Las ballestas han sido utilizadas como componente de los sistemas de suspensión desde prácticamente el inicio de la fabricación industrial en el sector automotriz para mejorar el rendimiento de conducción y la comodidad. Aunque han sido reemplazadas en gran medida gracias a tecnologías más avanzadas, se siguen utilizando en aquellos medios que precisan mayor resistencia o una capacidad de carga más amplia.
Veamos a continuación como son las ballestas, así como los diferentes tipos de esta suspensión aplicables a los vehículos para los que aún mantienen un papel crucial.
¿Qué son las ballestas?
La ballesta, en el ámbito de suspensiones de automoción, es un componente normalmente utilizado en el sistema de suspensión trasera en vehículos algo más antiguos y en ciertos modelos de camiones o algunos todoterrenos actuales.
Se compone de varias hojas de acero curvadas y ensambladas en forma de ballesta, que absorben y distribuyen las fuerzas de impacto que generan las irregularidades de firme por el que se circula, y se montan longitudinalmente bajo el vehículo conectando el eje trasero y el chasis.
La mayoría de los vehículos modernos utiliza ya sistemas de suspensión mucho más avanzados, ofreciendo mayor comodidad de conducción y que aportan mejores adaptabilidades a las condiciones del firme en cada momento.
Vehículos en los que se sigue utilizando la suspensión de ballesta
El uso de la suspensión de ballesta se ha reducido, prácticamente eliminado, en los coches de pasajeros actuales debido al avance de los sistemas de suspensión más sofisticados y tecnológicos, aunque se sigue empleando en algunos vehículos por su durabilidad y capacidad de soporte de cargas elevadas, como es el caso de:
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Camiones comerciales y vehículos de carga: por su capacidad para soportar cargas importantes y su resistencia a condiciones de conducción muy exigentes.
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Vehículos todoterreno y 4×4: por su robustez y su capacidad para afrontar terrenos de gran dificultad.
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Autobuses y vehículos de transporte público: en particular aquellos diseñados para el transporte de pasajeros en áreas rurales con infraestructura vial limitada, garantizando la resistencia y la durabilidad en estos casos.
Tipos de suspensión de ballesta
Los tipos más comunes actualmente son los siguientes:
Suspensión de ballesta elíptica
Utiliza una sola hoja de resorte que se curva en forma elíptica conectándose a los ejes en cada extremo y a la carrocería del vehículo por el medio. Es el tipo más común y se utiliza fundamentalmente en vehículos comerciales y todo terreno, ya que es la más resistente y soporta más peso que cualquier otro tipo de suspensión de ballesta.
Suspensión de ballesta semi-elíptica
Utiliza dos hojas de resorte que están unidas entre sí, generando una forma semi-elíptica. Es más común en vehículos más pequeños como automóviles o furgonetas, siendo la menos costosa y más fácil de instalar, pero no pudiendo soportar pesos extremos.
Suspensión de ballesta transversal
Utiliza una sola hoja de resorte curvada en forma de U, con conexión igual que la ballesta elíptica y siempre en parte trasera de algunos coches y camiones, y es la más ligera y fácil de instalar, aunque es la menos resistente con menos capacidad y asunción de peso.
Fuente: revista Motor MundialVentajas y desventajas de la suspensión de ballesta
Como todos los sistemas de suspensión actuales, las suspensiones de ballesta aportan una serie de ventajas y también de desventajas que detallamos a continuación:
Ventajas
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Durabilidad y resistencia en condiciones de conducción exigentes.
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Capacidad de cargas pesadas.
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Mantenimiento sencillo con relación a algunas suspensiones más complejas.
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Coste menor en producción y reparación.
Desventajas
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Confort de conducción más rígido, transmitiendo las irregularidades del firme al vehículo con mayor intensidad.
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Conducción menos precisa y menos estabilidad en curvas y maniobras.
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Peso adicional, que puede afectar a los consumos y al rendimiento general.
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Mayor espacio físico ocupado.
En definitiva, la suspensión de ballesta es interesante en aplicaciones específicas actuales en las que es importante la valoración de la capacidad de carga, la resistencia y el coste de su instalación, como es el caso de algunos camiones comerciales o de algunos tipos de vehículos todo terreno, mientras que la mayoría de los vehículos modernos han adoptado ya sistemas de suspensión más modernizados que les aportan mejor confort de conducción y estabilidad.
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