¿Sabías que hay una forma de aparcar que puede hacer tus maniobras más seguras y eficientes? Te contamos qué es el aparcamiento en espiga, cómo hacerlo correctamente, y las ventajas que ofrece.
¿Qué es aparcar en espiga?
Aparcar en espiga o en reverso es una modalidad de estacionamiento en la que se coloca el vehículo en batería pero marcha atrás, de manera que la parte trasera queda junto a la acera y la delantera pegada a la calzada. Según la Dirección General de Tráfico (DGT), esta maniobra es más segura y fluida que aparcar en batería de frente, ya que permite salir del hueco en el sentido de la marcha, reduciendo situaciones de riesgo.
¿Cómo se aparca en espiga?
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- Señaliza: utiliza el intermitente del lado donde vas a realizar la maniobra para avisar a otros conductores de tu intención de aparcar.
- Colócate de manera adecuada: detén tu vehículo a unos dos metros de los coches ya aparcados. Esta distancia te facilitará la maniobra de marcha atrás. Cuanto más lejos inicies la maniobra, más sencilla será.
- Retrocede en línea recta: hasta que la parte trasera de tu vehículo esté a la altura del faro del coche ya estacionado.
- Gira la dirección: y continúa retrocediendo con cuidado para entrar en el aparcamiento. Vigila la trayectoria usando los retrovisores o la cámara trasera.
- Comprueba la distancia: asegúrate de dejar la misma distancia entre tu coche y los vehículos aparcados a cada lado. Endereza la dirección para entrar centrado en el espacio de aparcamiento. Una vez centrado, acciona el freno de mano y pon el punto muerto.
¿Cómo está señalizado el aparcamiento en espiga?
El aparcamiento en espiga está indicado por señalización horizontal en el pavimento. Generalmente, se muestran líneas inclinadas a 60 grados que guían a los conductores sobre cómo deben posicionar sus vehículos. En algunas ciudades, también se colocan señales verticales para recordar a los conductores que deben aparcar de esta manera en ciertas calles.
¿Cuáles son las ventajas de aparcar en espiga?
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- Ahorra espacio: se estima que esta modalidad ahorra un 10% de espacio por plaza, permitiendo una mejor gestión del aparcamiento en áreas urbanas.
- Elimina ángulos muertos: aparcar en espiga reduce los puntos ciegos al salir del estacionamiento, aumentando la visibilidad y seguridad.
- Facilita la carga y descarga: la proximidad a la acera facilita la carga y descarga de objetos del maletero, especialmente en calles concurridas.
- Minimiza el riesgo de atropellos: al salir en el sentido de la marcha, se mejora la visibilidad de peatones y ciclistas, reduciendo el riesgo de atropellos.
- Reduce la velocidad de circulación: la disposición de los vehículos obliga a los conductores a reducir la velocidad, lo que puede disminuir el riesgo de accidentes.
¿Cuáles son las desventajas de aparcar en espiga?
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- Emisión de gases: la parte delantera del vehículo queda orientada hacia la calzada, lo que puede dirigir los gases de escape hacia la acera, afectando a los peatones si esta es estrecha.
- Tiempo de maniobra: aparcar en espiga puede llevarte más tiempo que aparcar en línea o en batería de frente, lo que puede ser un inconveniente en situaciones de tráfico intenso.
¿Te pueden multar por no saber aparcar en espiga?
No hay multas específicas por no saber aparcar en espiga, pero los ayuntamientos pueden regular el estacionamiento en sus ordenanzas municipales. Según el artículo 93 del Reglamento General de Circulación (RGC), cada municipio puede establecer normas para evitar el entorpecimiento del tráfico. En determinadas calles, podría ser obligatorio aparcar en espiga, y el incumplimiento de esta norma podría llevar a sanciones según lo establecido por el ayuntamiento.
¿Cómo recurrirla?
Recurrir una multa de tráfico puede parecer un proceso complejo, pero utilizando las coberturas de tu seguro, puedes hacerlo de manera sencilla. Te explicamos cómo.
Antes de iniciar cualquier reclamación, es importante que revises las condiciones generales de tu póliza de seguro. En caso de que no sea una de las coberturas que cubre tu seguro MAPFRE puedes añadirla y disfrutar de ayuda para gestionar y tramitar sanciones de tráfico.
Si no estás seguro de las coberturas de tu seguro, contacta con el servicio de atención al cliente de MAPFRE 918 365 365. Ellos te proporcionarán toda la información necesaria y resolverán cualquier duda que puedas tener.
El primer paso es solicitar todos los datos de la multa al organismo correspondiente para poder determinar si es conveniente recurrirla o es mejor acogerse a las rebajas por pronto pago.
Una vez tomada la decisión de recurrir, hay que rellenar la documentación correspondiente añadiendo las alegaciones y pruebas con las que se cuenta. Puede hacerse de forma online a través de la web de la DGT o del ayuntamiento correspondiente. También se puede tramitar presencialmente en las oficinas que correspondan a la entidad sancionadora.
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