Los coches sleeper, también conocidos como modelos lobos con piel de cordero, siempre han resultado llamativos para un colectivo específico de conductores. Sin embargo, en los últimos años han resurgido como la espuma y cada vez más personas se decantan por un vehículo de estas características.
Estos modelos tienen una apariencia bastante discreta, pero por otro lado ofrecen unas prestaciones extraordinarias. A simple vista, se trata de coches básicos, llegando incluso en algunos casos a parecer de gama baja. No obstante, su rendimiento no tiene nada que envidiar a otros de categorías superiores.
Tipos de coches sleeper
Se pueden encontrar coches sleeper de dos clases: por un lado, los que presentan estas particularidades de fábrica y, por otro, los que han sido modificados posteriormente para alcanzar una mayor potencia manteniendo el aspecto original. En ambos casos, si no se cuenta con demasiada experiencia en este ámbito, pueden pasar totalmente desapercibidos.
En muchas ocasiones, el objetivo es conducir un vehículo ciertamente anodino para evitar posibles robos. En otras, se busca mantener el encanto que tienen los modelos más antiguos, pero renovando el interior para conducir con unas prestaciones más altas.
Por norma general, los coches sleeper suelen ser modelos berlinas o familiares. La principal diferencia radica en el motor más potente que albergan, un chasis más reforzado o una suspensión mejorada. Por lo demás, su apariencia se mantiene intacta, dando la impresión de que se trata de un vehículo bastante común.
Ejemplos de coches sleeper
La mayoría de los coches sleeper tienen en común la capacidad de alcanzar altas velocidades en cuestión de segundos, así como la eficiencia en muchos casos. A continuación, hacemos un repaso por algunos modelos antiguos y actuales que se encuadran dentro de esta clasificación.
Citroën Xantia Activa V6
Esta modesta berlina en aspecto sorprendió con su increíble potencia que casi alcanzaba los 200 CV. Además, contaba con una de las mejores suspensiones del mercado, junto con Turbo CT para alcanzar altas velocidades con la máxima adherencia al asfalto y, sobre todo, en las curvas.
Volkswagen Golf G60 Limited
En 1989 apareció este coche sleeper que en apariencia podía pasar por un Volkswagen Golf básico más. Sin embargo, en su interior albergaba una mecánica superior al GTi 16v que se complementaba con un compresor volumétrico G. Esta versión Limited podía alcanzar hasta los 210 CV, por lo que es uno de los vehículos que mejor representa el concepto de “durmiente”.
Ford Focus RS
Esta versión del Ford Focus del año 2019 en un color diferente al azul eléctrico es uno de los ejemplos más claros de lo que significa un vehículo sleeper. Este modelo compacto tiene una potencia de 350 CV que se despliegan gracias a su motor de 4 cilindros, por lo que la carretera es el mejor escenario para dar rienda suelta a todo su potencial.
Honda Accord
El modelo Honda Accord del año 2021 parece más un coche familiar que una opción con altas prestaciones para disfrutar de la conducción. Su estética no está reñida con el motor turbo de 4 cilindros que integra. Así, ofrece más de 250 CV para hacer honor a uno de los mejores coches sleeper que existen en la actualidad.
Para aprovechar al máximo la singularidad de estos vehículos, es primordial contar con un Seguro de Coche MAPFRE. Gracias a los diferentes tipos de pólizas es posible disponer de una protección a la altura de las prestaciones de estos modelos.
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