A la hora de cambiar los neumáticos estos datos son fundamentales ya que con ellos se determina si son apropiados para el vehículo, conociendo el peso que puede aguantar y la velocidad en km/h que pueden soportar.
Lectura de los neumáticos
Antes de adquirir unos neumáticos hay que conocer suficientemente la simbología que llevan impresa y sus implicaciones, ya que todo neumático lleva 5 inscripciones numéricas que determinan el uso de la rueda, como sigue:
- Las 3 primeras cifras referencian la propia característica de la rueda: ancho en milímetros, perfil en % en su relación entre anchura y altura y la llanta expresando su diámetro en pulgadas.
- Los dos siguientes son el índice de carga y el código de velocidad, que son conceptos algo más complejos que los anteriores y están en ambos casos asociados a unas tablas de equivalencias, identificando la carga que puede soportar el neumático en su vehículo y la velocidad recomendable de circulación. Estos dos conceptos se expresan con claridad siempre en la Ficha Técnica del vehículo.
El índice de carga
Es un código numérico, que se refleja en todos los neumáticos, situado entre el número de llanta y el código de velocidad, e identifica la cantidad de carga máxima que es capaz de soportar un neumático. Evidentemente, la carga del neumático multiplicado por 2 aporta la carga total soportable por el eje del coche.
Para leerlo hay que considerar la siguiente tabla de equivalencia, en la que se identifica el código numérico que está impreso en el flanco del neumático con los kilogramos soportables por la rueda, como sigue:
El código de velocidad
La última, aunque muy importante, inscripción en los neumáticos es el código de velocidad, que se trata de una codificación alfanumérica que también debe ser interpretada mediante una tabla de conversión.
El índice de carga y el código de velocidad están directamente relacionados, por lo que es conveniente observarlos conjuntamente, sabiendo que el código de velocidad referencia la máxima velocidad que el neumático puede soportar o alcanzar.
Se define con un código alfanumérico ya que suele ser una letra y solo en algunos casos (los neumáticos que llevan A) que se acompañan de un número, y no se expresan, en consecuencia, en valores directos por lo que se tiene que analizar con una tabla de conversión y equivalencias al efecto.
En dicha tabla se expresa la relación de la letra que corresponde con los kilómetros por hora para los que está preparado / optimizado el neumático para circular como máximo a la velocidad que recomienda dicha tabla.
Es el fabricante del neumático el que determina el más adecuado a cada modelo en función de múltiples factores, guardando todos ellos una relación muy directa con cada vehículo (peso, potencia en CV, etc.), considerando que tras la letra referenciada en el neumático hay una respuesta directa al tipo concreto del vehículo en cada caso.
Por ejemplo si la letra es la “Y”, lo más lógico es que se trate de un coche de alta cilindrada o deportivo que será capaz de llegar a altas velocidades, mientras que la letra “Q” se utiliza para los clásicos 4×4 y la “T” o la “S” para los coches familiares en general.
La tabla de equivalencia del código de velocidad es la siguiente:
Como consejos finales a la hora de elegir un neumático, sugerimos:
- Acudir a la ficha técnica del vehículo para recabar la información específica necesaria para poder instalar el neumático más adecuado en lo que se refiere a carga y velocidad, obteniendo así las mejores prestaciones para el vehículo en cuestión.
- Respetar siempre la relación entre velocidad y carga, para así conseguir un menor desgaste de los neumáticos y exponerse a riesgos menores, evitando además potenciales sanciones.
Escoger el neumático adecuado para tu vehículo es fundamental para estar tranquilo mientras conduces al igual que saber que estas protegido con el Seguro de Coche de MAPFRE.
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