¿Cómo influye la temperatura del aceite del motor en el coche?

¿Cómo influye la temperatura del aceite del motor en el coche?
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Además de los niveles o la presión, la temperatura del aceite del coche es un factor importante, pues de ello depende que las prestaciones y la viscosidad sean las adecuadas.

Resumen del contenido

  1. ¿A qué temperatura debe estar el aceite del coche?
  2. ¿Qué ocurre si no está a la temperatura correcta?
    1. La temperatura es más alta de lo recomendado
    2. La temperatura es más baja de lo recomendado
  3. ¿Cómo saber a qué temperatura está el aceite del coche?
  4. Soluciones
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El aceite del coche es un elemento imprescindible para el buen funcionamiento del motor. De él depende que sus órganos internos estén bien lubricados y, por tanto, respondan mejor, se desgasten menos por la fricción y eviten la corrosión.

Por ello, es importante revisar que el aceite siempre esté en los niveles adecuados, que la presión sea la correcta y, también, que la temperatura del aceite del coche sea la recomendada. Pero, ¿cuál es la idónea?

¿A qué temperatura debe estar el aceite del coche?

La temperatura ideal del aceite del coche es aquella en la cual el líquido ofrece la máxima lubricación porque su viscosidad es la adecuada, lo que ocurre cuando se encuentra en torno a los 60 grados, una cifra que puede variar entre 60 y 150 según el índice de viscosidad del aceite.

Cada aceite de motor está clasificado con un código alfanumérico que indica los cambios que experimenta en su viscosidad en función de la temperatura. Se expresa con un número (que va del 0 al 60, cuanto más bajo sea mayor será la fluidez en frío), la letra W (indica uso a bajas temperaturas), y otro número (hasta 150º, la fluidez a temperaturas altas).

¿Qué ocurre si no está a la temperatura correcta?

El aceite de los coches modernos alcanza la temperatura óptima rápidamente. En apenas diez minutos, el lubricante ya responde al máximo de sus posibilidades. Sin embargo, en los antiguos, hay que tener más paciencia antes de pisar el acelerador a fondo.

En el otro extremo, el estilo de conducción puede calentar en exceso el aceite, por ejemplo, cuando se revoluciona el coche para realizar un adelantamiento.

Circular con el aceite excesivamente frío o caliente puede traer graves consecuencias.

La temperatura es más alta de lo recomendado

Como indicábamos al principio, una de las funciones del aceite es lubricar las piezas del motor para que la fricción entre ellas no produzca un desgaste. Si el aceite supera los 150 grados, comienza a perder sus propiedades, se vuelve más líquido y se adhiere más difícilmente a las superficies. Además, no hay que olvidar que el aceite es un líquido inflamable, por lo que la combinación entre este, el calor y el oxígeno puede hacer que el motor del coche se incendie.

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Pero no hay que olvidar que esta prestación solo es posible si el siniestro ha sucedido de forma ajena a la voluntad del conductor. Esta es otra de las razones por las que es tan importante vigilar la temperatura del aceite del coche.

La temperatura es más baja de lo recomendado

Cuando se revoluciona en exceso el motor cuando el aceite aún está frío y, por lo tanto, su viscosidad aún no ha llegado a su nivel óptimo, tampoco estará lubricando correctamente las piezas.

Además, cuando el entorno es frío, los componentes del motor sufren al entrar de nuevo en contacto con el calor. En ese proceso de dilatación conviene ser muy cuidadosos ya que, si el aceite no lubrica correctamente, el estrés y desgaste de las piezas será mayor.

¿Cómo saber a qué temperatura está el aceite del coche?

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Hace algunos años, todos los vehículos equipaban un manómetro y un termómetro de aceite que indicaban la temperatura a la que se encontraba. Sin embargo, hoy en día es raro que lo incluyan.

Principalmente, porque es una forma de abaratar costes en la fabricación y, por otro lado, porque el motor que cuenta con toda la tecnología actual dispone ya de los mecanismos necesarios para mantenerse a la temperatura adecuada.

No obstante, que no incluyan un manómetro no quiere decir que no tengan sensor de temperatura. Dicho sensor sigue presente en el circuito del aceite y envía constantemente señales a la unidad de control del motor.

Si algo no funciona correctamente, se encenderá en rojo el testigo de presión del aceite (pictograma de una lámpara de aceite). Ten en cuenta que la presión y la temperatura están directamente relacionadas: si baja la temperatura, la presión sube, y viceversa.

Aunque hoy en día el testigo de la presión de aceite es más que suficiente para ver si está todo correcto, se puede instalar un reloj adicional que indique dicho parámetro.

Soluciones

Si la temperatura del aceite aún no ha llegado a su punto óptimo y se fuerza el motor, podrían producirse roces y daños entre sus componentes.

  • Para evitarlo, lo aconsejable es arrancar y esperar unos segundos para que el aceite vaya tomando temperatura y, posteriormente, conducir de forma suave, evitando los acelerones bruscos.
  • Cuando se trate de un arranque en frío, hay que iniciar la marcha a un ritmo tranquilo.
  • En el caso de que se produzca un calentamiento, hay que detener la marcha de forma segura, quitar el contacto, bajarse del coche y dejar todas las puertas y el capó del coche abiertos para facilitar la circulación del aire.

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