¿Eres de los que siempre apura al máximo el llenado del depósito del coche? Es posible que hayas escuchado que hacerlo puede causar daños en tu vehículo. Te contamos si es malo llenar el depósito de gasolina a tope.
Llenar el depósito de gasolina a tope no es malo para tu coche, ya que los automóviles actuales disponen de una capacidad en su tanque de combustible diseñada por el fabricante que llega hasta el tubo de llenado. Esto quiere decir, que puedes llenar sin problema el depósito al máximo sin que esto suponga daños en tu coche. A lo que debes prestar atención es a los posibles derrames por una presión muy alta de la manguera. En estos casos, sí puede ser peligros ya que el combustible es un material inflamable. Si esto ocurre, lo mejor es que contactes con el personal de la gasolinera para evitar accidentes.
¿Qué mecanismos tienen los coches para evitar que el combustible se derrame?
Para poder llenar el depósito al máximo y evitar que el combustible se derrame, los coches cuentan con sistemas que permiten evitar cualquier situación peligrosa a la hora de repostar y circular con tu vehículo.
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Rebosadero de la zona de carga: en él se acumula el sobrante evitando que se derrame.
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Tapón hermético: para evitar que el combustible se salga, los depósitos cuentan con un tapón hermético.
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Válvula de seguridad: esta evita que se genere una presión excesiva de los gases del interior del depósito.
¿Cómo llenar el depósito de manera adecuada?
Si quieres llenar el depósito de coche al máximo, pero evitando derrames, puedes prestar atención a los consejos que te mostramos a continuación. El llenado dependerá muchas veces del nivel de combustible en el tanque y de la velocidad a la que este sale de la manguera.
Si repostas con el tanque casi vacío deberás controlar la velocidad del combustible. Es decir, en primer lugar puedes repostar de manera rápida acelerando el proceso todo lo que puedas para finalizar de forma más lenta apretando el gatillo de la manguera menos, para que el caudal disminuya.
Esto se debe a que cuando el combustible entra en el tanque se produce espuma. Esta hace que los litros que quepan dentro del depósito sean menos. Así, se activa el mecanismo de seguridad de la manguera y el surtidor interrumpe el suministro de carburante.
La espuma hace que se acumulen burbujas en el tubo de entrada del depósito lo que provoca que se formen bolsas de gases, que hacen que no se pueda apurar al máximo la capacidad del depósito.
Este proceso, es más habitual en coche diésel, debido a que este carburante es más denso que la gasolina y hace que la espuma se genere de forma más rápida.
Controla la velocidad de llenado
La clave para aprovechar al máximo el depósito del coche es controlar la velocidad de llenado. Todas las mangueras disponen de un gatillo con el que puede controlarse el flujo de emisión de carburante. La mejor opción es que cuando el depósito esté casi vacío aprietes al máximo, reduciendo la velocidad a medida que se va llenando. De esta forma evitarás que se forme espuma que haga que pierdas algunos litros de capacidad.
Repostar antes de llegar a la reserva
Otro punto importante a tener en cuenta es que la espuma creada puede producir una excesiva evaporación. Es decir, a medida que el carburante se consume, se va formando hueco en el depósito que hace que el combustible se evapore más fácilmente. La mejor opción es no apurar hasta la reserva y llenar el depósito lo antes posible, cuando este se encuentre por debajo de la mitad.
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