Prueba a fondo: Skoda Karoq 1.0 TSI Ambition DSG7

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Probamos el Skoda Karoq, con la misma motorización que el Volkswagen T-Roc –el 1.0 TSI, con el tricilíndrico turbo de 115 CV- pero esta vez con el cambio automatizado DSG de 7 marchas y en el nivel alto de acabado (Ambition).

Perteneciente al segmento C-SUV compacto (4,38 m), el Skoda Karoq viene a sustituir al más pequeño y carismático Skoda Yeti, con un cambio de rumbo total, y basado en un diseño dinámico que refleja el nuevo estilo de Skoda en sus últimos lanzamientos.

La firma checa prosigue así su evolución, bajo un diseño cada vez más moderno e innovador, y al día en materia de seguridad, conectividad e información.

Y todo lo anterior sin olvidar sus ventajas tradicionales; amplitud y flexibilidad interna, volumen de carga, comodidad, versatilidad, y soluciones prácticas para el uso diario, urbano y rutero. Más grande que el Skoda Yeti, comparte el diseño general de su hermano mayor Skoda Kodiaq pero situándose hábilmente en la categoría de mayor crecimiento del mercado.

La funcionalidad del nuevo Skoda

Esta variante de SUV compacto parte de la base común que representa la plataforma MQB del grupo Volkswagen, dotándola de una interpretación personal de calidad, y un tacto de conducción propio reforzado con sus típicos “gadgets Simply Clever”.

Con una estampa visual muy similar a la de su hermano mayor de 7 plazas, el Karoq presenta unas dimensiones más contenidas, mide 4,38 m de largo (30 cm menos que su hermano Kodiaq), la distancia entre ejes es de 2,63 m y las cotas de anchura y altura son de 1,84 y 1,60 cada una.

El diseño del Skoda Karoq repite el de su hermano Skoda Kodiaq o como diría un castizo, copia su originalidad: la forma del capó con nervaduras en forma de V, la parrilla frontal con lamas cromadas dobles, grupos ópticos delanteros, perfiles delanteros, laterales y traseros, pilotos en secciones, ángulos similares de carrocería, etc. todo respira el mismo aire de familia del Kodiaq, “pecando de falta de originalidad”, según Motor Mundial.

Pero lo mejor del coche, como casi siempre en Skoda, es su aprovechamiento del espacio interior. Sus 5 plazas disfrutan de una más que generosa habitabilidad, con un amplio espacio para piernas en las plazas traseras y gracias a la opción Varioflex de 3 asientos individuales, similares al de un monovolumen.

Así los asientos posteriores se desplazan hasta 15 cm, son plegables (40/20/40) y además extraíbles, con la única salvedad de que el central se queda pequeño para un adulto.

El maletero con su volumen útil medio de 521 litros, se amplía hasta 1.630 abatiendo los asientos traseros, y si se sacan éstos fuera, llega a los 1.810 litros.

A todo ello hay que sumar las soluciones prácticas de Skoda (esas que llama “Simply Clever”) para facilitar la vida a bordo, desde la linterna imantada extraíble a la raqueta rascahielo alojada en la tapa del depósito, pasando por la alfombra reversible del maletero, la bandeja sujeta al portón, los ganchos sujetabolsas, etc.

Son detalles que junto a unos materiales cada vez de mejor tacto, una presentación cuidada y remates precisos, sitúan la calidad percibida a un alto nivel, aunque todavía haya que mejorar el tacto de algunos plásticos.

Y hablando de altura, el conductor va sentado 16 cm más alto que en una berlina, con todos los reglajes necesarios para lograr una posición óptima, y todos los mandos a su alcance, bien distribuidos desde la consola central, ante un cuadro clásico y completo, de fácil lectura, complementado por un pantalla táctil de 8” (9,2 con el navegador opcional).

Su conectividad multimedia repite la de su primo T-Roc de VW; aquí en el apartado de servicios móviles online, el Skoda Connect facilita obtener información y la navegación, además de proporcionar asistencia en caso de accidente o emergencia (Llamada de Emergencia).

El navegador Columbus es opcional, con conexión wi-fi y a la plataforma SmartLink (entre el coche y el teléfono móvil), a su vez compatible con Apple Car Play, Android Auto y Mirror Link TM. Y de propina, Skoda también ofrece la opción Phonebox con recarga inalámbrica del móvil y conexión a la antena del techo.

Motor: como el del Volkswagen T-Roc

Con el objeto de comparar ambos SUV compactos, en Motor Mundial han probado el mismo motor que en el VW T-Roc, el tricilíndrico 1.0 TSI de 999 cc, doble árbol de levas en culata y 4 válvulas por cilindro. Un motor moderno de gasolina con inyección directa y sobrealimentado por un turbo variable con “intercooler”, y 115 CV de 5.000 a 5.500 rpm con un par máximo de 20,4 mkg entre 2.000 y 3.500 rpm.

La diferencia está en el cambio automático DSG de 7 relaciones, que se adapta bien a este tipo de motor.

Lo primero que llama la atención de este 1.0 es que gira al ralentí a 1.000 rpm para facilitar el arranque, sin necesidad de castigar el embrague. Su sonido tricilíndrico surge al llegar a la zona alta de revoluciones, pero sin ser desagradable, muy próximo al de un 4 cilindros; aquí se nota la diferencia de los actuales 3 cilindros sobre los primeros que aparecieron en nuestro mercado, más ruidosos y con exceso de temblores.

Por debajo de 1.500 rpm se muestra perezoso, pero desde 2.000 rpm ya genera bastante fuerza, con su rendimiento óptimo entre 2.500 y 4.000 rpm, pudiendo subir hasta las 5.500 aunque sin gran mejora.

La caja automática DSG de 7 relaciones le sienta como un guante, ya que le mantiene siempre por encima de las 2.000 rpm, con una respuesta instantánea en 7ª si se pisa el acelerador a fondo, reduciendo hasta 3 marchas de golpe. Algo    que Motor Mundial ha valorado positivamente.

Sus prestaciones oficiales casi calcan las del VW T-Roc con distinta caja de cambios: 187 km/h de velocidad punta, 10,4 segundos de 0 a 100 km/h, los 400 m en 16,8 segundos y los 1.000 metros en 31,4 segundos. En la práctica son algo peores, pero no mucho más.

Prácticamente con el mismo peso (1.286 kg, apenas 20 kg más) el Skoda Karoq se recupera mejor gracias al cambio automático; con la palanca en “D”, pisando el acelerador a fondo a 40 km/h cubre los 400 m en 17,8 segundos y los 1.000 m en 33 segundos, mientras que a 50 km/h lo hace en 16,5 y el km en 32,5 segundos.

Y como en el Volkswagen T-Roc, este motorcito tiene su talón de Aquiles en el consumo, muy variable según se le trate: oficialmente anuncia 5,1 lts/100 km en el promedio combinado NEDC. El máximo oficial es 5,7 (urbano) y el mínimo 4,7.

En la prueba el mínimo a 90/100 km/h ha sido de 4,9 lts/100 km (una décima menos del VW T-Roc), en autovía a 120 /130 km/h 5,9 lts/100 km (una décima más) y en ciudad se sitúa en 6,7 l/100 km (dos décimas menos), gracias a su eficaz Stop & Start.

Pero en condiciones normales, con el climatizador puesto y conducción a media carga, el consumo real en autovía no baja de 7 lts. a velocidades legales, y en conducción deportiva se ha quedado en el umbral de los 9…

Comportamiento muy equilibrado, fácil de conducir, ágil y ligero

Con las mismas suspensiones del VW T-Roc y el tren rodante a base de unas exageradas llantas (opcionales) de 18” con neumáticos 215/50 R18 (adecuados para presumir), el Skoda Karoq se muestra todavía fácil de conducir, ágil y ligero.

En marcha tiene un comportamiento noble y confortable, con muelles y amortiguadores lo suficientemente elásticos para permitir la necesaria amplitud de movimientos de carrocería exigida en conducción “off road”, pero con bastante sequedad de absorción sobre asfalto.

Se nota que la puesta a punto de la suspensión ha sido desarrollada pensando más en el confort, lo que se agradece.

La dirección es rápida con sus 2,75 vueltas de volante de tope a tope, además de precisa y progresiva. Y los frenos son potentes y resistentes a la fatiga, exigiendo sólo cierto calentamiento previo para sacarles el máximo partido (en frío frenan poco). Por último, sus cotas como SUV repiten las del VW T-Roc, con un ángulo de ataque de 19,9º, ventral de 20,3º y 27,8 de salida, y una altura libre al suelo de 18,3 cm, 2 más que el VW T-Roc..

Relación precio/equipamiento, razonable

En cuanto a la relación precio/equipamiento de este Skoda Karoq con motor de solo un litro de cilindrada y nivel de equipamiento Ambition, podemos catalogarla como bastante razonable por solo 24.209 euros (aunque la unidad probada por Motor Mundial, al llevar como opcionales el cambio automático DSG y el navegador, elevaba el precio a 27.500 euros).

No obstante, ofrece una amplia lista de opciones y también a precios razonables, como: la alarma por cambio involuntario de carril, airbags laterales traseros, lector de señales de tráfico, control de crucero inteligente, sensor de presencia en ángulo muerto, entre otras.