Todos los conductores se ven abocados a realizar maniobras con sus vehículos en espacios muy limitados, ya sea en calles de las ciudades, aparcamientos en sus diversas variantes o en cualquier otro espacio necesario, y para realizarlas de forma correcta es recomendable conocer el ángulo de giro del coche, para así realizar la maniobra de una sola vez si es posible o maniobrar con marcha atrás si fuera necesario.
Es realmente intuitivo, ya que el movimiento que se puede realizar en un determinado espacio depende de la capacidad que tengan las ruedas para ofrecer un mayor o menor espacio y del tamaño del vehículo, y es algo realmente básico en cada modelo, teniendo claro que cada coche aporta cifras diferentes en función de cada uno de sus parámetros.
La importancia del ángulo de giro del coche
Es cierto que en la mayoría de los vehículos particulares no es tan necesario si bien en el caso de calles estrechas es siempre conveniente tenerlo presente, si bien en los de uso profesional es especialmente importante, como por ejemplo en grandes vehículos de carga de mercancías ambulancias, coches de bomberos o los destinados a solventar emergencias.
Fuente: revista Motor Mundial
En este tipo de vehículos el dato de giro da una clara referencia para saber si se puede realizar un giro completo en un espacio limitado o si es necesario hacer un cambio de sentido maniobrando de otra forma. Lo mismo ocurre ante curvas pronunciadas.
¿Cambia según la tracción del vehículo?
El brazo de la suspensión y la bieleta de la dirección son los elementos principales que marcan el ángulo máximo de giro de un vehículo, ya que su forma y la de la suspensión marca el máximo desplazamiento de las ruedas hacia el interior o hacia el exterior, alcanzando así el tope antes o después y delimitando el ángulo máximo de giro y la correspondiente maniobrabilidad del vehículo.
La longitud de la cremallera de la dirección también lo limita, ya que el máximo de su longitud es la mayor apertura que podrán tener las ruedas de dirección.
Como norma general, el volante hace más o menos 1,5 vueltas (giros) a cada lado desde el centro, aunque este dato en muy variable según el modelo. De hecho, al girar el volante y sentir un pequeño golpe significa que la caña de dirección y el brazo de suspensión han alcanzado su límite máximo, sin que esto signifique roces o choques entre las piezas de la dirección.
Suele moverse entre los 40 a 45 grados, lo que permite a un coche, en función de su longitud, tener un diámetro de giro entre 7 y 12 metros, teniendo siempre presente que cuanto más corto sea el coche necesitará menos metros para girar.
Por todo lo explicado podemos concluir que es el mismo con tracción delantera o trasera ya que las piezas de dirección son las mismas en ambos casos, y los fabricantes optan siempre por mantener el comportamiento y el radio de giro en todo caso.
Modelos de coches que tienen un mayor ángulo
Está completamente relacionado con el tamaño de los vehículos, por lo que los coches pequeños son ideales para moverse en espacios reducidos, ya que su ángulo de giro siempre será menor.
Por supuesto las grandes berlinas y los todoterrenos pueden circular por espacios reducidos, si bien se verán obligados en ocasiones a realizar sus maniobras en lugares específicos.
Fuente: revista Motor Mundial
De todos modos, hay algunos modelos de coches que aportan mayores ángulos de giro, como son:
Algunos coches actuales cuentan con ruedas traseras que giran para colaborar en las maniobras. Si las ruedas traseras giran en apoyo a las maniobras, se consigue realizar giros muy pronunciados en espacios realmente estrechos (ejemplo; los camiones de la basura), ya que se consiguen ángulos de giro mayores.
Actualmente algunos modelos de coches son capaces de girar dos o tres grados las ruedas traseras para mejorar su maniobrabilidad en giros cerrados, mediante un giro en el sentido contrario al de las ruedas delanteras para así conseguir una posición de giro mucho más cerrada.
Los coches preparados para “Drift” están reglados para realizar derrapes en circuitos y para ello se les modifica el ángulo de giro de sus ruedas, cambiando la distancia de los ejes de dirección y reforzando los brazos de suspensión que también se modifican a un tamaño menor que los convencionales, lo que les permite alcanzar hasta 60 grados de giro para alcanzar los mayores ángulos de giro que necesitan para su actividad en circuito.
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