La segunda generación del Range Rover Evoque, el modelo SUV compacto que por su diseño minimalista despertará pasiones, ya está a la venta en España desde 51.000 € en versión 4×4.
Diseño minimalista
Un modelo que para la marca premium de Land Rover, está representando un lanzamiento complicado por las críticas que le catalogan como un restyling del modelo anterior y no una novedad absoluta.
El fabricante habla de una nueva plataforma, cuya batalla ha sido aumentada en 2 cm (2,68 m) pero manteniendo la misma longitud del modelo (4,37 m), y ganando un 10% de capacidad en su maletero (ahora 591 litros).
La altura de la carrocería se reduce en 1 cm y se le da una ganancia en rigidez de un 13%, con lo que filtra mejor los ruidos y vibraciones. Las versiones 4×2 no llegarán hasta septiembre (desde 40.000 euros) y en 2020 se lanzará una versión híbrida enchufable.
Estéticamente estamos ante un diseño muy continuista, aunque más fluido y perfilado, y algo más aerodinámico. Destaca el alto diseño de la parrilla frontal y las tomas de aire de las esquinas, con dos lamas divisorias. Por lo demás es muy parecido al actual Evoque, alto, macizo y con marcada cuña, un diseño singular que gusta a mucha gente (ahí están los más de 800.000 coches vendidos).
La oferta de colores de carrocería sube a 11, mientras que en el interior aumenta la calidad de materiales y acabados, puede equipar dos tipos de asientos, manteniendo el sistema multimedia Touch Pro con pantalla táctil de 10”, reconocimiento de voz y navegador.
Además, puede montar sensor de presencia en ángulo muerto, el “Head-Up Display” a color, aviso por cambio involuntario de carril, lector de señales de tráfico, frenado autónomo de emergencia y el aviso por fatiga de conducción.
El problema del capó invisible, una de las novedades
Una de las novedades más llamativas que adopta el nuevo Evoque es el primer “capó invisible”, al que acompaña un espejo retrovisor alargado que se convierte en una pantalla digital HD que muestra lo que hay detrás del vehículo a través de una cámara situada en el techo, y el no menos interesante asistente de aparcamiento semiautónomo, ya visto en otros modelos de la competencia.
En cuanto al llamado “capó invisible”, se trata de tres cámaras delanteras situadas en la parrilla y en los retrovisores externos, que proyectan una imagen en alta definición en la pantalla multimedia central, paliando el impedimento para la visibilidad que representa un morro tan alto como el de este coche.
Y es simplemente eso, una vista clara sin obstáculos del piso que hay por delante del vehículo, de especial interés en uso “off road”. Aunque mayor interés tiene en este uso el aumento de su profundidad de vadeo (de 50 a 60 cm, de las mayores de su clase), otra consecuencia de su alta cintura, así como su generosa cota de altura libre al suelo (21,2 cm).
Destacan también las mejoras en conectividad, así como la doble pantalla multimedia “Touch Pro Duo”, de 10” cada una con las que se maneja por un lado el sistema multimedia (la de arriba, que es escamoteable) y el climatizador (la de abajo), siendo compatibles con Android Auto y Apple CarPlay. Tienen conexión Wi-Fi 4G para hasta 8 dispositivos, y sólo tres botones la inferior, delante del selector de cambio.
Por su parte, el cuadro de instrumentación puede ser digital (con una pantalla de 12,3”), muy similar en su disposición al del Velar, y también copia de éste el original sistema de manillas de puerta, ocultas en la carrocería y que emergen de manera automática cuando el coche detecta la proximidad de la llave.
Desaparece el 3 puertas
Sus medidas prácticamente no varían, con 4,37 m de largo, 1,90 m de ancho y 1,65 m de alto, con una batalla que pasa de 2,66 a 2,68 m (lo que ha permitido mejorar el espacio para las piernas detrás). Como novedad, se suprime la versión 3 puertas, dejando sólo la de 5 puertas.
En cambio, sí se mantendrá (aunque no llegará hasta el año que viene) el descapotable (convertible), y de la unificación en dos niveles de acabado (SE Dynamic y HSE Dynamic), se vuelve al desdoblamiento en 4 (estándar, S, HS y HSE) más un quinto de edición limitada de lanzamiento (First Edition).
No hay cambios en la suspensión, que repite sus esquemas, aunque los trenes rodantes aumentan ligeramente (llantas de hasta 20” y 21” de diámetro, aunque de serie van de 17” a 19”).
No obstante, la suspensión multibrazo trasera permite separar mejor los movimientos laterales de los longitudinales, en un diseño más compacto que da lugar a aumentar la capacidad del maletero (de 575 a 591 litros).
Los asientos traseros se abaten en proporción 40:20:40, y con ellos plegados el volumen total sube a 1.383 litros brutos (frente a 1.445 ahora, o sea unos 60 menos, que traducidos a litros VDA, que son los que cuentan, se quedan en 1.156…).
Por último, otras mejoras reales son la posibilidad de contar con amortiguación variable (adaptativa) y el portón trasero de apertura eléctrica “manos libres”.
Amplia oferta motriz
Se ofrece con seis motores, tres de gasolina y tres diésel, todos cumplidores de la normativa Euro 6 Temp, y todos (menos uno, el turbodiésel de acceso de 150 CV) con una hibridación ligera (“mild hybrid”) a 48 voltios. Todos son motores de 4 cilindros y dos litros de cubicaje, de la familia “Ingenium”, sobrealimentados mediante uno o dos turbocompresores.
En gasolina se escalonan en 200, 250 y 300 CV y en diesel, 150, 180 y 240 CV, con los dos primeros turbodiésel en los dos niveles de potencia ya existentes (150 y 180 CV, con 38,8 y 43,8 mkg respectivamente), y el tercero biturbo alcanzando los 240 CV.
Todos van asociados a un cambio automático ZF de 9 marchas), salvo el ya citado turbodiésel de acceso que lleva el manual de 6, y todos con tracción total 4×4 (aunque a fines de 2019 se ofrecerán también versiones en 4×2).
Y hablando de tracción total, se mantiene la triple oferta: sólo delantera (que llegará a fines de 2019), 4×4 estándar (Driveline) y 4×4 Active Driveline, la más avanzada con reparto automático de par en ambos ejes según nivel de agarre.
La Driveline normal puede circular únicamente con tracción delantera si las condiciones lo permiten, pero la Active Driveline añade además dos embragues multidisco en el diferencial trasero que se encargan de variar el reparto de par entre las ruedas de ese eje según el nivel de adherencia.
Para marzo de 2020, Land Rover añadirá a la gama Evoque una variante híbrida enchufable compuesta por un motor tricilíndrico 1.5 de gasolina de 200 CV más otro eléctrico de 80 kW (109 CV) y una batería de ion-litio con 11,3 kW/h de capacidad.
Ahora, más preparado para off-road
Por lo demás, mantiene unas buenas cotas “off road”, con 15º de ángulo de ataque y 33º de ángulo de salida, más un ventral de 22º. La tracción 4×4 más sofisticada es de serie en el 2.0 Si4 gasolina de 240 CV así como en el Td4 de 240 CV.
Cuenta con varios modos de conducción, función “Wade Sensing” de reconocimiento de vadeo (que permite conocer la profundidad del agua cuando se va a cruzar un río), control de descenso y liberación de freno en pendiente, control dinámico de estabilidad y tracción y el sistema de gestión automática del par motriz.
Su capacidad todo terreno depende mucho de los sistemas de ayuda a la tracción total como el “All Terrain Progress Control” que sirve para mantener una velocidad estable en subidas y bajadas sin necesidad de tocar los pedales, o el “Terrain Response 2”, que modifica la respuesta del motor, caja de cambios, tracción total y las ayudas electrónicas a través de varios modos de conducción predefinidos (confort, arena, hierba-gravilla, nieve y barro, auto…).
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