¿Has encontrado un charco de agua debajo de tu coche, a la altura del motor? Es importante que analices las causas, pues puede ser desde un problema sin importancia a una avería grave. A continuación, analizamos las causas que hacen que tu coche pierda agua, y sus soluciones.
¿Por qué mi coche pierde agua?
Existen varios motivos por los que tu coche pierde agua. La mayoría no son preocupantes, pero otros revisten mayor gravedad.
Fugas en el circuito refrigerante
Si, tras dejar tu coche estacionado durante un tiempo, detectas un charco en el suelo, lo primero que debes hacer es impregnar un trozo de papel en el líquido. Si es de color rosa o azul no es agua, sino líquido refrigerante, algo preocupante pues revela la existencia de una fuga en los circuitos o en el depósito.
Solución
Lleva tu vehículo al taller cuanto antes. Primero revisa los niveles de líquido refrigerante: si se ha agotado por completo, debes llamar a la grúa. Si no es así, puedes llevarlo tú mismo.
Condensación del aire acondicionado
Si el papel que impregnaste con el líquido revela que se trata de agua, entonces debes comprobar por dónde gotea. Si lo hace cerca del motor del aire acondicionado, estás de suerte: es un problema menor, pues se produce por un fenómeno denominado condensación.
El aire acondicionado tiene unos conductos internos por los que circula aire frío. Cuando en verano dejamos el coche aparcado durante horas a temperatura ambiente, esos conductos se calientan, haciendo que el vapor de agua presente en el aire se condense y sea evacuado en forma de pequeñas gotas, que son las que forman el charco.
Solución
La condensación del aire acondicionado es algo normal cuando la temperatura ambiente en la que está el vehículo supera los 25 grados, aproximadamente. No se debe, por tanto, a ninguna anomalía, y no se puede evitar: forma parte del funcionamiento normal del coche.
Fallos en el radiador
Has comprobado que el líquido es agua, pero no gotea a la altura del motor del aire acondicionado, sino en el frontal del vehículo. Entonces, estamos ante una avería preocupante pues implica un fallo en el radiador.
La función de este componente es enfriar el líquido refrigerante, encargado de absorber el calor del motor. Cuando se produce un fallo en el radiador, este no enfría, dando lugar a un sobrecalentamiento que puede traducirse en problemas mucho más graves, como una avería en la junta de culata.
Si es así, lo normal es que oigas un ruido extraño, que el sistema electrónico del coche te avise y hasta provoque la detención del vehículo.
Solución
No puedes circular con el vehículo y, si ya lo has hecho, debes detenerlo de inmediato. Es una avería grave que exige trasladar el coche al taller en una grúa.
Fugas por los conductos de los lavafaros
Si tu vehículo cuenta con luces de xenón, seguramente incorpore un sistema de lavafaros delanteros. Este sistema utiliza agua del depósito del limpiaparabrisas para inyectarlo a la parte exterior de los faros y mejorar la visibilidad. Puede que, debido a un impacto frontal, o al deterioro de sus tubos y juntas, el sistema tenga fugas de agua.
Solución
Se puede seguir circulando sin ningún problema. No causará averías a otros componentes, como mucho la fuga afectará a la limpieza de los faros y, por ende, a la visibilidad. Por ello, aunque no sea algo urgente, sí es recomendable llevar el coche al taller para que lo reparen.
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