La bomba de aceite es un elemento esencial en el funcionamiento de cualquier coche. Gracias a ella, el motor se mantiene lubricado y hace que la temperatura de éste sea la adecuada para que no se sobrecaliente. Debido a que es un elemento muy importante, es conveniente que conozcas cuáles son sus averías principales y que realices un mantenimiento periódico de la misma.
¿Qué es la bomba de aceite?
Para que el lubricante que se encuentra en el cárter del motor del coche pueda repartirse por todos sus conductos, es necesario que cuente con una bomba de aceite para movilizarlo. La bomba es la encargada de repartir el aceite por todo el motor, para evitar así que se produzcan averías graves.
La bomba facilita la circulación del aceite a través del motor, para ello proporciona presión que hace que el aceite almacenado se eleve hacia las zonas más altas para lubricar todas las zonas del motor. La bomba mantendrá una presión y flujo constante. Como ves, el papel de la bomba de aceite es esencial para el correcto funcionamiento de cualquier motor, por este motivo es conveniente que la revises con asiduidad y que sepas identificar sus posibles averías.
Causas de averías en la bomba de aceite
El cambio de aceite en el tiempo indicado por el fabricante es absolutamente necesario. De no cambiarla a tiempo, el exceso de suciedad puede acumularse en el filtro de la bomba de aceite haciendo que ésta no pueda mantener su flujo y presión para enviar el aceite a todas las partes del motor.
Esto puede provocar rozamientos dentro del mismo, que pueden provocar averías graves en el motor. Esta suciedad procedente de la combustión puede bloquear los conductos de circulación internos del aceite. Para que la bomba funcione de forma correcta, y no originar averías en tu coche, deberás realizar un correcto mantenimiento y cambiar el aceite cuando sea necesario.
Averías más frecuentes de la bomba de aceite
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Las averías que sufre la bomba de aceite suelen estar relacionadas con una falta de presión o con partículas dentro del circuito. Otras veces, un filtro de aceite en mal estado puede dañar la bomba. El motor puede tener problemas con la presión debido a que existe alguna fuga o mal funcionamiento de la bomba de alivio. Por lo tanto, una falta de presión no siempre significa un daño en la bomba.
La avería más común de la bomba de aceite son las pérdidas de aceite a través de la junta de la bomba. Para solventarlo, tan solo se deberá sustituir la junta dañada por una nueva. En el caso de que los dientes de los engranajes estén sometidos a gran presión, pueden desgastarse y provocar fallos en la bomba.
Cómo identificar problemas en la bomba de aceite
Puedes detectar fallos en la bomba si te fijas en el cuadro de mandos de tu coche. En él verás un icono en el que se indica la presión del aceite. La luz se enciende cuando arrancas el coche e indica que el sistema aun no está preparado. Cuando la luz se apaga, el circuito ya tendrá la presión necesaria para que puedas arrancar tu coche o comprobar si falla. En el caso de que esta luz permanezca encendida durante mucho tiempo y en plena marcha, deberás parar el coche ya que al existir una presión deficiente en el circuito, el motor podría sufrir daños irreparables.
Las averías provocadas por la bomba de aceite son caras, por lo que la mejor opción es que realices un correcto mantenimiento. Para ello deberás revisar el aceite y el filtro siguiendo las indicaciones del fabricante para tu vehículo.
Por otro lado, mantener una conducción eficiente en la que no revoluciones demasiado el motor, puede ayudarte a conseguir un mejor funcionamiento de la bomba de aceite y que ésta no sufra averías. Para ello, es recomendable que acudas a los expertos y asesores de tu póliza de Seguro de Coche con MAPFRE para detectar cualquier avería a tiempo.
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