Los SUV son los coches de moda en los últimos años y lo son fundamentalmente por imagen, potencia y espacio interior, pero la pregunta que muchos usuarios se realizan es si sirven para ser utilizados en cualquier terreno, sobre todo las variantes 4×4 que están en el mercado.
La tracción integral puede ser una ventaja para aquellos usuarios que busquen un automóvil con aire campero y que precisen moverse por terrenos más deslizantes y abruptos, eso sí, con un diseño atrevido y aventurero, siempre con una posición de conducción más elevada y con una buena capacidad para moverse también por carretera y por ciudad.
Por todas las características citadas, los SUV acumulan ya más del 30% del mercado español y una cifra similar en el mercado europeo, pero la gran pregunta de los usuarios es si merece la pena acceder a una versión con tracción total como era hace años con los todoterrenos, o si bien es preferible la tracción a un solo eje.
Para dar respuesta a esta pregunta se necesita un análisis previo, ya que los SUV, todo-caminos o crossover son actualmente vehículos procedentes de turismos con las suspensiones revisadas, más entrega de potencia, algunos elementos mecánicos específicos, un amplio interior, y poco más.
Están creados para las grandes ciudades o para largos recorridos por carretera y su alta carrocería les permite circular por caminos de vez en cuando y no suelen estar preparados para afrontar terrenos muy pedregosos y zonas complicadas con un bajo perfil de sus neumáticos.
Es claro que los fabricantes piensan que sus SUV pocas veces pisarán la tierra, por lo que realizan ofertas testimoniales con tracción integral casi siempre ligadas a los motores de mayor potencia que no son siempre los que mejor podrían afrontar este tipo de dificultades.
Ante terrenos difíciles lo mejor es contar con una todoterreno puro, de los que ya quedan muy pocos en la oferta al mercado.
Los SUV incorporan una mayor carga tecnológica
Fuente: revista Motor Mundial
Los SUV con tracción a un solo eje cuentan además con ayudas a la conducción y sistemas electrónicos que son una buena garantía para firmes con nieve, barro o arena, cosa que en el pasado se cedía a la posibilidad de tracción 4×4 y su especial empuje en estos terrenos.
Habitualmente la tracción se ubica en el eje delantero, por lo que las ruedas directrices son las que, además, tiran del coche para dirigirlo en el sentido que aporte el volante en la conducción. Si la fuerza se transmitiera desde el eje trasero la conducción seria clásica de vehículos deportivos, aportando una conducción no muy segura y acorde al manejo del volante en zonas de baja adherencia, por lo que si se pretende su uso en caminos o tierra conviene siempre descartar la tracción trasera para evitar respuestas extrañas.
La tracción total a veces es necesaria
Fuente: revista Motor Mundial
En situaciones determinadas la tracción integral puede tener sentido (más allá de la propia lógica de los todoterrenos puros), ya que el control del coche en recorridos con tierra, barro, nieve y hielo será mayor y más preciso, combinando incluso en algunos momentos con neumáticos mixtos o incluso de montaña.
Claro que, para aquellos usuarios que no tengan que circular bajo estas situaciones o que no tengan que remolcar cargas más pesadas (por ejemplo una caravana que necesita que se tire con las 4 ruedas motrices), la opción 4×4 no tiene mucha lógica, por lo que esta opción sería descartable, teniendo en cuenta los siguientes aspectos:
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Los SUV 4×4 son más caros (suelen estar unidos a las versiones más potentes y cuentan con más elementos mecánicos) y aportan mayores emisiones que a veces cambian la franja del impuesto de matriculación al alza.
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Consumen más debido a su mayor potencia y mayor peso.
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El desgaste de sus neumáticos es superior ya que las ruedas reciben mayor presión del motor, debiendo sustituir siempre los 4 neumáticos en mantenimiento por su carga uniforme en este sentido.
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Normalmente el maletero de las versiones 4×4 es menor ya que necesitan espacio para los autoblocantes y ejes de transmisión, así como a veces restan espacio en las plazas traseras.
Conclusión
Fuente: revista Motor Mundial
Por todo lo dicho, las variantes de SUV con tracción a las 4 ruedas tienen una representación muy escasa en el mercado, aunque en algunas situaciones podría compensar contar con este tipo de motricidad.
Si normalmente se va a circular por ciudad o carretera y pocas veces o ninguna fuera del asfalto, es preferible optar por la tracción al eje delantero, salvo casos muy excepcionales en los que se circule de continuo por zonas de mucha lluvia, nieve o hielo, en lugares con carreteras en mal estado o en el caso excepcional de deber tirar de un pesado remolque.
Recuerda que escojas el vehículo que escojas, no puedes olvidar equiparlo con un Seguro de Coche MAPFRE que se adapta a tus necesidades.
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