Los frenos del coche son un elemento de seguridad que debe mantenerse siempre en perfecto estado. Para que todos los componentes del mismo funcionen como deben es necesario que realices un mantenimiento periódico en talleres que te ofrezcan las mejores garantías. Recuerda que la póliza de Seguro de Coche MAPFRE cuenta con los mejores profesionales para revisar tu coche, evitando que sufras problemas en carretera.
Cuando hablamos de frenos del coche, en realidad debemos referirnos a “sistema de frenado”, ya que dentro de este se encuentran distintos componentes con la función de conseguir que el coche se detenga. Este está compuesto por:
- Freno de mano.
- Freno de servicio.
En esta ocasión, vamos a ver qué es el freno de servicio. Aunque no lo creas es el más conocido de los dos ya que es el que utilizas más a menudo. El freno de servicio es el pedal de freno de tu coche, es decir, el que accionas mientras te encuentras en marcha para conseguir detener el vehículo.
Cómo funciona el freno de servicio
El freno de servicio está compuesto por un pedal que se acciona con el pie derecho con el objetivo de reducir la velocidad del automóvil hasta que este se detiene por completo. El frenado se realiza de forma gradual y suave para conseguir que todas las ruedas del coche se detengan de manera segura.
Al pisar el pedal de freno, este se desplaza y permite accionar un pistón que se desliza en el interior de un cilindro.
Éste, cuenta en su interior con el líquido de freno que permite que este se mueva haciendo que la presión ejercida por el pie al pulsar el pedal, a través de tuberías, llegue a los pistones. Estos serán los que accionan las zapatas o las pastillas de freno hasta hacer que el vehículo se detenga de forma progresiva.
El freno de servicio debe ser revisado en la ITV ya que su uso es muy frecuente y es uno de los elementos con más desgaste. La forma de conducción y las condiciones en las que se utilice son claves para su mantenimiento, por lo tanto, el desgaste del freno depende de si conducimos por ciudad o por carretera, entre otros factores.
Si lo hacemos por núcleos urbanos, este se desgastará más ya que su uso será superior.
¿Cómo se revisa el freno de servicio en ITV?
Las pruebas de realizadas en la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) incluyen la revisión del sistema de frenado. Pasar esta con resultado positivo será esencial para que puedas circular con tu coche.
Para comprobar la eficacia de los frenos se utiliza un aparato denominado frenómetro. Está compuesto por dos o cuatro placas que se sitúan en el suelo. El coche debe colocar las ruedas sobre ellas para que pueda comenzar la medición.
El objetivo de este aparato es el de comprobar qué fuerza de frenado tiene el coche, el agarre de los neumáticos en la superficie, el tiempo que tarda en frenar y la simetría de los ejes.
El conductor en el interior del vehículo debe accionar el freno de servicio pulsado cuando el técnico de la ITV se lo indique de manera que la máquina pueda realizar su trabajo.
Los resultados del test se obtienen inmediatamente y permiten a los técnicos conocer rápidamente el estado del sistema de frenado y su seguridad.
En el caso de que los resultados obtenidos en la prueba sean negativos será necesario revisarlos ya que alguno de los elementos de los mismos puede estar fallando.
Pueden ser las pastillas, las pinzas…etc. En este caso la ITV será desfavorable y deberás dirigirte a tu taller para que los reparen. Una vez realizadas las acciones deberás acudir nuevamente a la ITV para volver a pasar la prueba.
Mantenimiento del sistema de frenado
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Como hemos señalado anteriormente, el desgaste de los frenos dependerá de muchos factores. Estos pueden ser la carga del vehículo, si se circula por carretera o ciudad, la manera en la que se pulsa el pedal, si el coche frena en pendiente, si lo hace en marcha…etc. Por este motivo la revisión y mantenimiento de sus elementos debe ser lo más frecuente posible.
Con cada frenada se provoca una fricción en las pastillas o los discos de freno, que hace que el material con el que están fabricadas se desgaste. Para poder circular con seguridad debes estar atento a las señales que tus frenos te irán dando.
En primer lugar, revisa que no estén perdiendo líquido. Puedes corroborar el nivel del líquido fácilmente ya que el depósito es transparente por lo que podrás comprobar de un solo vistazo si tiene la cantidad adecuada o ha disminuido sin razón alguna. En el caso de que haya fugas deberás acudir a tu taller para que lo revisen.
A continuación, deberán comprobarse de manera periódica los elementos fijos como las pastillas y las zapatas, para sustituirlas cuando sea necesario y por último comprobar el estado de los elementos móviles del sistema de frenado: discos y tambores.
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