Si te preguntas cómo afectan los atascos a los motores, seguro que ya intuyes que no son la mejor forma de cuidar tu coche y estás en lo correcto. No obstante, como es evidente que meterse en un parón de circulación no es una situación que ningún conductor elija libremente, lo mejor es saber cómo actuar.
¿Cómo afecta un atasco al motor de tu coche?
Estar un buen rato sin circular, pero con el motor encendido no es la mejor forma de cuidar tu coche. Los motores sufren en un atasco y no son los únicos. En general, toda la mecánica de un vehículo padece las situaciones de embotellamiento, cuando más continuas, habituales e intensas son esta sesiones, peor para tu coche.
Motor en atasco
Un motor encendido, pero sin moverse en un atasco se arriesga al temido calentón o recalentamiento del motor. Es fácil de entenderlo: el motor está pensado para estar en marcha y como consecuencia del movimiento se refresca y refrigera, sino existe ese movimiento el motor va cogiendo calor hasta llegar un punto en que se recalienta.
Sistema de frenado en atasco
Los frenos son otras grandes víctimas en un atasco. No solo porque en esta situación su uso es mucho más habitual que lo es una conducción normal, sino también y principalmente porque se acciona de forma brusca y apurada en muchos casos.
Embrague y caja de cambios en atasco
Los mecánicos calculan que en un atasco prolongado se embraga más veces que en un recorrido de 1.000 kilómetros, este dato da una medida clara de cómo sufre tanto el embrague como la caja de cambios en situaciones de atasco. Cuando un coche sufre atascos a menudo, es frecuente que surjan problemas mecánicos prematuros en estas piezas.
Batería en atasco
Durante el tiempo que el coche está parado en un atasco la batería está gastando y no está recargando. ¿Problema? Es fácil que cuando quieras volver a arrancar tu batería se haya quedado totalmente descargada aunque no te hubiera dado síntomas de fallo antes.
¿Qué hacer para cuidar tu coche en un atasco?
Los inconvenientes de estar parado minutos u horas en una carretera colapsada por vehículos son conocidos por la mayoría de conductores: pérdidas de tiempo, estrés, nervios, aumento de la probabilidad de sufrir una colisión de alcance… a esto se suma lo que sufre la mecánica de tu vehículo y que hace que un coche que sufre a diario estos escenarios tenga más averías y una vejez prematura.
Como piloto puedes tener en cuenta algunos consejos y seguir algunas rutinas para evitar que las consecuencias de un atasco sean mayores.
- Se recomiendan para pausas superiores a los 3 minutos apagar el coche para que el motor no se recaliente por ejemplo.
- Cuida los frenos manteniendo la distancia de seguridad y evitando acelerones fuertes y continuos. Circula a una velocidad adecuada siempre al estado de la carretera.
- No dejes la primera marcha metida y evita en la medida de lo posible cambios bruscos, aplica la máxima suavidad sobre tu palanca de cambios.
- Apaga sistemas eléctricos –radio, aire acondicionado o luneta térmica- cuando el atasco vaya a durar mucho, si no quieres quedarte sin batería.
Un atasco suele ser imprevisible aunque nunca está de más consultar la situación de las carreteras para nuestro trayecto antes de salir de casa. Aun así, si te ves atrapado en uno, todo irá mejor si mantienes la calma, te centras en cuidar el motor de tu coche y confías en caso de que sea necesario en la asistencia de tu Seguro de Coche.
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