Es posible que estés pensando en comprar un coche nuevo y quieres deshacerte del anterior. Si se trata de un coche con muchos años, pocas personas estarán dispuestos a comprarlo. También es posible, que te plantees vender un coche al desguace porque este ha sufrido un accidente y ha quedado gravemente dañado o porque tiene una avería difícil de subsanar que requiere mucha inversión de dinero.
Cuando llega el fin de la vida de un vehículo la mejor opción para darlo de baja es acudir a un desguace. Si tu coche tiene pocos años y crees que puedes obtener algo de dinero con su venta, puedes acudir a cualquiera de los concesionarios dedicados a este tipo de transacciones para que valoren tu vehículo y te ofrezcan un precio por él. También puedes optar por la venta del mismo en el mercado de segunda mano entre particulares.
Entregar el coche a un desguace
Es posible que el cambio de vehículo y la retirada del anterior, se deba a que este ya tiene muchos años y que sus condiciones técnicas no le permitirán cumplir los requisitos mínimos de la ITV en poco tiempo y te hayas decidido por dar la baja definitiva. En este caso, para tramitarla deberás acudir a un Centro Autorizado de Tratamiento de Vehículos (CATV) ya que ellos son los únicos que pueden realizar este trámite y poseen licencias municipales para ello.
En el caso de que el coche haya sido declarado siniestro tras sufrir un grave accidente y cuente con un seguro en vigor, la grúa de tu compañía aseguradora deberá ser la que se ocupe de su transporte al desguace para proceder a la baja. Con el Seguro de Coche MAPFRE posees estas y otras coberturas ante un accidente de tráfico. En el caso de siniestro la baja es obligatoria ya que el coche no es apto para la circulación tras los desperfectos que ha sufrido con el choque.
Para proceder a la baja es necesario que te desplaces con el vehículo al centro autorizado donde procederán a realizar una tasación del mismo. Deben comprobar que ninguna pieza ha sido arrancada y que conserva sus cuatro ruedas (salvo en caso de siniestro). A partir de ese momento puede cursarse la baja definitiva del vehículo.
¿Cómo cursar la baja definitiva?
Desde el año 2004 las bajas definitivas son irrevocables, hasta esa fecha, un coche dado de baja podía volver a recuperarse si el usuario lo tenía en su casa y deseaba volver a utilizarlo. Esta nueva medida solo afecta a las bajas tramitadas posteriormente a 2004, los coches anteriores aún pueden solicitar su alta.
Con esta nueva normativa se pretende que a través de las bajas los vehículos sean destruidos tras haber sido sometido por el desguace a un proceso de descontaminación y tratamiento de sus residuos y piezas.
Los trámites deberás hacerlos en el propio Centro por lo que es necesario que aportes la documentación necesaria para proceder a notificar a la Dirección General de Tráfico que para ese coche debe cursarse la baja definitiva. Los documentos que debes entregar son:
- El coche: deberás llevarlo tú mismo al Centro, si el coche no ha sido dado siniestro deberá hacerlo la compañía aseguradora y si al menos tiene las dos ruedas traseras el desguace se suele ocupar de manera gratuita. En el caso de que necesites una grúa porque no te encuentres en ninguno de estos supuestos, deberás pagarla.
- Ficha técnica: en ella constan todos los datos de coche y son necesarios a la hora de realizar la valoración y comprobar la procedencia del vehículo.
- Permiso de circulación del vehículo: este documento es expedido por la DGT y en él se indican los datos del propietario del mismo, la marca y modelo del coche. Este permiso autoriza la circulación de ese coche.
- Fotocopia de tu DNI o NIE: en el caso de no ser una persona física o la persona a la que pertenecía el coche ha fallecido deberás ponerte en contacto con el desguace para que te indiquen qué documentos necesitarás aportar adicionalmente a la documentación que te hemos indicado.
- Firma la solicitud de baja definitiva: este trámite debe hacerse en el centro de tratamiento si has sido tú el que ha llevado el coche. Si ha sido la grúa del desguace la encargada de recogerlo en tu casa deberás firmarlo el mismo día en que se lo lleven de tu domicilio para poder tramitar la baja electrónica.
Tras haber entregado todos los documentos del vehículo y los acreditativos del titular del mismo, el desguace te entregará un justificante que consta de dos documentos:
- El certificado de destrucción del vehículo:
- Justificante de baja definitiva de la DGT: puedes verificar la baja definitiva y la validez de este documento a través de Tráfico.
Es importante que recibas estos documentos ya que sin ellos no podrás justificar ante ninguna autoridad que te reclame el pago de impuestos de circulación, por ejemplo, que ese vehículo ya ha sido dado de baja.
Si el vehículo había estado circulando hasta el día en que lo entregaste en el desguace y tenías tu impuesto de circulación pagado, podrás reclamar los meses que aún no hubieses disfrutado debido a la baja definitiva del coche. Puedes acudir a hacer la reclamación del dinero al Ayuntamiento en el que efectuases el pago y el que estaba registrado el impuesto de circulación de tu vehículo.
Una vez que tienes estos certificados en tu poder se te garantiza que el coche se ha destruido y que ha sido bajo la legalidad vigente de descontaminación y correcto tratamiento de residuos, por lo que el coche no podrá volver a ser dado de alta ni el desguace podrá venderlo a otras personas.
Para garantizar que el vehículo acaba correctamente tratado estos centros autorizados disponen de una licencia municipal y cuentan con la maquinaria y depósitos necesarios para el tratamiento de los residuos y líquidos que pueden ser altamente contaminantes para el medio ambiente.
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