Llevar un ambiente agradable y cómodo dentro del habitáculo del coche es necesario para conducir más relajadamente. Para ello es necesario ajustar de forma correcta el climatizador o el aire acondicionado según el coche.
En el caso de nuestro país, donde los meses de verano son tan calurosos, el aire acondicionado debe ser tenido en cuenta como un factor fundamental para mantener la seguridad, tanto del conductor como del resto de pasajeros. Este punto es clave si estás pensando en comprar un coche de segunda mano: comprueba que al menos incorpora un sistema de aire acondicionado manual. También si observas que hay algún problema para refrigerar el automóvil.
Temperatura idónea para climatizador y aire acondicionado
Por norma general, si tienes un sistema de climatización automático, la temperatura idónea se sitúa entre 21º y 22º C. Asegúrate de dejarlo en modo automático para que el propio sistema mantenga una temperatura constante del habitáculo.
En cambio, si tu coche tiene aire acondicionado manual, hemos de buscar una temperatura similar y tener cuidado con la potencia del ventilador. Si vamos a emprender un viaje largo, procura no bajar la temperatura de 19º en verano ni subirla por encima de 24º en invierno.
Una temperatura entre 21º y 22º C es ideal para pasar periodos largos en el interior.
A la hora de ajustar el aire acondicionado intenta no regular las salidas de ventilación de tal forma que apunten directamente hacia la cara. Esto nos puede llegar a fatigar, más cuando se trata de aire caliente, y restar atención en la carretera. Lo ideal es que cuando hayamos quitado el exceso de calor o de frío dentro del habitáculo ajustemos la ventilación hacia los pies y el parabrisas.
Durante los meses de invierno, intenta no conducir con el abrigo puesto o de lo contrario cuando el coche alcance una temperatura agradable, sentirás más calor. En el caso del verano, si ponemos el aire acondicionado demasiado bajo puede desencadenar en constipados debido a los cambios bruscos de temperatura que sufre nuestro cuerpo al entrar y salir del coche.
Con el aire acondicionado manual hay que evitar bajar mucho o subir mucho la temperatura durante un largo periodo de tiempo.
En la época de más frío, para conseguir una temperatura diferente al entrar al coche, hay que esperar que el motor se caliente un poco. Podemos ajustar una temperatura alta y usar la recirculación del aire para calentar el habitáculo, pero no hay que abusar. En cuanto se vaya el frío intenso, debemos volver a una temperatura suave y quitar la recirculación.
En los meses más calurosos, si el coche ha estado expuesto al sol durante un largo tiempo puede llegar a alcanzar entre 60º y 80º. Ante esta situación deberemos abrir todas las ventanas antes de sentarnos para cambiar el aire y ajustar el aire acondicionado al máximo. En cuanto el aire caliente se haya cambiado cerraremos las ventanillas y en cuanto sea soportable bajaremos la intensidad del aire acondicionado a la temperatura base de entre 21º y 22º.
Recuerda que podemos utilizar la recirculación para cambiar rápidamente la temperatura del coche, pero cuando ésta se suavice deberemos apagar esa opción. También podemos usar la recirculación para evitar que entre humo en el habitáculo, como por ejemplo en los casos en los que atravesamos un túnel largo con mucho tráfico o cuando circula delante un coche que expulsa demasiado humo por el tubo de escape.
Una vez que ya sabes cómo ajustar el climatizador y el aire acondicionado para llevar una conducción mucho más segura y relajada, no te olvides de contratar tu Seguro de Coche MAPFRE. Ofrecemos una amplia variedad de pólizas con diferentes coberturas y asistencias adaptadas a cada tipo de conductor.
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