Los cambios de temperatura pueden afectar a tu coche más de lo que imaginas. El motor, es uno de los elementos que puede experimentar más daños si no se realiza un correcto mantenimiento y se toman las medidas pertinentes para poder garantizar su correcto funcionamiento y mayor durabilidad.
Los cambios de temperatura en el motor
El motor es el corazón de todo vehículo y debes cuidarlo sobre todo cuando en el exterior existen temperaturas extremas. El frío afecta mucho a su funcionamiento y por ello debes ser consciente de realizar algunas prácticas de mantenimiento para poder garantizar el correcto funcionamiento de tu vehículo.
Aunque parezca un tópico, debes calentar el motor de tu coche antes de emprender la marcha. Las bajas temperaturas afectarán a su arranque y a su funcionamiento durante el recorrido que realices y por ello deberás intentar minimizar los daños que estas pueden causarle.
Cuando la temperatura exterior es muy baja, el motor realizará un trabajo mucho mayor para poder alcanzar los grados óptimos para su funcionamiento. Para lograrlo, si el motor está muy frío se revolucionará más hasta llegar a estabilizarse.
La acción de arrancar el motor y dejarlo al ralentí durante unos minutos ayuda a que el motor funcione con normalidad. El aceite, que ha permanecido en reposo durante toda la noche, debe pasar por todas las piezas del motor para lubricarlas y evitar que, tras la fricción a la que puedan estar sometidas, pueda propiciar un deterioro prematuro de los componentes.
Además, este gesto hará que todos los fluidos circulen de nuevo por el circuito tanto por el filtro del aceite como por los conductos refrigerantes. Aunque realices esta acción, es recomendable que, si tu vehículo va a estar expuesto a temperaturas muy bajas debido a que no dispones de un garaje para él, utilices productos adecuados para estas condiciones.
Nos referimos, al uso de aceites y refrigerantes especiales para bajas temperaturas. Algunos aceites como los denominados multigrado, te permitirán mantener en óptimas condiciones tu motor con cualquier temperatura. Además de este tipo de aceites, deberás tener en cuenta que sea fluida para que esta circule con mayor facilidad por los circuitos. A la hora de elegir un buen aceite para tu motor hay que tener en cuenta las temperaturas mínimas y máximas a las que estará expuesto tu coche.
Los cambios de temperatura y la pintura del coche
Los cambios de temperatura también pueden afectar de manera muy negativa a la pintura y carrocería de tu vehículo. Tanto las temperaturas elevadas como aquellas que son muy bajas, pueden ser nocivas para tu coche.
El lavado del automóvil puede afectar también a la pintura ya que los restos de jabón pueden dejar residuos que se generan tras un secado muy rápido. Por ello, si quieres lavar tu coche en verano, lo más recomendable es que lo hagas en las horas de menos calor. Por otro lado, los rayos del sol muy intensos, afectarán al color de la pintura ya que esta se verá con menos brillo.
En cuanto al hielo y las bajas temperaturas, estas contraen los componentes metálicos y plásticos del coche que pueden verse dañados cuando se produce un cambio de temperatura debido a la dilatación y contracción de los materiales que las conforman.
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