual la actitud del resto? Dentro del mismo formulario se les preguntó cómo veían en general la conducción en España a lo que el 53% contestó que las personas al volante tenían una actitud agresiva, el 40% indicó que era anárquica y cabe destacar que el 39% calificó las acciones de otros conductores como irresponsables.
¿Qué es lo que nos estresa al volante?
Una de las situaciones más estresantes a la hora de conducir son los atascos. Por ejemplo, en las grandes ciudades como Madrid o Barcelona los conductores pasan una media de 42 horas al año enfrascados en embotellamientos. Este tipo de situaciones enervan la paciencia de quien se pone al volante y puede causar situaciones de ansiedad y agresividad con otros conductores.
Así, en este estudio el 46% de los encuestados reconoce que se ha visto en una actitud agresiva con otros conductores. Cuando se les pregunta por los motivos que les llevaron a reacción agresiva y lo que les causó más estrés durante su conducción, el 38% no soporta la forma de conducir de los demás y el 37% se siente incómodo con las prisas de otras personas.
Percepción positiva de cómo conduzco yo, pero no de los demás
Esto es lo que creen la mayoría de los conductores entrevistados. Los datos arrojados por el estudio concluyen con una contradicción, los españoles nos vemos como buenos conductores, con una actitud positiva y tranquila al volante. Sin embargo, los demás conducen de manera agresiva, irrespetuosa, rápida y temeraria. Lo que nos hace plantearnos que quizá el estrés y las prisas hagan que nuestra actitud al volante no sea la correcta.
Personalidad y conducción
En el año 2015 la Escuela de Economía y Ciencias Políticas de Londres (LSE) y fabricante de neumáticos Goodyear presentaron un estudio en el que se asociaba cada tipo de personalidad con la forma de conducir de cada individuo. Así se recogían 7 tipos de conductores diferentes según su actitud. El estudio fue llevado a cabo en Argentina y en cinco países de la Unión Europea.
- El Sabelotodo: se considera el mejor conductor y que el resto de las personas a su alrededor no sabe conducir. Para hacerles saber lo que piensa se limita a lanzar gritos e improperios siempre desde el interior del vehículo, sin abandonar su zona de seguridad.
- El Competitivo: su personalidad le hace rivalizar en todos los aspectos de la vida, también al volante. Su intención es ir siempre el primero, por delante de los demás, su actitud es irrespetuosa con el resto de conductores impidiéndoles el paso en las incorporaciones o incluso cerrando el paso para evitar adelantamientos de de otros vehículos.
- El Filósofo: es un conductor calmado. Analiza la situación e intenta comprender por qué la persona que ha realizado una maniobra temeraria o le ha increpado lo ha hecho de esa manera. Se refugia en el autocontrol y en la búsqueda de explicaciones racionales al comportamiento del resto.
- El Fugitivo: es aquel que busca su espacio e intenta evadirse de la realidad que le rodea con las herramientas que tiene a su alcance. Ante un atasco o un conductor agresivo, aprovecha para conectar el manos libres y llamar a su madre, a un amigo con el que hace tiempo que no habla, se pone música e incluso puede ofrecer conciertos a viva voz dentro de su habitáculo.
- El Profesor: se trata de una persona que está pendiente de los errores de los demás en todo momento. Por ello hace saber al resto de conductores en qué se equivocan y se presenta como modelo de buena conducción.
- El Evasivo: intenta apartarse de todos los peligros que conlleva el uso del coche. Tiene una personalidad insegura y temerosa que juzga a todos los infractores como un peligro para ellos mismos y para él. Para alejarse de esta realidad opta por tratarlos de manera impersonal.
- El Justiciero: podríamos identificarlo con una persona a la que le gusta la «acción». Se cree con la potestad de castigar a aquellos que no conducen como él considera correcto, por lo que tras el hecho que le ha ofendido es capaz de abandonar su coche y enfrentarse directamente a la persona que le ha causado un agravio o equivocación a su modo de ver la circulación.
Sea cual sea tu personalidad recuerda que la seguridad al volante es primordial y que un buen Seguro de Coche MAPFRE puede hacer que te sientas más tranquilo y seguro en la carretera, ya sea conduciendo por un lugar desierto o en una jungla de asfalto en medio de un embotellamiento.
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