¿Qué sistema de frenado tiene tu vehículo: disco o tambor? El de disco es el más actual y el que montan la mayor parte de coches nuevos, no obstante, merece la pena saber cómo funcionan ambos sistemas y sus ventajas. El sistema de disco presenta un gran número de variedades que buscan mejorar la eficiencia en la frenada y maximizar la vida de todos los elementos que lo conforman.
Freno de tambor
El freno de tambor es el más antiguo y pocos modelos montan a este tipo de sistema. Solo en algunos casos se reserva para poner en los frenos de las ruedas traseras en coches de bajo presupuesto.
Un gran cilindro –parece un tamaño de grandes dimensiones- va montado sobre la rueda que debe frenar. Cuando el conductor acciona el pedal del freno el sistema de resortes sobre los que va montado el tambor lo mueven para que este roce contra la goma, esta fricción de contacto detiene el movimiento de la rueda.
Desventajas del freno de tambor
Aunque eficaces en su trabajo, los frenos de tambor acumulan desventajas frente a los sistemas posteriores.
- Menos eficiencia en la frenada
- Precisan de más tiempo y espacio para detener por completo un vehículo
- Su precisión está limitada
- Tienen una menor vida útil
- Se ven afectados por las altas temperaturas y un uso brusco y continuo, por ejemplo, cuando bajas un puerto o pendientes prolongadas.
Frenos de disco
Un disco es la pieza fundamental de este tipo de frenos. Los frenos de disco son los más actuales y habituales en casi todos los vehículos, presentan además diferentes tipos y admiten sistemas para su mejora como el ABS.
El disco de acero –los coches de competición montan discos de fibra de carbono- lleva adosadas un par de pastillas que son las encargadas de ejercer fricción con el disco para provocar que el coche se detenga. Es en este tipo de freno el líquido de frenos el que presiona sobre los pistones que, a su vez, mueven las pastillas.
Tipos de frenos de disco
Discos flotantes con pinzas fijas
Son más ligeros y duran más que los discos básicos. Para mejorar la capacidad de frenada esa variedad de freno lleva el disco y la llanta colocados son un buje al que se unen por medio de elementos de aluminio –pinzas– que se dilatan. Se deforman menos por lo que duran más y procuran una mejor frenada.
Discos ranurados con pinzas fijas
Los deportivos suelen montar discos ranurados con pinzas fijas, aunque también se colocan en otro tipo de coches. Con respecto a los discos flotantes, los ranurados presentan pequeñas hendiduras para eliminar la suciedad que se acumula con el paso del tiempo en la superficie de las pastillas. Se calcula que mejoran la capacidad de frenada en un 30 por ciento con respecto a los de disco convencionales.
La gran desventaja del sistema ranurado es que desgasta las pastillas con más rapidez, aunque son especialmente recomendados para conducir en condiciones meteorológicas adversas. El uso del freno con lluvia o sobre nieve requiere especial atención y prudencia, la tranquilidad de conducir protegido por un seguro completo y que siempre responde a tus necesidades es un plus en este tipo de escenarios complicados para la conducción.
Discos fijos ventilados con pinzas fijas
En los 70 llegaban los discos ventilados para acabar con los problemas de recalentamiento que presentaban los sistemas anteriores de discos con pinzas fijas. El disco incorpora ranuras en su interior que hacen que el aire circule de dentro hacia fuera, lo que permite que la pieza se enfríe mientras gira.
Discos ventilados con pinzas flotantes
Las pinzas flotantes tienen la gran ventaja de solo necesitar un pistón lo que abarata el coste de este tipo de sistemas y, además, consigue rebajar el peso, lo que siempre se agradece en un coche.
El disco ventilado –por la parte delantera del eje- es hoy el más habitual. Es liso y fijo, cerrado por la parte de atrás. Frente a los 6 y 8 pistones que necesitan las pinzas fijas, las flotantes solo usan uno. Sin embargo, este engranaje resiste peor las subidas de temperatura y es menor eficiente.
El sistema ABS
Desde 2004 el sistema antibloqueo de frenos -ABS- es obligatorio en todos los vehículos nuevos, precisamente este elemento de seguridad se instala en los frenos de disco. El sistema funciona manteniendo la estabilidad en la conducción. Se trata de un sistema de seguridad activa que evita muchos accidentes y que mejora la función de frenado en los vehículos.
Con independencia del tipo de freno que use tu coche, los mecánicos insisten en señalar la importancia de revisar todas y cada una de las piezas para detectar con antelación cualquier desgaste, fallo o avería que pueda comprometer el funcionamiento correcto de todo el sistema. Es importante no apurar los cambios de discos y pastillas, ni olvidar revirar el nivel del líquido de frenos para un uso óptimo.
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