Definición de la distancia de frenado
“Es la longitud que se recorre en un vehículo desde el momento que se pisa el pedal del freno hasta la completa detención del mismo”, siguiendo la definición de la DGT.
Por supuesto, la distancia de frenado está sometida a una serie de variables que pasan por el estado de las carreteras, los neumáticos, la pendiente, los frenos, la velocidad, etc.
Además, en la ecuación de la distancia de frenado se incluyen también la distancia de seguridad y la distancia de reacción, considerando siempre que las lesiones de los ocupantes aumentan de forma directa en función de la velocidad en que se circule ante un frenado de emergencia.
La distancia de reacción es la distancia que se recorre desde la detección de peligro por parte del conductor hasta que se aprieta el pedal del freno, momento en el que entra en juego la distancia de frenado.
Los estudios de la DGT confirman que desde que los ojos detectan el problema hasta que el pie pisa el pedal del freno, se precisan 0,75 segundos, lo que supone una distancia de reacción de 10 metros circulando a 50 km/h o de 25 metros si se conduce a 120 km/h.
Es evidente que la distancia de reacción se debe sumar a la distancia de frenado para obtener la distancia de detención y así poder calcular la distancia de seguridad que conviene mantener.
Además, conviene saber que la distancia de reacción no es igual para todos los conductores y que está determinada por muchos factores (agudeza visual, fatiga, la experiencia, el ánimo del conductor, etc), sin considerar además las potenciales distracciones que alargan aún más estos tiempos (el uso del teléfono móvil, la radio, el aire acondicionado, etc.), así como el potencial consumo de alcohol o drogas que aumentan considerablemente la distancia de frenado además del tiempo de reacción.
La distancia de seguridad y como calcularla
La DGT la define como “El espacio libre que todo conductor debe dejar entre su vehículo y el que le precede, de forma que le permita detenerse en caso de frenado brusco sin causar una colisión”.
Lo mejores estudios apunta a que la distancia de seguridad sea igual o superior a 3 segundos, calculando así la distancia que se recorrería en 3 segundos en función de la velocidad a la que se circule, coincidiendo con el tiempo en que se tarda en generar una frenada de emergencia.
Una forma de calcular la distancia de seguridad podría ser, si circulamos a 100 km/h, dividir por 10 la velocidad y multiplicar el resultado por sí mismo, en este caso 10 x 10 = 100 m que sería la distancia de seguridad idónea respecto al vehículo precedente.
Si por ejemplo la carretera está mojada, esta cifra debería multiplicarse por dos, con lo que en el ejemplo 100 m x 2 = 200 metros sería la distancia de seguridad adecuada.
Cómo se calcula la distancia de reacción y frenado
Las distancias de reacción y frenado se pueden calcular, siempre con la cautela de todas las variables que pueden afectar a este cálculo, si bien en condiciones de laboratorio serían como sigue:
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Distancia de reacción: como metros que recorreremos desde que vemos el obstáculo hasta que pisamos el pedal del freno, multiplicando el primer dígito de la velocidad a la que circulamos por 3 (ej. Circulando a 80 km/h, la distancia de reacción sería 8 x 3= 24 metros).
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Distancia de frenado: un cálculo eficaz es hacer el cuadrado de la velocidad y dividirlo por 180 (Ej. Circulando a 80 km/h: (80 x 80)/180 = 35,5 metros).
En el ejemplo, si sumamos las dos distancias (reacción + frenado) no encontramos con 59,5 metros dese que detectamos el problema hasta que conseguimos la detención completa del vehículo.
Factores que pueden aumentar la distancia de frenado
Los cálculos anteriores de laboratorio anteriores no consideran los factores que influencian directamente la distancia de frenado y la de reacción, siendo algunos de ellos los siguientes:
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Carga del vehículo: directamente relacionada con la distancia de frenado ya que a mayor peso del vehículo más se tarda en poder frenarlo.
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Velocidad de circulación: a mayor velocidad mayor distancia de frenado.
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El estado de la carretera: con la carretera mojada o con hielo se producen deslizamientos que alargan el proceso de frenado, al igual que con estados del firme dañados.
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El estado de las ruedas: El mayor desgaste de los neumáticos produce menor agarre y mayores riesgos de deslizamiento.
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El estado de los frenos: Un estado de los frenos no adecuado puede alargar la distancia de frenado hasta duplicarla.
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La pendiente: cuesta arriba la distancia de frenado se acorta, mientras que en bajada se aumenta notablemente por la pura inercia.
Una tabla de posibles distancias de frenado en función de las diferentes velocidades y de si se circula en condiciones óptimas (normales) o en condiciones con dificultades añadidas, podría ser la siguiente:
Velocidad en Km/h |
Distancia de frenado en condiciones normales (m) | Distancia de frenado con dificultades añadidas (m) |
20 | 2 | 4 |
40 | 8 | 16 |
60 | 18 | 36 |
80 | 32 | 64 |
100 | 50 | 100 |
120 | 72 | 144 |
140 | 98 | 196 |
160 | 128 | 256 |
180 | 162 | 324 |
200 | 200 | 400 |
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