En 2019 Toyota ha rescatado la denominación de Corolla, lanzando de nuevo este modelo, ahora con un estilo mucho más deportivo y con tres variantes todas híbridas: berlina 5 puertas, sedán 4 puertas y familiar.
La doble oferta motriz híbrida solo se ofrece en los Corolla “hatchback” -la berlina 5 puertas- y el familiar Touring Sports, ya que el sedán monta la versión de 122 CV.
Cuenta además con una nueva plataforma y con ella nuevas medidas. El peso se mantiene sobre 1.300 kg pero la rigidez del monocasco mejora un 60% gracias al mayor empleo de acero de ultra alta resistencia.
Una oferta de modelos muy completa
Hay una abundante oferta de colores de carrocería y las ruedas montan llantas de aleación de 17” y 18” y en el interior hay 4 tapicerías distintas, según niveles de acabado (textil, en piel y mixtas en piel y Alcántara) en los Corolla berlina y familiar, y dos en el caso del Corolla Sedán.
En cuanto a imagen, la berlina y el familiar comparten frontal y zaga (detrás sólo cambia el escudo difusor y las salidas de escape, trapezoidales y disimuladas en la berlina y a la vista en el lado derecho en el familiar). También son iguales los estilizados faros triangulares y la gran parrilla inferior frontal, con un capó común más corto y mayor voladizo posterior, mientras que el portón queda más tendido.
Sin embargo, el sedán luce unos faros, grupos ópticos y paragolpes frontal distintos y una parrilla más discreta con lamas horizontales, dejando claro que los modelos berlina y familiar apuestan más por la deportividad y el sedán por la elegancia.
En el interior y gracias a la mayor batalla, la habitabilidad en las plazas traseras mejora en general y el puesto de conducción es notablemente más cómodo y ergonómico, con una consola central más ancha y alta, y un cuadro semi-digital con los datos sobre navegación, consumo o funciones multimedia.
Y en cuanto al maletero, aunque no es brillante, también se beneficia de la nueva plataforma en las tres carrocerías, pasando de 268 litros a 361 en la berlina 5p y de 530 a 598 litros en el familiar Touring Sports.
Magnífico ciudadano con motores de bajo consumo
Al volante en ciudad, el dulzor de su conducción y el silencio de funcionamiento son proverbiales, a lo que se añade un bajo consumo.
La respuesta motriz varía según sus dos motores: el 1.8, bajo ciclo Atkinson y ahora rebajado de potencia (en torno a los 90 CV reales) aunque mejorado en su eficiencia, que combinado con el motor eléctrico de 53 kW (72 CV) viene a dar esos 122 CV totales, descontadas las pérdidas por superposición.
El 2.0 es un bloque nuevo, con distribución variable (VVT-ie) y ciclo Otto normal, muy compacto y ligero (rebaja 1 cm el centro de gravedad del coche) que debe rendir sobre los 120 CV, a los que se suman los 80 kW (109 CV) de su motor eléctrico, más potente también que el del 1.8 (pero alimentado por baterías Ni-MH en vez de las de ion-litio del 1.8), con un rendimiento conjunto de 180 CV, descontadas las pérdidas.
El cambio automático por variador continuo que monta Toyota (con levas al volante en el 2.0) es un cambio CVT que emula hasta 6 marchas (sólo simuladas, ya que no las hay) con tres modos de conducción (Normal, Eco y Sport), además del modo eléctrico puro (de limitada autonomía al tratarse de un híbrido no enchufable, aunque Toyota lo denomine como “híbrido autorrecargable”).
En todo caso los consumos oficiales son muy bajos y en cuanto a prestaciones, ambos motores anuncian 180 km/h de velocidad punta, con 11 segundos de 0 a 100 km/h el 1.8 y 8 segundos para el 2.0 en idéntico registro (3 segundos menos, lo que no está nada mal).
Equipamientos completos al más puro estilo Toyota
La dotación de serie es alta, ofreciéndose en cinco niveles: desde el básico Active al lujoso Advance Luxury. En medio están los niveles Active Tech, ¡Feel! y Advance, sin olvidar los específicos para flotas (Business y Business Plus).
Su nivel de equipamiento incluye desde el básico Active el paquete de seguridad Toyota Safety Sense, con cambio involuntario de carril, frenada precolisión con detector de peatones y ciclistas, control de crucero inteligente con reconocimiento de señales de tráfico o cambio automático de luces de carretera largas/cortas.
A ellos se suman a partir del siguiente nivel Advance el sensor de presencia en el ángulo muerto, la alerta activa por tráfico posterior cruzado y la alerta también activa por cambio involuntario de carril (con corrección a la dirección).
También cuenta con equipamiento de confort y conectividad, muy alto desde el nivel Active Tech y Feel!, con pantalla multimedia de 8” y sistema Toyota Touch 2, cuadro digital con tres configuraciones y los servicios de la “app” MyT.
El nivel Advance añade la recarga inalámbrica de teléfonos móviles, tomas USB, Bluetooth con “audiostreaming”, equipo de sonido “premium” (JBL con 8 altavoces frente a los 6 del normal), etc.
En el familiar Touring Sports añade la apertura del portón trasero eléctrica (y “manos libres” en el Luxury), y ya en opción, el asistente de aparcamiento autónomo o el techo panorámico Skyview, (formado por dos paneles de cristal con una apertura máxima de 27 cm), etc.
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