Tanto si compras un coche de segunda mano como si te decantas por un modelo nuevo, las obligaciones fiscales existen aunque en diferente proporción y con distintos porcentajes. Descubre qué te puede interesar más desde esta perspectiva.
Comprar un coche nuevo: cargas fiscales
IVA
El impuesto sobre el valor añadido se aplica a todo tipo de compra venta y los vehículos no son una excepción. En principio la compra de un coche se grava con un 21% en calidad de IVA general, pero hay algunas bonificaciones y excepciones para determinado tipo de vehículos y titulares como las personas con discapacidad o movilidad reducida.
Impuesto de matriculación
Los nuevos coches también están sujetos al pago del impuesto de matriculación en España, se paga una sola vez cuando se adquiere un coche. Sin embargo, ten en cuenta que si traes el coche de fuera de España también tendrás que pagar esta tasa, si nunca ha estado matriculado en España.
El impuesto de matriculación no es un porcentaje fijo a aplicar en todas las compras de coche, sino que se calcula en función de una tabla de la Agencia Tributaria. Igualmente existen bonificaciones en este impuesto por ejemplo para familias numerosas -50%- o un 30%, si usarás tu vehículo como vivienda.
Ten en cuenta que el tipo de gravamen está referido al nivel de emisiones de CO2 que presente el transporte que vas a comprar y que empieza en un 0% para los vehículos con emisiones iguales o inferiores a 120 g/km y llega hasta el 14,75% para vehículos con emisiones mayores o iguales a 200 g/km.
Otro detalle importante sobre el impuesto de matriculación que debes consultar, son las posibles variables autonómicas, ya que, aunque las tablas de Hacienda son de aplicación nacional y sirven como marco general, las comunidades autónomas tienen competencia para establecer variaciones sobre ellas.
Impuestos en un coche usado
La fiscalidad para la compra de un coche de segunda mano no es la misma que para uno nuevo, pero eso no significa que en tu previsión de gasto tengas que poner un cero. La adquisición de vehículos usados está sujeta a otras tasas.
Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales
El comprador de un coche de segunda mano está obligado a pagar el impuesto sobre transmisiones patrimoniales. Cada comunidad autónoma tiene competencia para fijar este gravamen y es uno de los impuestos con más variedad según la región donde los tengas que pagar. Actualmente está entre el 4 y el 8% según el lugar.
No se trata en este caso de un porcentaje fijo para todos los coches usados y vendidos dentro de una comunidad concreta, sino que se calcula en función del valor que el Ministerio de Hacienda considera que tiene el vehículo. Cada año se actualiza y se hace pública una nueva tabla a este respecto donde se puede ver el valor que da Hacienda a cada modelo de coche comercializado en España.
Las tablas fiscales son un instrumento para el control de fraudes o evasiones fiscales en el caso de la compraventa de coches de segunda mano, especialmente cuando estas transacciones, se llevan a cabo entre particulares e incluso entre familiares.
La Agencia Tributaria es la encargada de cobrarte este impuesto si compras un coche usado y eres tú, el responsable de liquidar esta deuda directamente con Hacienda. Es un trámite sencillo que se hace a través del formulario 620 de la AEAT, pero que es obligatorio en todos los casos con indiferencia del precio que pagues por tu coche.
El caso de los coches kilómetro cero
Si estás valorando comprar un vehículo de los denominados kilómetro cero, en los concesionarios o comercios especializados, es importante que tengas en cuenta que este tipo de transacción combina por su naturaleza impuestos diferentes y siempre contando con tu Seguro de Coche.
El coche de kilómetro cero ya está matriculado, el concesionario que lo vende ha cumplido con este trámite y ha liquidado esta obligación fiscal, por lo que, en principio, no tiene que incrementar el precio final que tu pagues por el coche.
Cabría pensar que el coche de kilómetro cero es un coche usado puesto que efectivamente ha circulado y tiene acumulados algunos kilómetros, por lo general pocos, por lo que se llaman de kilómetro cero. Sin embargo, a efectos fiscales, los concesionarios sí cobran el IVA en este tipo de transacciones tal y como exige la Agencia Tributaria.
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