EL ECT es el sensor de temperatura del líquido refrigerante, transmite esta importante información mientras el vehículo está en funcionamiento para ajustar el sistema de refrigeración en caso de que la temperatura suba demasiado.
De esta manera se ajusta la cantidad de combustible necesaria para una función óptima y se establece también el punto de encendido, regulando además la activación de los ventiladores del radiador cuando la temperatura sube más de la cuenta.
La función es realmente importante ya que puede evitar importantes y muy costosas averías del motor como consecuencia de altas temperaturas, por lo que conviene conocer su funcionamiento, las posibles pruebas a realizar sobre el mismo y cómo detectar un fallo.
Funcionamiento del sensor ECT
Proteger el motor y evitar posibles desastres, y para ello se ubica cerca de la culata, justo en la salida que tiene cada motor hacia el radiador, antes o después del termostato, ya que este es el sitio en el que el líquido refrigerante alcanza la mayor temperatura de todo el circuito.
Cuenta un “termistor” y una resistencia del tipo NTC (Negative Temperature Coefficient) que produce un efecto de reducción de su resistencia interna cuanto más sube la temperatura, disminuyendo la tensión en el sensor para informar de anomalías, de la misma manera que funciona el sensor de temperatura de la admisión que cumple una función diferente.
La unidad electrónica de control del motor realiza constantemente una evaluación de los valores de tensión que reporta ya que esta indica la temperatura del líquido de refrigeración (temperatura baja = a valores de tensión altos y viceversa).
La unidad de control en consecuencia puede corregir la mezcla para enriquecerla si se diera el caso de que las paredes del motor se encuentran frías, evitando así problemas con la combustión.
Es evidente que este sensor de temperatura es crucial en los sistemas de inyección electrónica de combustible, para evitar averías mucho más determinantes.
Averías
Los posibles fallos y averías que provoca son las siguientes:
- Aumento de consumo de aceite.
- Aumento del consumo de combustible, ya que el suministro de combustible al motor puede realizarse de forma incorrecta.
- Emisión de humo negro por el tubo de escape, ya que el módulo de control electrónico puede enriquecer la mezcla demasiado produciendo este tipo de emisiones.
- Fallos de activación de los abanicos de refrigeración electrónicos.
- Marcajes atípicos del indicador de temperatura del coche que puede mostrar valores altos.
- Ralentí inestable, por la mezcla de combustible incorrecta que produce pérdidas de potencia, comportamientos inusuales del motor y vibraciones.
- Sobrecalentamiento del motor, por falta de activación de los electro-ventiladores del radiador.
Cuando los valores que recibe la ECU se salen de lo esperado, se enciende el testigo del motor en el panel de instrumentos y la propia ECU entra en modo especial de avería hasta la solución del problema, cosa que sucede también ante anomalías del sensor ECT.
Pruebas posibles (temperatura del refrigerante)
Para verificar si el sensor de temperatura del motor está dañado se pueden hacer las siguientes actividades contando con un multímetro de temperatura:
- Localizar el sensor en su ubicación en el motor.
- Conectar la sonda roja del multímetro al terminal del sensor y la sonda negra a tierra.
- Tomar lectura.
- Arrancar y dejar funcionar el motor al menos dos minutos.
- Tomar lectura con el motor en frío.
- Seguir haciendo funcionar el motor hasta que se caliente.
- Tomar lectura con el motor en caliente.
- Comparar la diferencia entre el máximo con el motor en caliente y el mínimo con el motor en frío.
- Si la diferencia en ohmnios de las lecturas del motor en caliente y el motor en frío es superior a los 200Ω, sin duda el sensor está dañado y es necesario sustituirlo.
La sustitución del sensor ECT no es una tarea simple y sugerimos que en su caso siempre se ejecute en taller por profesionales con los conocimientos y herramientas que se precisan para esta operación.
Con el fin de evitar averías prematuras de este sensor, conviene además seguir las siguientes recomendaciones:
- Nunca utilizar agua del grifo para el radiador, pues contiene minerales y óxido que pueden dañar el motor.
- Comprobar y reparar las fugas de refrigerante y de aceite inmediatamente siempre en su caso.
Realizar un buen mantenimiento del vehículo es fundamental para viajar seguro en carretera y evitar accidentes. Si quieres estar tranquilo y mantener tu coche en las mejores condiciones cuenta con las coberturas que te ofrece el Seguro de Coche MAPFRE.
Comentarios (0)