Sin una correcta refirigeración del motor, el calor puede provocar fallos graves en el mismo. Aliviar esas altas temperaturas y sus efectos es la misión de termostatos y ventiladores, pero para ello necesita un elemento fundamental. Se trata del líquido refrigerante, un compuesto que a diferencia del agua no se congela al llegar a los 0 grados y que está especialmente formulado para absorber altas temperaturas, evitar corrosiones e impedir que se oxiden las piezas.
Por ese motivo, para evitar problemas en el sistema de refrigeración, debemos mantener siempre el líquido en niveles adecuados y llevar el tipo de líquido más adecuado a nuestro coche y entorno.
Comprobar el líquido refrigerante paso a paso
- Para comprobar el nivel del líquido, simplemente basta con revisar el vaso de expansión debajo del capó. Dicho vaso lleva siempre una línea que marca el mínimo, y otra que marca el máximo de líquido estipulado por el fabricante entre las que debe encontrarse el nivel. Suele ser transparente y llevar un tapón de color azul o negro. Pero en caso de duda, sólo tendrás que revisar el manual del coche.
- Para comprobar el nivel de medición del líquido refrigerante, lo ideal es que él coche esté en una superficie llana y el motor totalmente frío. De lo contrario, la medición puede ser inexacta, puesto que el calor hace que los líquidos se expandan. Además, corres peligro de quemarte al abrir el tapón.
- Piensa que el circuito de refrigeración, al ser un circuito cerrado, no debería presentar pérdidas, pero puede que por condiciones climáticas extremas o por el paso del tiempo, baje un poco el nivel. En ese caso tienes que rellenarlo.
- En caso de que falte refrigerante, rellena hasta la marca. Ahra bien, lo ideal es usar siempre el anticongelante recomendado por el fabricante. Y conviene ser precavido y considerar que si mezclas dos distintos se puede formar una pasta que, con el tiempo, ocasione una avería en el coche.
- Cuidado, porque algunos anticongelantes vienen concentrados, y hay que mezclarlos con agua al 50% (mejor, si usas agua destilada). Si no encuentra el líquido recomendado por el fabricante, rellena sólo con agua destilada o embotellada
Si observas que el líquido baja mucho, o que baja frecuentemente, tendrás que ir a un taller de confianza para que comprueben de dónde puede proceder la avería o pérdida. También puedes requerir su intervención para cambiar por completo el líquido refrigerante, si tienes dudas de cuál usaste anteriormente o bien si quieres vaciarlo y cambiarlo por completo. Una medida recomendable cada 40.000 km o si observas que tiene un color turbio y descolorido y que también puede ser origen de averías. En ese caso, recuerda que con tu Seguro de Coche MAPFRE tienes acceso a las coberturas más completas para estar protegido ante cualquier imprevisto que puedas tener con tu vehículo.
Qué tipos de refrigerante existen
El agua es el refrigerante más elemental. Pero, como decíamos, tiene muchas más desventajas que ventajas y no dispone de las cualidades protectoras de un buen refrigerante. Además, hay circunstancias en las que te puede ser imprescindible usar un refrigerante anticongelante, si vives en zonas frías y que bajen de 0ºC de forma regular.
También existen tipos de refrigerante especiales para quienes sufran ya problemas de corrosión.
Si hay que rellenar el nivel porque ha bajado, pero no sabemos qué refrigerante utilizamos la última vez, siempre existe el recurso de emplear agua destilada. Al estar desmineralizada, no tiene los inconvenientes del agua común y nos sirve para salir del paso.
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