El BAS o servofreno es obligatorio en todos los nuevos modelos por normativa desde 2004, y el frenado electrónico desde 2009, consiguiendo con este último reemplazar los frenos hidráulicos por un sistema totalmente eléctrico que se dirige a través de la unidad de control del vehículo electrónicamente, verificando y adaptando automáticamente el porcentaje de frenada en cada rueda de acuerdo con todos los datos que recaba el módulo de control, además de otras características de funcionamiento.
Por su parte, el BAS o servofreno electrónico consigue acortar la distancia de frenado en su trabajo conjunto con el ABS y con el control de estabilidad, ayudando de forma definitiva al conductor en caso de una reacción demasiado lenta o tardía.
Además, el freno de estacionamiento electrónico ha generado muchas e importantes ventajas respecto al clásico freno manual, especialmente en cuanto a estética de las consolas y comodidad, aunque cuando se presentan averías del sistema, las mismas tienden a ser bastante complicadas.
Fuente: Revista Motor Mundial
¿Qué averías sufren normalmente los sistemas de frenado eléctrico/electrónico del coche?
En el sistema de frenado
Las averías más normales son evidentemente de tipo electrónico, y en el caso del sistema de frenado los problemas suelen provenir de los sensores que recogen información o bien en la centralita electrónica que gestiona todo el sistema en su globalidad.
Las reparaciones normales en este tipo de mecanismos vienen a tener un coste medio de unos 300€, y, eso sí, no recomendamos en ningún caso la utilización de piezas o recambios no originales o ya usadas.
En el BAS
En general, las veces que falla el BAS también suelen ser por problemas electrónicos, cosa que en casi todos los modelos lo identificamos con el encendido en el salpicadero del testigo de ABS (panel de control del vehículo), pudiendo normalmente ser resuelto con una simple reprogramación en la centralita, aunque ante episodios continuados es posible que fuera necesario incluso cambiar la centralita, lo que alcanza costes de hasta 1.200€.
En ambos casos la revisión de todas las piezas debe ser un análisis periódico y siempre acompañado de un correcto mantenimiento de los frenos del vehículo, lo que, sin duda, ayudará mucho a que todos los sistemas funcionen con normalidad evitando riesgos importantes.
Fuente: Revista Motor Mundial
En el sistema de freno de estacionamiento eléctrico
El motivo más común de sus anomalías procede de la batería. Para comprobar su funcionamiento, si dicho sistema falla parcial o de forma total, se debe inspeccionar en el banco de pruebas de un taller, debiendo realizarse también un reconocimiento visual al detalle en el caso en el que se detecte un funcionamiento deficiente.
El freno de mano eléctrico puede estar recibiendo una tensión no adecuada, por exceso o defecto de voltaje, lo que puede proceder de un mal estado de la batería, por lo que es necesario asegurarse de que esta se encuentra en perfectas condiciones para que todos los dispositivos electrónicos del vehículo trabajen con la tensión correcta, respetando siempre las instrucciones específicas de cada fabricante, así como los valores de comprobación y par de apriete correspondiente.
Es muy importante que tras las reparaciones del sistema y tras realizar una correcta comprobación de todo el funcionamiento en el banco de pruebas del taller se borren las memorias de averías.
¿Cómo comprobar el sistema de frenos?
Los pasos más correctos para seguir en el taller son los siguientes:
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- Comprobar al detalle el funcionamiento de las pastillas y zapatas, así como todos los cables y verificar la estanqueidad del sistema.
- Si tanto las pastillas como las zapatas tienen un correcto funcionamiento y no hay ningún tipo de fuga ni daños claros en los cables de los frenos, entonces será necesario verificar la mecánica.
- Si tras todas las comprobaciones anteriores no se detecta ninguna avería y si no se activa la unidad de accionamiento de los servomotores, será entonces necesaria la utilización de una máquina de diagnosis para poder verificar la memoria de las avería y revisar así las potenciales anomalías con ayuda de los bloques de valores de medición de todas las piezas que intervienen en los sistemas, verificando así el correcto funcionamiento de las distintas piezas y sistemas electrónicos mediante esta diagnosis de los actuadores.
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