Aparcar el coche cuesta arriba o cuesta abajo puede suponer un riesgo, sobre todo si el lugar de estacionamiento está muy inclinado. Te contamos cómo hacerlo paso a paso, de una forma sencilla y sin correr riesgos innecesarios.
Cómo aparcar el coche en pendiente
En primer lugar, antes de estacionar tu coche en una pendiente, es recomendable que sigas algunos consejos y conozcas cómo usar los elementos de tu vehículo para poder hacerlo de manera adecuada. En este punto, el freno de mano y las marchas, juegan un papel fundamental para aparcar cuesta arriba y cuesta abajo.
La importancia del freno de mano
El freno de mano es crucial para mantener tu vehículo detenido de manera segura mientras está estacionado en una pendiente. Al detener completamente tu coche, asegúrate de pisar el pedal del freno y luego tirar firmemente del freno de mano, comprobando que esté bien ajustado. Con este simple gesto, conseguirás ganar mayor seguridad en el estacionamiento de forma que el coche no se desplace hacia delante o hacia atrás de manera incontrolada.
Engranar las marchas
Es importante saber elegir que marca debes engranar a la hora de aparcar tu coche en una pendiente. Las marchas más recomendadas son la primera (cuesta arriba) y la marcha atrás (cuesta abajo), ya que ofrecen una mayor fuerza de sujeción y ayudan a mantener el coche en su lugar. Es importante evitar dejar el coche en punto muerto, ya que esto permite que el vehículo se deslice, poniendo en riesgo tanto tu seguridad como la de otros usuarios de la vía. Al seleccionar la marcha adecuada, estás garantizando un mayor control y estabilidad al estacionar tu vehículo en pendientes tanto cuesta arriba como cuesta abajo.
Volante bloqueado y posición de las ruedas
Una vez estacionado el vehículo es importante dejar el volante bloqueado y en la posición adecuada. De esta forma, conseguirás que las ruedas no se muevan y que el coche pueda deslizarse por la pendiente. Comprueba también la posición de las ruedas con respecto al bordillo y verifica que no supone un peligro para el resto de conductores y usuarios.
Cómo aparcar cuesta abajo
Aparcar cuesta abajo puede parecer sencillo, pero hay ciertos aspectos que debemos tener en cuenta para asegurar un estacionamiento seguro. Cuando te enfrentas a esta situación, la clave está en utilizar el freno de mano de manera efectiva y alinear correctamente las ruedas para evitar que el vehículo se desplace.
En este punto debes fijarte en dónde se encuentra situado el espacio de estacionamiento, es decir, si está a la derecha o a la izquierda.
Si está situado a la derecha gira las ruedas hacia la derecha y si está a la izquierda, gira las ruedas hacia la izquierda. Esta simple precaución garantiza que, en caso de que el freno de mano falle, el vehículo se detenga de manera segura al toparse con el bordillo.
Por tanto recuerda girar las ruedas hacia el lado opuesto de la calzada y asegurarte de que el freno de mano esté completamente activado antes de soltar el pedal del freno. Este pequeño ajuste puede marcar la diferencia en la seguridad de tu vehículo mientras está estacionado.
Cómo aparcar cuesta arriba
Aparcar cuesta arriba presenta un desafío adicional, ya que debes evitar que el vehículo se desplace hacia atrás mientras realizas la maniobra de estacionamiento. Al estacionar cuesta arriba, es recomendable poner el freno de mano, seleccionar la marcha atrás y soltar gradualmente el embrague mientras aceleras de manera suave. Una vez finalizada la maniobra, gira las ruedas hacia el lado opuesto de la calzada para evitar cualquier movimiento no deseado.
Cómo aparcar a la izquierda
Cuando tienes que estacionar a la izquierda, ya sea cuesta arriba o cuesta abajo, debes seguir los mismos principios que al estacionar a la derecha. Sin embargo, es importante recordar que debes ajustar la dirección de las ruedas según la pendiente y la dirección del estacionamiento. Si aparcas cuesta abajo, gira las ruedas hacia la izquierda. Si lo haces cuesta arriba, gira las ruedas hacia la derecha. De esta forma evitarás que el coche se desplace hacia la calzada pudiendo provocar un accidente.
Comprueba que las ruedas están giradas y la marcha metida
Girar las ruedas y seleccionar una marcha adecuada son precauciones adicionales que debes tomar para garantizar la seguridad en caso de que el freno de mano falle. Al girar las ruedas hacia el bordillo, proporcionamos un punto de apoyo adicional que ayuda a detener el vehículo en caso de desplazamiento. Además, al seleccionar una marcha, las ruedas motrices se bloquean, lo que dificulta el movimiento del vehículo, especialmente en pendientes pronunciadas.
Aparcar el coche cuesta arriba o cuesta abajo no será un problema si sigues estos consejos para hacerlo. Si quieres proteger tu automóvil y mantener siempre todos sus elementos en perfectas condiciones, cuenta con las garantías que ofrece el Seguro de Coche MAPFRE.
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