LO QUE DEBES SABER… |
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Las placas de hielo pueden formarse en cualquier parte de la carretera donde el agua o la humedad se acumulen. Y el problema es que no siempre se ven desde el puesto de conducción de un coche. Hay incluso veces que no hay una placa de hielo, sino que la carretera entera está cubierta con una capa húmeda fría y resbaladiza.
Te damos algunos consejos para enfrentarte a las carreteras más frías durante el invierno y evitar sustos repentinos.
Reduce la velocidad
Una velocidad reducida es el mejor antídoto contra los problemas que crea el hielo en la carretera. A menor velocidad hay menos probabilidad de sentir un latigazo al volante cuando una rueda pisa una placa. En caso de desestabilizarse, cuanto más reducida sea la velocidad más fácil será recuperar el control y que la electrónica del coche reduzca el deslizamiento. No esperes a encontrar placas de hielo para reducir la velocidad. Sólo la posibilidad de encontrar hielo debería ser suficiente para animarte a conducir con menos velocidad, aunque luego no encuentres placas.
Más prudencia por la mañana
Las placas de hielo se suelen encontrar más por la mañana, que es el momento más frío del día. Si te toca madrugar y recorrer carreteras muy frías, conduce pensando que el asfalto agarrará poco y que detrás de cada curva puede haber una placa. Si te toca conducir en estas condiciones durante mucha parte del otoño y del invierno, necesitas unos neumáticos de invierno en tu coche.
Si recorres este tipo de carreteras frías durante unas cuantas semanas cada año, monta neumáticos de invierno.
Ojo con las sombras
Las placas de hielo y carreteras frías y deslizantes se producen donde se acumula el agua, o donde ésta no se seca por la poca o nula acción del sol durante el día. Es decir, las carreteras sombrías, en la cara norte de la montaña, entre bosques, a la entrada y salida de túneles…
Circula por el carril más usado
En las mañanas más frías con temperaturas bajo cero, circula por los carriles más usados, buscando la parte de la calzada más seca. En vías de dos o más carriles conduce por la derecha y dentro del carril circula por el centro, sin acercarte ni al arcén ni a las líneas de la derecha. En autovías y autopistas ten especial cuidado, un deslizamiento a más de 90 km/h es un susto muy serio ante el que muy pocos conductores saben reaccionar correctamente.
La electrónica no es infalible
Recuerda que la electrónica no es infalible. Aun teniendo control de estabilidad ESP en el coche, éste puede seguir sufriendo un deslizamiento y salirse de la vía. Si la inercia es alta y la adherencia muy baja o nula por el efecto del hielo, la electrónica no podrá salvarte. En cambio, si la inercia no es elevada por conducir a una velocidad reducida, la electrónica conseguirá guiar el coche hacia donde indiques con el volante.
No sobrerreacciones
Si notas un deslizamiento del coche, lo peor que puedes hacer es reaccionar de forma brusca, pisando mucho el freno o girando el volante mucho. Piensa que si con el giro de volante que has hecho en una curva las ruedas no consiguen adherencia suficiente, si encima le pides al coche que frene o que gire más, tardarás aún más en recobrar el agarre.
De nuevo, una velocidad reducida te ayudará, ya que el susto será a menos velocidad y será más fácil tener la sangre fría para no reaccionar de más.
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