El convertidor par es el elemento que permite realizar los cambios de marcha que se realizarían con el embrague en una caja manual, en una con cambio automático. Te contamos cómo funciona y cómo cuidarlo.
Qué es un convertidor de par
En las cajas de cambio automáticas existe un mecanismo denominado convertidor de par que cumple la misma función que cumple un embrague en las cajas manuales. Es decir, permite cambiar de marcha y realizar la conexión entre la caja de cambios y el motor. Se trata de un embrague hidráulico que ayuda a graduar la combinación par y velocidad para que se adapte a las necesidades del vehículo.
Partes de un convertidor par
Un convertidor par cuenta con una serie de piezas que le permiten realizar los cambios de marcha en una caja de cambios automática:
- Bomba: gira a las mismas revoluciones que el motor e impulsa el aceite contra la turbina.
- Estator: se encuentra entre la bomba y la turbina y dispone de un mecanismo que permite que la velocidad de giro de la bomba y la turbina no se igualen.
- Turbina: se encuentra engranada en el eje de la caja de cambios y es la que recibe el aceite de la bomba para poder girar.
- Embrague anulador del convertidor de par: es un embrague de fricción que trasmite el movimiento al convertidor.
Cómo funciona el convertidor de par
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Un convertidor de par cuenta con tres fases de funcionamiento y estas son las siguientes:
Fase normal
Se envía una corriente de aceite generada por la bomba a las palas de la turbina. Desde esta se devuelve a la bomba y choca con el reactor que se encuentra entre ambas piezas. Este la desvía y la canaliza de nuevo hacia la bomba.
Fase de multiplicador de par
En ella la bomba gira más rápido que la turbina. El convertidor, en este caso lo que hace es actuar como embrague para desacoplar la transmisión. Cuando las revoluciones de la turbina y la bomba aumentan, el convertidor multiplica el par del motor. Así el aceite es impulsado por la bomba y choca con los álabes de la turbina, permitiendo que esta se desplace. El aceite retorna de nuevo con fuerza hacia la turbina, lo que hace que un par adicional se sume al que el motor está aplicando a la bomba, consiguiendo un aumento del par motor.
Cuando las velocidades de la bomba y la turbina se van igualando, el efecto disminuye y el convertidor comienza a cambiar su funcionamiento para comportarse como un embrague hidráulico normal, en la que la relación de transmisión es 1 a 1.
Fase como transmisor de par
El convertidor par se asemeja al embrague hidráulico para transmitir el par con relación 1 a 1 cuando la bomba gira a gran velocidad y la turbina es impulsada con fuerza por el aceite a una velocidad muy similar a la de la bomba.
En este punto la alimentación del aceite del convertidor se realiza por un circuito hidráulico equipado con un radiador y una serie de válvulas que permiten controlar la presión a través de la unidad de control del cambio.
Qué fallos puede tener
Un convertidor par puede presentar problemas derivados de distintos factores. Estos son las más comunes cuando se detecta un fallo en este elemento:
- Convertidor mal colocado: si se ha desmontado el motor o la caja de cambios automática, es posible que no se haya encajado correctamente de nuevo. Debido a ello se produce una falta de engranaje que hace que el convertidor se estropee.
- Cuando los componentes internos están desgastados: las paletas se pueden ir doblando lo que provocará cambios lentos y el motor acelerará más de lo normal. Este problema suele desaparecer cuando el sistema va calentándose.
- Cuando se excede la capacidad de remolque durante un tiempo prolongado.
En cualquiera de estos casos, la mejor opción es decantarte por revisar tu coche en un taller especializado. como los que te ofrece la red incluida en el Seguro de Coches MAPFRE. Mantener en óptimas condiciones tu coche realizando revisiones periódicas te ayudará a evitar problemas en el convertidor de par.
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