La incorporación de un alerón o spoiler trasero es una de las reformas más demandadas en vehículos. Aunque su aspecto sea similar al de los coches de carreras, no influye en la velocidad. Su función es claramente estética, pero también sirve para aumentar la fuerza con la que el vehículo se asienta en el asfalto, lo que mejora su adherencia y estabilidad en las curvas.
A la hora de comprar uno, lo más aconsejable es elegir aquellos que las marcas presentan para sus propios modelos, ya que están especialmente diseñados para ellos. Pero también existen alerones universales apropiados para todo tipo de coches. Conviene elegir uno de las medidas y peso apropiados. Además, para poder circular con él, debe estar homologado.
¿Qué alerones se pueden homologar?
Para poder homologar el alerón, éste debe cumplir con lo siguiente:
- No tener aristas cortantes ni salientes.
- No puede ser metálico, ni contener componentes metálicos.
- No debe sobresalir de las cotas máximas del vehículo en anchura.
- No puede impedir la correcta visión de la tercera luz de freno.
¿Cómo homologar un alerón universal?
La incorporación del alerón constituye una modificación de las características exteriores del vehículo. Al ser una reforma, ésta debe homologarse, tal y como establece el RD 866/2010, donde se recoge todo lo referente a las homologaciones de piezas y accesorios.
Para ello hay que presentar en una estación de la ITV:
- Proyecto técnico del cambio y certificado final de obra.
- Informe de conformidad emitido por el servicio técnico de reformas o por el fabricante del vehículo.
- Certificado del taller en el que se llevó a cabo la reforma
El técnico evaluará la documentación requerida y certificará que ningún elemento del alerón pueda suponer un riesgo para la integridad del vehículo o para la seguridad de su usuario y otros usuarios de la vía.
El plazo para que la ITV emita una nueva tarjeta puede variar, aunque por lo general va de unos días a una semana.
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