Para conducir es necesario tener todas las aptitudes psicofísicas en perfectas condiciones (así lo exige la Directiva Europea 2006/126), aunque un estado de baja laboral en algunas ocasiones puede impedir conducir adecuadamente, como puede ser por ejemplo un brazo roto, y en otras circunstancias no está claro que la baja laboral impida una conducción normalizada e incluso que en estos casos esté prohibida la misma, como puede ser una lumbalgia o una cervicalgia.
Poder o no conducir estando de baja es una pregunta que muchos conductores se hacen habitualmente, pero de lo que no cabe duda es que ciertas facultades psicofísicas son exigibles, y de ahí que tanto en el acceso al carné de conducir como en sus renovaciones se exige un reconocimiento médico específico.
Por su parte, el Reglamento General de Circulación expresa en sus artículos 17 y 18 que “los conductores deberán estar en todo momento en condiciones de controlar sus vehículos y mantener su propia libertad de movimientos para garantizar su propia seguridad, la del resto de ocupantes del vehículo y la de los demás usuarios de la vía”.
Fuente: revista Motor Mundial
Es claro que, con un mínimo sentido común, al estar de baja laboral no se debe conducir si el estado psicofísico imposibilita una conducción normalizada, si bien la última palabra en este caso la tiene siempre el médico que realice la revisión.
Fuente: revista Motor Mundial
La DGT sólo advierte que algunas enfermedades pueden aumentar los riesgos de accidentes y de lesiones en caso de incidentes, siendo algunas de ellas totalmente incapacitantes para conducir como puede ser la rotura de un brazo o de una pierna, aunque hay importantes dudas sobre esta imposibilidad en algunos casos que analizaremos a continuación, como son:
- Baja por lumbalgia.
- Baja por cervicalgia.
- Baja por ansiedad.
¿Conducir estando de baja por lumbalgia?
La lumbalgia produce un dolor muy agudo en la parte final de la espalda (normalmente la zona renal), pudiendo producir en los casos más graves hiperestesia, hormigueo o llegar incluso hasta la parálisis.
Evidentemente, el dolor intenso que puede producir limita claramente la capacidad de conducir, ya que esta molestia puede hacer perder la atención en la conducción ante cualquier movimiento en circulación. Además, se trata con anti-inflamatorios, analgésicos e incluso algunos relajantes musculares con sus consiguientes efectos secundarios.
Fuente: revista Motor Mundial
Por todo lo dicho, con una baja médica por lumbalgia no está permitido conducir salvo que el médico especifique lo contrario de forma escrita y fehaciente.
¿Conducir estando de baja por cervicalgia?
La cervicalgia es también una lesión que se presenta con un cuadro de dolor importante que parte del cuello y se extiende por la cabeza y por la espalda.
Lógicamente se desaconseja totalmente conducir ya que puede producir como son rigidez, cefaleas, náuseas, vómitos, fiebre y mareos.
Esta dolencia. Muy similar al “latigazo cervical”, precisa de un tratamiento específico que en todo caso impide que se conduzca hasta que el médico que lo trata dé su visto bueno.
¿Conducir estando de baja por ansiedad?
Según los datos de la OMS (Organización Mundial de la Salud) la ansiedad es un trastorno mental extremadamente común que llega a afectar a más de 300 millones de personas en el mundo.
Produce síntomas físicos tales como taquicardia, sudoración, crisis de angustia, etc… y síntomas psicológicos como dificultad de concentración, falta de atención ante estímulos que anteriormente le interesaban.
La mayoría de los medicamentos que tratan la ansiedad suelen tener en el envase el pictograma de no conducir al usarlos, lo que aún más acredita la prohibición de conducir con esta enfermedad tan común.
Sanción por conducir estando de baja laboral
Cuando la enfermedad por la que se está en baja laboral o médica sea incompatible con la conducción, la multa correspondiente en caso de ser parado y analizado por la autoridad competente puede llegar a ascender hasta los 6.000€, ya que en estos casos además de la propia seguridad del conductor se pone también en riesgo la de los acompañantes y, peor aún, la del resto de conductores y peatones del entorno.
Es además conveniente tener en cuenta que en el caso de tener un accidente estando de baja médica, es muy habitual que la compañía de seguros establezca una cláusula que especifique que no corre con los daños y gastos causados en este caso.
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