Las circunstancias específicas que marquen tu primera experiencia con un coche automático determinarán qué problemas o dificultades encuentres. No es lo mismo que sea tu primer coche, como que pases de años de conducción de un coche manual a uno automático, por ejemplo. En cualquier caso, estos consejos para conducir un coche automático siempre serán útiles.
Relaja el pie izquierdo
La primera gran ausencia que notarás al sentarte al volante de un coche automático es que efectivamente el pedal izquierdo –embrague- no existe. No te preocupes, tómatelo con tranquilidad y observación para superar costumbres o posturas, sobre todo, si estás acostumbrado a conducir un coche manual. Lo más recomendable es dejar el pie izquierdo sobre la zona prevista para ello y no moverlo durante toda la conducción, adaptando el resto del cuerpo a esta nueva postura, poniendo especial interés en a lograr una colocación ergonómica y relajada, no forzada para evitar lesiones, dolores o molestias musculares tras la conducción.
Posiciones de la palanca de un coche automático
Los conductores que se ponen por primera vez a los mandos de un vehículo automático refieren en su mayoría una más o menos aguda sensación de falta de control sobre el coche, esto puede originar nerviosismo y una grave falta de seguridad que puede resultar peligrosa. Es importante que te conciencies y esfuerces por valorar y confiar en la transmisión automática que está pensada, de hecho, tanto para facilitar la conducción como para hacerla menos peligrosa. No te dejes llevar por las sensaciones de falta de costumbre y permite a la transmisión automática demostrarte sus ventajas y virtudes.
En los coches automáticos no existen las cinco o seis marchas que suele tener un coche tradicional y en lugar de estas hay una pequeña palanca de cambios con cuatro tipos de acciones que enumeramos a continuación:
Park
Esta marcha la podrás identificar con la letra (P). La función principal de esta será inmovilizar el vehículo como si se tratara de un freno de mano. Se utiliza para estacionar el vehículo. En algunos coches no es posible accionar el motor cuando la palanca está en esta posición.
Reverse
Está señalada con la letra R. Se utiliza para la marcha atrás.
Neutral
Con la letra N, es el tradicional punto muerto.
Drive
Con la letra D, es la posición que se utiliza para poner en funcionamiento el vehículo y circular.
Cómo arrancar un coche automático y qué funcionalidades tiene
No todos los coches automáticos son iguales, ya que no incluyen las mismas funcionalidades. Por lo tanto, es indispensable conocer tu coche automático. Antes de conducirlo es esencial que revises y leas con atención el manual de instrucciones. En muchos casos, incluyen recomendaciones y consejos para la conducción que resultan sumamente prácticos e interesantes de atender.
Saber arrancar el coche automático también tiene su ciencia, pero tiene poca dificultad cuando lo hayas hecho varias veces. Para accionar el vehículo, lo primero que tienes que ubicar la palanca de cambios en la posición P. Una vez en este punto, tendrás que pisar el freno y posteriormente pasar a la marcha D para arrancar el vehículo. Si quieres hacer marcha atrás, tendrás que hacer el mismo proceso, pero moviendo la palanca de cambios hacía la tecla R.
Evita frenazos estando concentrado
Uno de los grandes peligros que se achaca a los coches automáticos aunque no es una desventaja real, es que cabe la posibilidad de que el conductor se relaje demasiado, bajando la concentración y atención que precisa una conducción segura. No es habitual, pero puede darse este caso, por lo que es importante que lo evites y te concentres aún más en la conducción. Lo cierto es que gracias a que en un vehículo automático no te tienes que preocupar de los cambios de marcha, tienes más atención y concentración “libre” para dedicarlos a mejorar la experiencia de conducción, atendiendo al resto de elementos.
A la hora de frenar un coche también tienes que tener en cuenta que la velocidad de este no cesará cuando embragues y reduzcas las marchas. Sin reducir de esta manera, tendrás que saber jugar con el pedal de freno.
Los coches automáticos están acostumbrados a ser utilizados con marchas largas y cortas. Aquí tienes que tener claro que según con la fuerza que pises el acelerador o freno será lo que marque el ritmo de velocidad. Por ello tendrás que realizar una conducción suave evitando frenazos y acelerones bruscos.
Con estos consejos para conducir un coche automático y un poco de práctica, vencida la primera toma de contacto, disfrutarás de este tipo de conducción de la manera más relajada y segura. Sin olvidar que el Seguro de Coche MAPFRE también en el caso de coches automáticos te ofrece los mejores servicios, asistencias y coberturas que necesitas.
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