Cuando se habla de camperizar una furgoneta, se entiende que la idea es modificar el habitáculo interior para que sea posible vivir dentro de él, o al menos, contar con las mínimas condiciones de habitabilidad exigible.
Para camperizar una furgoneta, hay pasos básicos que no puedes saltarte y algunos consejos que te ayudarán a que tu proyecto sea un éxito, evitando los típicos errores de novato.
Elige un vehículo con posibilidades
Los expertos aseguran que puedes crear furgonetas camperizadas pequeñas, medianas o grandes, teniendo siempre en cuenta que eso va a determinar la capacidad de la misma, el consumo y las cosas que puedas incluir.
Lo más habitual es que sea un vehículo de segunda mano con más de ocho años de antigüedad, unos 100.000 kilómetros de vida, bien cuidado y con todos los permisos en regla, revisiones y sustituciones al día; por tradición, suelen ser vehículos diésel para ahorrar en el repostaje y poder hacer muchos kilómetros, pero esto no es imprescindible.
El mercado de segunda mano no te va a defraudar y entre las más pequeñas, puedes elegir una Renault Kangoo, Citroën Berlingo, Peugeot Partner o Volkswagen Caddy. Si buscas algo un poco más grande, piensa en un Opel Vivaro, Renault Traffic, Peugeot Expert, Nissan Primastar o Mercedes Vito. Para los que se atreven con todo y quieren un vehículo para toda la familia y/o amigos, pueden ser recomendables las Peugeot 807, Renault Espace o Ford Galaxy, entre otras.
Planea el diseño de las furgonetas camperizadas
Las apps también son herramientas pensadas para camperizar vehículos; si no te lo crees, ya estás descargándote la preferida de muchos, Sketchup, que permite el diseño de interiores en 3D con gran facilidad y para los niveles menos avanzados. Con las medidas y algunas de las aplicaciones creadas para el diseño de interiores 3D vas a poder crear módulos adaptados para tu vehículo y una distribución adecuada donde todo encaje, sin perder ni un milímetro.
Lo más básico es organizar el espacio para poder contar con un sitio para dormir y alguna mesa o soporte extra, si además puedes incluir armario o espacio de almacenaje o lugar para instalar baño o un recurso para cocinar, perfecto. En Internet, es fácil que encuentres diseños de otros para los principales modelos de furgonetas: si estás un poco perdido, haz una búsqueda general y encontrarás un montón de ideas.
Con un diseño cerrado, el siguiente paso es calcular el material que vas a necesitar. Elige madera fina y flexible para crear estructuras duraderas, pero siempre ligeras. Nunca pierdas de vista que el exceso de peso es un problema y que, además, siempre supondrá gastar más en combustible. Apuesta por la calidad en los materiales, ya que los amortizarás en poco tiempo y los disfrutarás siempre al camperizar una furgoneta.
Cómo camperizar una furgoneta, el aislamiento interior y montaje
Un fallo demasiado común en las furgonetas camperizadas de forma casera es que a menudo se olvida, o no se da importancia, a la preparación del interior del vehículo, antes de montar los muebles o módulos. Sin embargo, el aislamiento es clave para conseguir confort dentro de tu vehículo.
Lo más recomendable es aislar el interior, de la forma más efectiva, pero también práctica y sencilla. Actualmente hay en el mercado una gran variedad de materiales que te van a facilitar el trabajo. Una buena opción es la lana de roca y el foam adhesivo.
Con el aislamiento acabado y fijado, el siguiente paso es colocar los módulos creados. Fija y encaja los muebles y estructuras, según habías previsto para que todo quede seguro y listo para el disfrute.
Ya sólo te queda incluir dentro de tu furgoneta preparada para la acción tus accesorios imprescindibles y aquellos enseres personales que quieras llevar en tus aventuras, recuerda ser práctico y ceñirte a lo necesario. El consejo más habitual es que se empiece con pocas cosas y a medida que vayas realizando salidas y viajes, vayas adquiriendo nuevas cosas según tus necesidades concretas.
Con todas las comodidades y detalles que incluyas en tu furgoneta modificada, lograrás disfrutar en el interior de tu vehículo y vivir experiencias inolvidables. Sin embargo, si fuera de tu furgoneta planeas una escapada en avión, por ejemplo, deja que de los imprevistos se encargue el Seguro de Viaje MAPFRE, adecuado a tus necesidades y a las características de tu viaje, para que nada pueda arruinar tu experiencia de ocio.
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