Pintar un coche con spray puede ser una buena solución cuando los daños estéticos en la pintura del vehículo son leves. Este tipo de reparaciones puedes realizarlas tú mismo si cuentas con los materiales adecuados o dejarla en manos de profesionales. A continuación, te contamos en qué consiste el proceso.
Pintar el coche con spray paso a paso
La pintura en spray es una buena opción para aquellas personas que no disponen de herramientas profesionales para realizar la reparación o no tienen la experiencia adecuada. Conseguir unos buenos resultados dependerá de la maña de cada uno, de contar con la pintura específica y de seguir los pasos de manera adecuada.
Limpiar y desengrasar
Lo primero que debes hacer es limpiar y desengrasar la superficie que vas a pintar. Para ello puedes usar un pulverizador con disolvente desengrasante. Frota con una bayeta de microfibra y elimina toda la suciedad.
Protege el resto del vehículo
Deberás colocar cinta de carrocero para delimitar la zona que vas a tratar para evitar daños en otros lugares y poder lijar sin problemas en el lugar en el que se encuentra el desperfecto.
Decapar
A continuación, es necesario eliminar la pintura dañada, para ello, deberás decaparla usando una lija con un grano abrasivo P120. Con este paso conseguirás eliminar los desconchados, arañazos y mejorar la adherencia de los productos que deberás aplicar más tarde. Continúa lijando con taco y aplicando un movimiento de vaivén con una presión ligera hasta que encuentres capas de pintura sin daños.
Tras el paso anterior, deberás desengrasar de nuevo la zona usando un pulverizador y la bayeta de microfibra para eliminar todo el polvo que haya podido generarse durante el procedimiento.
Aplicar masilla de relleno y lijar
Este producto aplicado en la zona a tratar ayudará a eliminar las imperfecciones que pueda haber en la chapa: deformaciones, pequeñas abolladuras o defectos de la pintura. Usa una espátula para esparcir la masilla de manera homogénea por la zona afectada y deja que se seque siguiendo las instrucciones del fabricante.
A continuación, lija la masilla usando una hoja de grano P220 para conseguir una superficie lisa y nivelada. Utiliza un taco con movimientos de vaivén sobre la superficie en la que has aplicado la masilla sin ejercer sobre la zona demasiada presión. La mejor opción es que empieces siempre lijando los bordes, de dentro a afuera. Repite la operación con el interior de la zona.
Tras ello, usa una lija con grano más fino (P320) para lograr una superficie lisa y en la que la imprimación se adhiera con mayor facilidad. A continuación, solo quedará lijar el contorno del parche que se ha realizado. Usa una esponjilla abrasiva fina para que la marca de lijado sea menos profunda.
Aplicar la imprimación
Una vez que la masilla esté en las condiciones adecuadas, deberás desengrasar de nuevo la superficie tratada para continuar con el siguiente paso y asegurarte de que has eliminado todo el polvo y la suciedad.
Por fin llega el momento de aplicar la pintura y para ello será necesario que protejas el resto de las zonas del vehículo usando papel y cinta de carrocero.
Cuando hayas preparado el área podrás aplicar una imprimación sobre el área que has tratado para proteger la reparación y reducir los defectos de la masilla. Sigue las instrucciones del fabricante para adecuarte a los tiempos de secado del producto.
Trascurridas aproximadamente unas dos horas, la imprimación estará seca y será el momento de lijarla usando un abrasivo al agua de grano P800. Usa un taco para lijar realizando movimientos con una presión suave. Mantén la superficie mojada en todo momento para que la lija se deslice correctamente. Por último, usa un estropajo abrasivo gris de grano fino para lijar el resto de la pieza. De esta forma te aseguras de que la pintura se adhiere a la perfección sobre la zona.
Tras el proceso de lijado es necesario desengrasar de nuevo la zona y las áreas adyacentes por lo que deberás eliminar la protección para realizar esta tarea. A continuación, y una vez limpia la zona, vuelve a cubrir con papel y cinta de carrocero la superficie que no vayas a tratar para evitar mancharla con pintura.
Aplicar base de color
Tras proteger la zona y comprobar que no hay polvo, es el momento de utilizar el spray con el color específico de tu vehículo en la zona afectada. Deberás aplicar 3 o 4 capas sobre el parche hasta que este quede cubierto por completo. Deja un tiempo de secado de unos 5 minutos entre capa y capa.
Aplicar laca
Una vez que el parche ya cuenta con el color adecuado, es necesario añadir una laca o barniz protectora. Deberás usar entre 2 y 4 manos, una vez que el color se haya secado por completo dejando un tiempo de evaporación entre capas de unos 5 o 10 minutos. Con este paso conseguirás proteger la pintura y darle brillo. En unas 2 horas aproximadamente la laca estará seca y podrás retirar las protecciones. Si existe alguna imperfección podrás eliminarla usando una lija fija P2000. A continuación te dejamos un vídeo con los pasos a seguir para que puedas hacerlo tú mismo.
Como ves se trata de un proceso bastante sencillo si eres mañoso y sobre todo para pequeñas reparaciones. En el caso de que el daño sea mayor o no te atrevas a realizarlo, es mejor que acudas siempre a un profesional.
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