Hace algunos años, se puso sobre la mesa una medida que pretendía acabar con el exceso de velocidad en las carreteras españolas. Se trataba de un tipo de señal chevron pintada en el suelo por la cual se conseguía que los conductores redujeran su velocidad a medida que se acercaban a ella, pero, ¿qué fue de esta propuesta?
El exceso de velocidad: un problema que va en aumento
A pesar de los numerosos radares y las campañas de concienciación que la Dirección General de Tráfico (DGT) está llevando a cabo entre los conductores españoles para reducir su gusto por pisar a fondo el pedal del acelerador, solo en 2017 (último año con datos consolidados registrados por la DGT) murieron un total de 345 personas en accidentes relacionados con la velocidad.
Además, el estudio Velocidad y riesgo de accidente realizado por International Transport Forum (ITF) asegura que el exceso de velocidad es el principal problema que existe en los países motorizados. Un problema que tendría una fácil solución: si todos los conductores condujeran por debajo del límite de velocidad, la mortalidad se reduciría en un 20%, tal y como revela un estudio realizado en Noruega. Pero, ¿cómo hacer para que todos los conductores sigan esta propuesta?
Señal chevron en el suelo, una posible solución
Con la intención de reducir el exceso de velocidad, en algunas ciudades de Estados Unidos, Japón o Reino Unido se ha puesto en marcha una iniciativa que consiste en dibujar unas marcas viales chevron en el suelo.
Se trata de una serie de uves invertidas pintadas en blanco sobre el pavimento. Dichas marcas, realizadas con un material luminiscente y antideslizante, están agrupadas en bloques, y el espacio entre ellas se va reduciendo. Esto crea un efecto óptico que influye en el comportamiento del conductor para que, de manera casi instintiva, levante el pie del acelerador a medida que el coche avanza por encima de ellas.
En España, el uso de la señal chevron fue tema de debate en el año 2010. Por aquel entonces, un grupo de investigación de la Universidad de Valencia llevó a cabo una prueba piloto para valorar su uso en nuestro país, llegando a la conclusión de que la señal chevron reducía la media de velocidad en un 6 por ciento cuando los conductores se topaban con ella. Y todo ello gracias a un simple efecto óptico.
Se habló de colocar estas marcas viales en las entradas a las zonas urbanas desde una carretera convencional o una autovía, un punto en el que los conductores son reacios a aminorar la marcha. Sin embargo, a pesar de ser una medida mucho más cómoda para el conductor y, sobre todo, para la administración (que no tiene que hacer uso de radares o semáforos), quedó en el olvido.
Chevrones de distancia
No hay que confundir las marcas viales comentadas anteriormente con los chevrones de distancia o galones (llamados así porque recuerdan a los distintivos militares), una iniciativa que sí se ha implantado en las vías españolas.
En esta ocasión, las uves invertidas que conforman estas marcas viales no están juntas y en bloques, sino que se encuentran separadas por varios metros. ¿El objetivo? Servir como referencia a la hora de mantener la distancia de seguridad adecuada entre vehículos. Cuando te encuentres con una de estas señales debes saber que tienes que dejar dos galones visibles entre tu vehículo y el que te precede.
Líneas verdes en las carreteras
Otra de las medidas para reducir la siniestralidad en las carreteras como consecuencia del exceso de velocidad, es la de introducir unas marcas viales de color verde, una iniciativa que ha tenido notable éxito en países como Suecia y Holanda.
En 2016, la DGT, en colaboración con la Junta de Castilla y León, llevó a cabo un proyecto piloto que aún sigue vigente -aunque no hay conclusiones precisas-, en las carreteras CL-615 y CL-613 de la red castellana. La medida consistía en pintar lo márgenes interiores de los carriles con marcas longitudinales paralelas a las líneas blancas, pero de un color diferente, en este caso verde. Esto hace que, el ojo humano, al percibir un color por los laterales, interprete que el carril se ha estrechado, por lo que el conductor tiende a reducir la velocidad.
Marcas viales para reducir la velocidad: el caso más extremo
https://bit.ly/2VgyOTb
En este intento por reducir el exceso de velocidad a través de marcas viales pintadas en el pavimento, algunos países han llevado a cabo ideas totalmente estrafalarias. Es el caso de la pequeña aldea escocesa Arnprior, unida a la ciudad de Stirling por la A811: 19 kilómetros de línea recta sin interrupciones. Una vía demasiado golosa para los amantes de la velocidad.
Hartos de los accidentes que generaba esta vía, los dirigentes de la pequeña aldea optaron por una medida tan salomónica como esperpéntica: convertir las rectas en curvas a través de unas sencillas marcas en el suelo. El resultado es el que se puede apreciar en la imagen superior: extrañas chicanes rojas en los márgenes, y marcas viales serpenteantes para confundir al conductor.
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