Sin duda el plástico es uno de los materiales más usados en automoción, por lo que es realmente frecuente enfrentarse a reparaciones con este material con pegados u otra clase de arreglos en función del tipo de plástico, las dimensiones del daño y algunos otros factores, verificando en cada caso la factibilidad de la reparación, así como la posible calidad de la misma y la durabilidad esperable de esta intervención.
El plástico en general es un material muy resistente a la corrosión, con un buen comportamiento a los golpes a baja velocidad porque absorbe muy bien la energía, con poco peso, muy maleable, reciclable y actúa perfectamente como aislante eléctrico, térmico y acústico.
Por ello el plástico supone cerca del 20% de la composición de un coche, aunque esta cota es variable en función de la marca y el modelo. Podemos encontrar plásticos en:
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El interior: revestimientos de puertas, paneles frontales, control de elevalunas, guanteras, partes de los asientos, asideros, palancas, etc.
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El exterior: gran parte de la carrocería, paragolpes, rejillas, tapacubos, molduras, carcasas de faros, canalizaciones del combustible, etc.
Por supuesto, casi todos estos plásticos pueden ser reparados con adhesivos o selladores, o bien aplicando soldadura o grapas metálicas. Te contamos qué método es el más adecuado en cada caso.
Tipos de plásticos de los vehículos
En los vehículos encontramos 3 tipos de plásticos muy diferentes:
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Termoplásticos: son los más habituales en las carrocerías por su gran dureza y estabilidad. Se reparan bien con adhesivos (paragolpes, spolilers, rejillas, tapacubos, canalizaciones de baterías, revestimientos de pasos de ruedas, etc).
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Termoestables: se trata de plásticos rígidos con gran resistencia y que no se deforman por las elevadas temperaturas. Admiten sólo adhesivos para reparación ya que no aceptan ningún tipo de soldadura (zonas que precisan cierta flexibilidad pero sometidos a grandes temperaturas como el cárter, el soporte del radiador, etc).
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Elastómeros: muy flexibles y elásticos, capaces de soportar fuertes presiones volviendo a su estado inicial tras sus deformaciones. Son de muy difícil reparación y no admiten calor, sólo posibles adhesivos (spoilers, juntas, gomas de las lunas, etc).
Reparación de plásticos mediante adhesivos
El método más utilizado es el uso de “adhesivos bicomponentes” ya que normalmente aseguran una reparación con buenos acabados y una durabilidad más que aceptable, produciendo además una cierta hidratación del plástico reparado.
Hay muchas variedades de adhesivos para plásticos, e incluso existen otros productos que no está especialmente indicados para plásticos pero que dan muy buen resultado, así como geles muy tenaces y de alta resistencia para esta operación que además aportan una eficaz capacidad de relleno en caso de necesidad.
Nuestra sugerencia es utilizar productos con una buena composición de poliuretano para el caso de paragolpes y embellecedores, con aplicación fácil con pistola manual que permita reparaciones de todos los tipos sobre piezas plásticas o de fibra, consiguiendo además un acabado muy perfeccionado.
Reparación de plásticos mediante soldadura
Da también muy buenos resultados la unión de plástico mediante soldadura con pistola de aire caliente, aplicando además el mismo material con varillas de relleno.
El proceso se realiza precalentando la pistola durante 25-20 minutos y lijando las zonas a sellar para que queden lisas y suaves. Es necesario asegurarse de que las piezas estén colocadas en su correcta posición y proteger las uniones con aluminio o materiales similares.
La aplicación se realiza moviendo la pistola lentamente sobre las zonas a cubrir o reparar, haciendo que el calor junto a las varillas de relleno actúen de la forma esperada. Al finalizar hay que dejar que la zona se seque y baje su temperatura para proceder a lijar y conseguir un acabado final adecuado.
Procedimientos añadidos para la reparación de plásticos
En función del tipo de rotura, el nivel de desperfecto que presente la pieza o el material en el que está fabricado, es posible que se deba utilizar una malla metálica o grapas de metal para reforzar la zona en cuestión.
En todo caso siempre se debe lijar la pieza reparada para darle un acabado perfecto y eliminar todas las imperfecciones posibles, para lo cual conviene trabajar con una lija gruesa que se debe utilizar con eficacia.
En todo caso, a la hora de reparar piezas plásticas tales como fisuras, orificios, deformaciones, grietas o simples arañazos, se elegirá según el tipo y la grandeza del daño si reparar por soldadura o con adhesivos, teniendo en consideración comentarios como los siguientes:
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A veces es necesario decidir cambiar la pieza por una nueva en vez de repararla, en función del tipo de la pieza y de la magnitud del daño.
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Puede que se necesiten demasiados desmontajes debido a la accesibilidad que presenta la pieza, por lo que puede convenir cambiar la pieza entera.
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