Gracias a los sensores de desgaste de freno podrás saber cuál es la vida útil de tus pastillas para viajar siempre de una forma segura y garantizándote tu integridad en la carretera. Te contamos cómo funcionan.
Qué es el sensor de desgaste de freno
Los sensores de desgaste de freno sirven para indicar cuál es la vida útil de las pastillas utilizadas en el coche. En la actualidad, y dependiendo del modelo de coche podrás encontrar diferentes sensores para realizar esta labor.
Sensores de desgaste electrónicos
Algunas pastillas de freno cuentan con sensores electrónicos de desgaste de pastillas. Estos están compuestos por un cable en forma de círculo que cuenta con una pequeña corriente eléctrica (unos 2.000 ohmios).
Este cable se conecta a la pastilla de freno, cerca del rotor. Cuando la pastilla de freno se va desgastando, más allá de lo especificado por el fabricante, el rotor entrará en contacto con el cable. Esto provocará la rotura del círculo de cable haciendo que la resistencia cambie. En este punto, se activará una luz en el cuadro de instrumentos que avisará al conductor de que es hora de cambiar las pastillas de frenos.
Sensores de desgaste mecánicos
Las pastillas de freno cuentan con un sensor de desgaste integrado en ellas. Se trata de una pieza metálica que se encuentra conectada a la cuña de la pastilla o a la placa del respaldo. Esta pieza de metal está colocada tres milímetros sobre dicha placa o cuña e indica que esta es nueva.
A medida que se va desgastando más de dos o tres milímetros, el metal situado en ella entrará en contacto con el rotor provocando un chirrido en la frenada. Gracias a esto se indica que las pastillas de freno se encuentran desgastadas y que es necesario cambiarlas por unas nuevas.
Sensores de desgaste de pastillas electrónicos de dos etapas
Los coches más modernos disponen de sensores de desgaste de pastillas electrónicos de dos etapas. Estos, además de advertir al conductor de que las pastillas de freno se encuentran en mal estado, indican cuántos kilómetros podrás recorrer con ellas. Es decir, qué vida útil les queda antes de acudir al taller.
Disponen de dos sensores integrados en el círculo del cable con dos circuitos de resistencia equipados con dos profundidades separadas en el cable. Con la rotura del primer circuito de resistencia, cuando la pastilla de freno alcanza un desgaste concreto, se activará una etapa de recogida de información en la que se mandarán los datos al ordenador de abordo para calcular cuánto tiempo puedes seguir rodando con tu vehículo antes de cambiarla.
Cuando se rompe el segundo cable se encenderá la luz indicadora de desgaste en el panel de instrumentos indicando al conductor que es el momento de acudir al taller para sustituirla.
Cómo se repara
Es recomendable cambiar los sensores de desgaste de los frenos cuando se realizan labores de revisión en las pastillas. De esta forma, con cada cambio te aseguras de que la medición será correcta y no presentan fallos que puedan comprometer tu seguridad en carretera debido a unos frenos en mal estado.
Aunque es una reparación relativamente sencilla, siempre es mejor contar con la ayuda y el trabajo de profesionales para realizar estas sustituciones. En muchas ocasiones es necesario restablecer el sistema para que la luz deje de lucir en el cuadro de instrumentos y esto solo es posible en un centro especializado.
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