La séptima generación del Volkswagen Golf ha iniciado su retirada para dejar paso, en los comienzos de 2020 a la octava generación, que representa un “look” parecido y prácticamente las mismas medidas en su exterior.
No cabe duda de que el Golf es todo un icono automovilístico. Por esta razón, se ha respetado su ADN, añadiéndole un toque de modernidad y dinamismo, acompañándole de una oferta híbrida enchufable y otra eléctrica cien por cien.
El nuevo modelo vuelve a partir de la misma plataforma MQB del Golf VII ahora con 2,64 m de batalla, y que volverá a compartir con los futuros Audi A3v y Seat León, que también se esperan para el próximo año.
El frontal se estiliza un poco más, con los nuevos faros de diodos más estrechos y alargados, al igual que los grupos ópticos traseros, dando la impresión de ser más ancho el coche. La zaga recuerda inevitablemente al actual Golf, lo mismo que sus laterales.
Su configuración repite la de berlina dos volúmenes de 5 puertas (no habrá 3 puertas, pero sí versión familiar Variant), con un maletero de idéntica capacidad: 380 litros, el estándar medio del segmento.
Es una carrocería pensada para Europa, máxime cuando Volkswagen anuncia que este Golf VIII no se venderá en América como berlina, aunque puede que sí como familiar. Se le reemplazará allí por el SUV compacto Tarek.
El objetivo pues, es mantener las distancias con los Renault Megane y su primo el Seat León, y sobre todo, con los nuevos Opel Astra y Ford Focus, que cada vez se le aproximan más en el mercado europeo.
Motores de todos los tipos
Fuente: Motor Mundial
En cuanto a su mecánica, estrena tres versiones de gasolina “mild hybrid”, o sea de hibridación ligera a 48 voltios, siempre bajo los motores TSI (ahora “eTSI”) en un litro (1.0 eTSI con 110 CV) y tres cilindros, y litro y medio (1.5 eTSI) ya con 4 cilindros y en dos niveles de potencia (130 y 150 CV).
Luego hay dos híbridos enchufables convencionales (eHybrid y GTE) con una potencia total conjunta de 204 CV el primero y 245 CV el segundo y una autonomía eléctrica “cero emisiones” de más de 60 km, (lo que les permitirá lucir la etiqueta “Cero” de la DGT como también a los eTSI microhíbridos).
Tanto el eHybrid como el GTE montan el anterior 1.4 TSI combinado con un motor eléctrico y unas baterías de ion-litio de13 kW/h. Pero no hay una versión exclusivamente eléctrica (Golf-E) ya que esta oferta de turismo compacto eléctrico se reserva en exclusiva al ID3.
Además de estos motores hay una versión bifuel que funciona con gas natural comprimido (GNC), el 1.5 TGI de 130 CV, y finalmente los diésel TDI, siempre presentes en la oferta Volkswagen, esta vez a través de dos motorizaciones a partir del clásico 2.0 TDI, una con 115 CV y otra con 150 CV.
Todos mejoran su consumo y emisiones, destacando el notable descenso de emisiones de NOx por los diésel (-80%) gracias a un nuevo sistema de doble catalización selectiva con inyección de urea (SCR), mientras el descenso medio del consumo del TDI arroja un 17%.
En cuanto al cambio, coexistirá el manual de 6 velocidades con el DSG de 7, y las versiones más potentes podrán disponer también de tracción total 4×4 (4Motion).
Sobre las versiones más potentes no híbridas, Volkswagen guarda un prudente silencio: se espera que al año que viene, ya comercializados los primeros Golf nuevos, se anuncien los GTI y GTD, así como los GTI y GTI TCR, y puede que, hasta un R, que superará con creces la barrera de los 300 CV.
Seguramente mantendrán algún tipo de hibridación, aunque sólo sea para rebajar la media de emisiones por modelo.
Todo cambia en el interior
Fuente: Motor Mundial
Pero donde son más visibles los cambios en este Golf es en su interior, apreciables desde el puesto de conducción con su cuadro de instrumentos digital y su consola central con pantallas táctiles de gran tamaño. Apenas hay botones físicos y un “head-up display” en el parabrisas está disponible opcionalmente para ampliar el abanico de información disponible.
En materia de conectividad, aparte de las opciones para enlazar con los dispositivos del coche, existe un sistema llamado Car2X, que mantiene al vehículo conectado con su entorno: las señales de la infraestructura de tráfico y la información de otros coches a distancias de hasta 800 metros se notifican a través de una pantalla, y el coche comparte estos avisos con otros modelos que equipen este sistema Car2X.
Además, el nuevo Golf cuenta con sistema de asistencia a la conducción de última generación, trabajando mediante un conjunto de sensores de ultrasonido, cámaras y radares, permitiendo al conductor operar su vehículo de forma intuitiva.
Los servicios a distancia a través del teléfono móvil se multiplican a través del We Connect que permiten actuar con el coche de forma remota, y la conexión a internet es permanente a través de una eSIM, con actualizaciones periódicas de software y apps, un asistente “online” y todo tipo de servicios que queramos integrar.
Y por supuesto reúne las múltiples ayudas a la conducción ya conocidas, como los asistentes de mantenimiento de carril, reconocimiento de señales, alerta para el ángulo muerto y frenada autónoma de emergencia.
Sin olvidar un control de crucero activo inteligente capaz de funcionar a velocidades de hasta 210 km/h. Todo un despliegue tecnológico de Volkswagen para mantener al Golf en el trono del rey de los compactos.
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