Actualmente el mundo de la industria está desarrollando múltiples tipos de baterías en busca de las ideales para la transición eléctrica que se busca en automoción y en otros sectores, teniendo cada una de ellas diversas ventajas y desventajas, e indicándose cada una para diferentes proyectos y usos, por lo que creemos conviene ir conociendo los detalles de estas baterías que regirán nuestras vidas más inmediatas.
En el caso de las baterías de Li-Ion (iones de litio) y de Li-Po (litio y polímero), existen muchas confusiones que intentaremos desvelar con este artículo.
¿Qué es una batería de litio?
Las baterías de iones de litio “Li-Ion” son un formato recargable muy extendido desde los años 90 por su utilización en grandes compañías de electrónica, y se constituyen de grupos de compartimentos muy rígidos para generar electricidad mediante 3 piezas: un electrodo positivo, otro negativo y un compuesto químico liquido entre ellos. Incluyen además (a diferencia de las baterías de Niquel-Cadmio o NiMH) un controlador electrónico para graduar su potencia y su flujo de descarga, evitando así sobrecalentamientos y/o explosiones.
Es la tecnología más extendida para uso de vehículos eléctricos o electrificados en la actualidad.
Por su parte, las baterías de litio y polímero “Lo-Po” funcionan con el mismo principio de las de iones de litio, si bien utilizan un medio conductor para realizar el intercambio de electrones entre el material del electrodo negativo y el electrodo positivo, contando entre ambos electrodos con un material poroso (microscópicamente) que permite el paso solo de los iones (polímero). En la actualidad se utiliza sobre todo en aparatos de aeromodelismo y automodelismo.
Las baterías de iones de litio precisan de un empaquetado que una las capas muy firmemente, mientras que en las baterías de litio polímero el empaquetado es mucho más pequeño y normalmente con capas flexibles.
Diferencias más notables entre las baterías Li-Ion y Li-Po
La diferencia más importante entre ambos tipos de batería es el electrolito entre los electrodos positivos y negativos, ya que en las de Li-Po el electrolito no es líquido y en las Li-Ion sí.
La Li-Po utiliza como electrolito un sólido seco, un químico poroso, o un electrolito similar a un gel, siendo este último el más popular en su uso en baterías de ordenadores y en los vehículos eléctricos, si bien lo más común en automoción es utilizar baterías de Li-Ion con una carcasa flexible.
En cuanto a ventajas y desventajas de ambos tipos de baterías, señalamos:
Li-Ion |
Li-Po |
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Ventajas |
– Alta densidad de energía – No tiene efecto de memoria – Menores costos |
– Robusta y flexible – Dimensiones reducidas – Menos probabilidades de que el electrolito se derrame |
Desventajas |
-Inflamable |
-Costo de fabricación más alto |
Otro aspecto muy importante a tener en cuenta es el modo de recarga de las mismas, debiendo contar en ambos casos con cargadores especializados que trabajan con corriente constante o voltaje constante. En el caso de exceder la tensiones o corrientes recomendadas, sea en su tramo mínimo como máximo, se pueden dañar las baterías.
Las Li-Po son recomendables para dispositivos portátiles por sus dimensiones y pesos más reducidos. Sin embargo, si lo que se precisa son corrientes de descarga elevadas, las Li-Ion son las adecuadas, por lo que su uso en automoción es la actual tendencia.
Cómo cargar baterías de iones de litio Li-Ion correctamente
Este tipo de baterías las podemos encontrar desde en un smartphone hasta en un vehículo eléctrico, y en todo caso necesitan ser recargadas regularmente, por lo que es importante hacerlo de forma correcta para alargar su vida útil.
Veamos a continuación lo que hay que tener en cuenta para esta correcta carga:
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Se aconseja realizar su recarga en las noches, obteniendo en general tarifas más económicas y aceptando sin problemas una recarga continua de este tipo sin que esto afecte a su vida útil. Se pueden además realizar recargas parciales sin que esto afecte a su capacidad de almacenamiento.
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Todas las baterías actuales cuentan con sistemas de gestión que impiden su sobrecarga, para así garantizar una carga correcta y cuidada.
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Evitar en lo posible la descarga completa de la capacidad de las baterías, ya que este proceder daña claramente la vida útil de las baterías y probablemente aminorará con el tiempo sus capacidades de almacenamiento.
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Aunque las baterías de Iones de Litio son muy resistentes, no dejan de ser sensibles a las temperaturas, por lo que se desaconseja su exposición a temperaturas superiores a los 45º C e inferiores a los -10º C, evitando también su recarga a estas temperaturas.
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No olvidar nunca el famoso “efecto memoria” que, aunque en las actuales baterías de Iones de Litio apenas es significativo (más probable en las baterías de Níquel Cadmio, por ejemplo) si tiene un mínimo efecto produciendo una mínima descarga parcial de la batería por efecto de la memoria del acumulador ante descargas parciales. En las baterías de iones de litio de última generación el efecto memoria ha desaparecido casi por completo.
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Por supuesto con baterías de iones de litio se pueden realizar cargas intermedias en cualquier momento sin problema, para así alargar uso y recorridos en el caso de vehículos, aunque es necesario siempre recordar que es necesario apagar el cargador en su caso antes de separar el cargador del aparato para evitar cortes dañinos de recarga (normalmente ya el sistema de apagado está automatizado).
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