Coche diésel huele a quemado

Coche diésel huele a quemado
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Te explicamos las posibles causas por las que has podido experimentar un olor inusual en tu coche.

Resumen del contenido

  1. Un posible problema en el embrague
  2. Posibles fugas del anticongelante o del aceite
  3. Sobrecalentamiento en los frenos
  4. Gomas con olor a quemado
  5. Mal contacto eléctrico
  6. La auto-combustión del aceite del motor

Son muchas las piezas de un coche que pueden llegar a altas temperaturas, trabajando a muchos grados centígrados, por lo que muchos de ellos deben contar con un aislante térmico que los proteja. Gracias a estas protecciones algunas partes de los motores no salen ardiendo y tampoco deben emitir olores a quemado (mangueras de combustible, cables, gomas y plástico). Detallamos a continuación las posibles causas de olores a quemado de los coches.

Un posible problema en el embrague

Se trata de una anomalía muy común sobre todo en coches menos potentes y de baja cilindrada que cuentan con un embrague más pequeño que puede patinar al desgastarse los ferodos del embrague.

Conviene ser bastante sutil al accionar el acelerador y acoplar el embrague para una correcta trasmisión de potencia a las ruedas sin patinajes en las piezas de engranaje.

Posibles fugas del anticongelante o del aceite

Una fuga de este tipo es determinante para generar olor a quemado, ya que alguna pequeña fisura puede producir una fuga (fuera de los circuitos cerrados) que permite contacto del aceite o del anticongelante con el bloque motor que a pleno rendimiento alcanza los 900º centígrados, produciendo este desagradable olor a quemado.

Se puede también haber escapado alguna gota o cantidad de aceite o anticongelante al reponerlo, produciendo este olor que cesará en cuanto el líquido se queme, aunque conviene limpiar bien la zona donde haya caído.

El anticongelante, al contacto con altas temperaturas, produce este olor a quemado debido a su alto contenido en alcohol para evitar congelación de os fluidos, cosa que en principio no debe alarmar a los usuarios.

Sobrecalentamiento en los frenos

También con los frenos, de forma muy similar al embrague, al circular por ejemplo por carreteras de montaña, con frenadas a altas velocidades o con importantes cargas de equipaje, se puede producir un cierto olor a quemado que procede del desgate de las pastillas de freno en su fricción con los discos de freno de alta intensidad, cosa que es normal pero nada aconsejable.

Fuente: revista Motor Mundial

Gomas con olor a quemado

Al arrancar haciendo derrapar las ruedas, se puede obtener olor a quemado, siendo esta práctica nada recomendable al dañar el dibujo de los neumáticos que conviene conservar.

También el olor a quemado podría provenir de unas manguetas del motor sueltas, o bien de un determinado desajuste de las correas de transmisión al tocar zonas muy calientes de motor.

Mal contacto eléctrico

En el caso en que algún componente eléctrico haga mal contacto, e incluso se llegue a soltar el polo positivo (tal vez debido a las vibraciones del motor), tocando el polo negativo (el propio chasis hace la función de polo negativo), se genera un cortocircuito que seguro provocará un fuerte olor a quemado, produciendo incluso que algunos fusibles salten y algunas otras posibles anomalías.

La auto-combustión del aceite del motor

Se trata de un fallo muy común que sobre todo se da en zonas más calurosas, produciendo un efecto muy llamativo de emisión de humo negro y generando un fuerte olor a quemado, todo ello debido a la auto-combustión de aceite del motor.

Este problema suele suceder en los coches con turbo, fundamentalmente a los que cuentan con motor diésel, ya que al girar el turbo a altas revoluciones utiliza un aceite para lubricación y refrigeración, contando con juntas que impiden el este aceite entre en la zona de admisión del turbo.

A veces, siempre debido a las altas temperaturas del bloque motor, estas juntas se pueden romper ocasionando que este aceite se introduzca en la caracola de admisión.

El peligro de este tipo de avería, además del fuerte olor a quemado que se produce y el gran humo negro de emisión, es que el coche puede no dejar de acelerar hasta mantenerse al corte, incluso sacando la llave de contacto, y produciendo un fuerte humo azul y con un posible gripado del motor.

Es evidente que este fallo pude incluso provocar un accidente al impedir la visibilidad en carreta por el humo, y conviene engranar una marcha larga que produzca un calado del motor (al soltar rápidamente el embrague), para parar el vehículo y dejar de emitir esta importante cantidad de humo. En este caso es necesario trasladar el coche a un taller sin arrancarlo hasta su total reparación.

Si alguna vez se percibe algún tipo de olor a quemado en el coche, se podría producir por alguna de las causas explicadas, y ante la duda lo mejor es acudir a un taller en el que se haga el diagnóstico correspondiente para averiguar la auténtica causa y repararla para así evitar potenciales problemas posteriores mayores en todo caso. Con el Seguro de Coche MAPFRE, podrás obtener una póliza con la cobertura de daños propios para que tu vehículo esté siempre cubierto, incluyendo los accesorios de serie y los opcionales instalados antes de su salida de fábrica.

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